Angela
Caminamos por horas registrando él área, estando alerta por si alguien decide atacarnos por la espalda. Algunos de los soldados llevan escudos sólidos por si nos atacan. No sé cuál sea la estrategia del Coronel, pero cada vez nos acercamos a una base donde los F-18 están en la pista de despegue. Un grupo de soldado debía caer ahí, ese era el plan, pero como todo había un riesgo de perder.
Es por eso que me sorprendo al ver cuerpos de los nuestros en el suelo, muertos. Es como si ni siquiera hubieran podido aterrizar cuando ya los habían acribillado.
—¡En sus posiciones! Quiero todo el mundo alerta. Cualquier movimiento raro y disparan sin compasión.
—¿Y si son inocentes? No has pensado en eso—. No puedo evitar cuestionarle y eso solo lo hace verme aburrido.
—Esto es una guerra, Angela. Es obvio que no voy a estar preguntando quien es amigo y quien es el enemigo. Si esas personas no se fueron cuando tuvieron la oportunidad de hacerlo, entonces que se enfrenten al derramamiento de sangre porque no voy a detenerme. Somos ellos o nosotros y créame cuando le digo que no pienso caer y tengo como meta ganar esto con la mayoría de mis soldados. Usted decida si va a luchar o si va a quedar comiendo mierda.
Sus palabras me enojan pero no le contesto de la forma que quiero porque sé que no voy a poder controlar mi lengua y diré cosas que nos ponga en contra.
—Vine a luchar, pero no vine a derramar sangre inocente. Si está en mis manos salvarlos, lo haré.
—Entonces estamos en el mismo barco, Angela. Yo no pretendo matar a personas que no tienen nada que ver con el régimen de este país y que solo son súbditos de él. Pero no puedo quedarme a ver cómo nos matan porque no sé diferenciar quién es bueno y quién es malo. Ya te lo dije, ellos tienen la opción de irse, si no lo haces es porque aceptan las leyes de este país y la aprueban. Y a esos son lo que pienso acabar.
Camina hacia el frente de las filas de soldados y yo solo miro el cuerpo de un soldado a mi lado muerto. Tiene los ojos abiertos y es por eso que me agacho y con cuidado se los cierro. Su mano se resbala de su pecho cuando sin querer la empujo con mi codo y de ella cae al suelo una foto, donde claramente puedo ver a su esposa e hija. No puedo evitar que mi respiración falle y que las lágrimas se me acumulen en mis ojos porque vuelvo a sentirme culpable.
Tomo la foto y unas cuantas lagrimas se me deslizan al ver que la mujer está embarazada y sonríe felizmente junto a su esposo. Mi pecho arde y sollozo apretando la foto contra mi pecho.
—Lo siento, lo siento, lo siento tanto—. Lloro un poco más al mirar a mi alrededor y ver más soldados muertos. Mis sentidos se bloquean y que de un momento a otro comience a dispararnos solo logra desorientarme más.
Los soldados me rodean protegiéndome mientras los demás hacen frente a Los Rebeldes. Veo al Coronel gritar instrucciones, pero no escucho nada. Es como si no estuviera aquí. Las explosiones se vuelven más fuerte y una de ellas hacen que mi grupo de soldado salga volando, dejándome desprotegida. Pero, aunque sé que debo moverme, no lo logro, no reacciono. Reyes me obliga a pararme del suelo, dejando al soldado solo y aún con la foto de su familia en mis manos, y me obliga a correr lejos de las detonaciones, pero una nos alcanza y nos hace volar por los aires.
Grito con fuerza cuando me estrello de lleno contra el suelo y mi cuerpo late de dolor mientras mi brazo izquierdo sangra porque una varilla me atravesó. La cantidad de sangre que estoy perdiendo es escalofriante, pero aun así logro pararme y esconderme detrás de un árbol. Mi respiración se dificulta por el ambiente y tengo que ponerme mi mascarilla de oxígeno rápido mientras busco la manera de sacar la varilla de mi brazo.
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Guardaespaldas (EDITANDO)
Mystery / ThrillerMi nombre es Ángela Croft y soy la hija de los dos mejores guardaespaldas que ha tenido Estados Unidos. Mi padres son los guardaespaldas de cada presidente que toma el liderazgos del país. Desde los 6 años mis padres me enseñaron a defenderme y se t...