Angela
Estas últimas semanas he tomado medida más estricta a la hora de entrenar. Desde que sufrí ese ataque con Akira y vi lo difícil que se está poniendo esta situación, decidí que no voy a dejar que ninguno de los míos mueran, así lo haga yo.
Golpeó el saco de boxeo sin medir mi fuerza y mis nudillos se rompen al hacer contacto. Me muerdo el labio tan fuerte para aguantar el grito de dolor que me saco sangre. Mi mano tiembla cuando la atraigo hacia mi pecho y veo la venda llena de sangre. Esa es la señal de que ya debo parar a menos que quiera acabar con mi mano.
—Muchas veces he pensado que algún día vas a acabar contigo—. Escucho la voz de Akira a mis espaldas mientras se acerca a mí.
No la miro cuando quita las vendas y vemos mis heridas. No se ven nada bien, pero esta es la única manera que he encontrado para dejar salir la frustración que he estado guardando todos estos días. Que la madre de Ryan nos esté atrasando el juicio me pone de los nervios y, aunque trato de no demostrarle nada para no ponerlo más nervioso, no puedo negar que ese tema me está jodiendo la cabeza.
—È solo stress.
» Es solo estrés.
—Si, ma non è per vio che dovete uccidervi.
»Si, pero no es para que te mates tú misma.
Sonrío algo cansada y dejo que me guíe hasta mi cuarto donde me prepara la tina llena de hielo. Odio este tipo de baño, pero sé que me va a ayudar a reducir el dolor y me recuperare más rápido. Pero aun así... es demasiado doloroso meterse una piscina helada. Me voy quitando la ropa quedándome en ropa interior. Con la ayuda de Akira entró a la tina y siseo cuando el hielo quema mi piel, pero aun así me meto completa. Creo que casi quiero llorar cuando meto mis manos debajo del agua con hielo, pero me aguanto nuevamente.
—Te crees invencible y no lo eres, Angela. Eres humana y si sigues entrenado como lo llevas haciendo estas últimas semanas, vas a terminar muerta.
Suspiro adolorida antes de girarme para mirarle cara a cara. Su dedo pulgar acaricia mi ceja como lo hacía cuando estaba pequeña e iba a visitarme en casas de abuela, ella es lo más cercano a una madre desde que la mía ya no estaba.
—Akira...
—No, escúchame. Se que quieres protegernos, después de todo es tu trabajo, pero debes preocuparte por ti también. Si tú no estás bien nosotros tampoco lo estaremos, ¿me entiendes?— Nos miramos por largos minutos antes de que yo asienta y ella me abrace. —No soportaría perderte, mia piccola.
» Mi pequeña.
—No lo harás. Ya te lo había prometido, ¿recuerdas?
—Es difícil creerte cuando hay tanto peligro siguiéndonos. Porque, aunque no lo digas, yo sé que sería la capaz de dar la vida por nosotros.
Dejo salir todo el aire que contenía y la abrazo devuelta.
—Lo haría sin duda alguna porque tú y Hendrick son mi familia. Al igual que Ryan. Si se meten con ustedes no dudes en que daré todo lo que esté en mí para salvarlos. Jamás lo dudaré, nunca.
Sus ojos se llenan de lágrimas y besa mi frente antes de ayudarme a levantar y rodearme con varias toallas cuando comienzo a tiritar. Me meto en la ducha y me doy un baño rápido para poder enjabonarme. Cuando al fin estoy en mi cama, arropada hasta la barbilla veo como Akira se sienta a mi lado y comienza a acariciar mi cabello. Me relajo completamente y dejo que me mime porque de verdad estoy cansada de ser fuerte. Hoy quiero descansar.
—Creo que me estoy enamorando de Ryan—Digo en susurros, pero sé que me escucha porque su mano se detiene de acariciar mi cabello y abro mis ojos para verla.
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Guardaespaldas (EDITANDO)
Mystery / ThrillerMi nombre es Ángela Croft y soy la hija de los dos mejores guardaespaldas que ha tenido Estados Unidos. Mi padres son los guardaespaldas de cada presidente que toma el liderazgos del país. Desde los 6 años mis padres me enseñaron a defenderme y se t...