Maratón(1/4)
Me quedaba 1 día acá en Córdoba, todos los días fuimos a visitar lugares turísticos de acá y realmente es el mejor lugar de Argentina.
—¿Vamos al río un rato? —me pregunta Paulo, eran casi las 10 de la noche, asenti contenta ante eso. —Nos vamos un rato a la playa pibes. —les avisa a los demás quienes jugaban al truco, nos miraron y asintieron.
Paulo me agarra de la mano una vez que nos vestimos bien abrigados, ya que hacía frío.
Fuimos en silencio mientras el jugaba con mis dedos que se encontraban entrelazados con los suyos. Cuando llegamos en el río nos sentamos en unos bancos.
—Que hermoso paisaje. —dice y me abraza los hombros con su brazo.
—No más que vos... —acote y lo miré sonriendo.
—Al fin hablas, ¿pasa algo? —me pregunta, estuve media ida últimamente sin decir nada, negué y mire nuestras manos entrelazados.
—Lo que pasa esque me duele ya irme mañana... —lo mire apenado, él me miro con ternura y me dio un beso en la frente, cerré los ojos ante su labio en esa zona y lo abracé.
—El destino siempre nos junta, lo sabes... —me sonríe dulce. Tenía razón, siempre pasaba algo que nos juntaba otra vez. —Reina, siempre voy a estar con vos, no importa la lejanía. —agrega con su acento cordobés, me enamora él, su forma de ser, sus ojitos, sus besos, su acento, todo él.
—No te puedo amar más, hasta creo que no te merezco. —le di un beso para después volver a mirar adelante, donde también se encontraban algunas parejas.
Seguimos hablando y hasta fuimos a tomar unos helados, si, con frío y todo vamos igual a tomar helados.
—Bebé, como te vas mañana a la noche te quiero llevar a la casa de mi familia para que los conozcas. —me dice medio tímido, sonríe y tengo que admitir que estaba nerviosa, ¿y si no me quieren? ¿Si no me aceptan, y les caigo mal?—estoy seguro de que les vas a caer bien. —dice por último, porque de seguro vio mi cara de nerviosa.
—Te imaginas que no me quieran... —digo asustada, él negó riendo.
—Se que te van a querer, sos muy buena en todo como para que no te quieran. —dice divertido mirándome fijamente.
—Lo decís porque sos mi novio. —acote, asintió y negó confundiendome.
—No, no estés nerviosa, mañana a la mañana le digo a mamá así prepara todo, ni hermana hace mucho te quiere conocer, y es seguro que hablo de vos con mis padres. —acota besandome entrecortadamente. Asenti aún nerviosa.
Cuando llegamos los chicos habían hecho pizza, como los amo y voy a extrañar.
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-8
Me duele que falte poco para su final:(.