Capitulo 6

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Narra Grecia:

Se rió cuando salí con mi pijama y envuelta en la bata.

-¿Qué?

-No lo sé, hace unos años, cuando me imaginaba mi luna de miel, no me imaginaba que mi mujer estuviera con pijama...

Depravado

-¿Con qué te imaginabas a tu mujer?-rodé los ojos y puse una sonrisa falsa .

-Con nada-se encogió de hombros, arrugué la nariz.

-Iré a dormir...-suspiré-buenas noches.

Se rió.

-Buenas noches, querida esposa.

Dijo en medio de una risa.

Llegué a la que sería nuestra habitación por los siguientes 5 días. Desde aquí se pueden ver las cataratas, es una excelente vista.

Me quite la bata y la dejé en el respaldo del sillón de la habitación, me recosté en la cama y mi piel se heló con la fría sábana.

Me tapé hasta el cuello.

¡No debería haber dejado que mi mamá se encargara de mi maleta! ¡Mucho menos con la ayuda de Aurora!

Con todo lo que pusieron en mi maleta no podré estar cómoda ningún día... vestidos elegantes, bajo la rodilla, pero muy ceñidos al cuerpo, pijamas de... esposa sexy... ¡Nueva moda! ,sin contar estas batas tan diferentes a las que usaba en casa ,se parecen a las que vi una vez en el cajón de mamá o como los llamaban las criadas los fabrica bebe .

Me reí mentalmente por mi comentario. Esperen mamá no pesará que yo y Román ...... Mejor no pensemos en eso.

Estúpidas, de seguro si mi padre me viera así me cachetearía. Poco tiempo después Roman entró en la habitación.

-Pronto la casa se calentará, la llama está alta-murmuró. Abrí los ojos como platos-de la chimenea...-continuó.

-0h... que bien, hace mucho frío-susurré.

Se sacó la camisa y aprecié su espalda ancha. Tiene algunas cicatrices... no muchas, incluso, creo que sólo 3 visibles.

Le saqué la vista de encima y me volteé. El colchón se unió bajo su peso, se relajó y suspiró.

Buscó mi mano por el colchón, la tomó y la acercó a él, me giré rápidamente. Besó mi mano.

-No haré nada para lastimarte... si te casaron conmigo fue para que estuvieras protegida.

Sentí el corazón en mis orejas.

Abrí la boca para decir algo, pero él realmente me deja sin palabras.

-No estoy lista para ser esposa... ¿Me entiendes? yo pensé que todo sería... más... moderno, ¿Me entiendes? Mas real.

-Lo moderno te parece real... - se levantó un poco.

Encendió la luz de su mesita de noche y me miró. Ahora estaba con una polera blanca de mangas cortas. Mordí mi labio.

-A moderno me refiero con... yo elegir con quién estar... ¿Me entiendes? Ahora... ahora las mujeres eligen con quién casarse, eligen con quién pasar el resto de su vida, y lo aman... yo no tuve elección, mi padre ordenó y yo acaté.

-Nuestros padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos... todos ellos se casaron igual que nosotros... y eran felices.

-Eso dicen ellos, ¿Sabes cuántas amantes tenía mi abuelo...? ¿Sabes cómo sufrió mi abuela con eso? ¡Mi abuelo tenía 15 hijos! Y sólo 3 eran de mi abuela.

1939Donde viven las historias. Descúbrelo ahora