1939

Capitulo 24

/2 meses más tarde/

Narra Grecia:

¿Cómo demonios se supone que debo cargar con esto? No puedo, enserio no lo puedo.

La panza, ya se me nota y temo que eso le parezca raro a Román, él piensa que tengo dos meses, pero en realidad tengo 4. Hace dos meses que él sabe, que estoy embarazada. Desde que ocurrió ese episodio, el duerme alejado de mí. Incluso a veces ni siquiera duerme en la misma cama que yo, apenas me habla, no me mira. Evita a toda costa el contacto físico, solo se limita a preguntarme sobre él bebe y la evolución del embarazo.

Además, que anda muy gruñón. Menos con Connor, con él es adorable, es un padre muy cariñoso y atento. También siempre que llega del trabajo en vez de hablar conmigo como antes, solo se encierra en su oficina o sale con nuestro hijo a cualquier lado. Cuando estamos solo los dos en casa se siente como una prisión de silencio.

-Buenos días- saludé, él contestó con un asentimiento de cabeza. Se acerco a la mesa para tomar el periódico y tomar un café. Me acerqué a él y lo abracé por la espalda, él siempre fue débil al tacto. Besé esta misma y pasé mis manos por su pecho, él no hizo nada, sólo tomo el periódico y se alejo rápidamente.

-¿Qué quieres de desayuno?

-Voy saliendo- murmuró.

-¿Dónde vas?

-Voy saliendo- repitió de manera indiferente.

-Ok - sonreí- ¿Llegarás a cenar?

-No lo sé. Invitaras a alguien a venir cuando no este. -Tomó su chaqueta y salió.

Tu tono acusador me dio a entender que ya no tiene confianza en mí. Esa mirada despectiva en verdad me molesto, sé que cometí un error, pedí perdón por ese error. Pero porque siento que me castiga día, con su indiferencia.

Miré a Connor

-¿Cuánto crees que tarde tu berrinchudo padre en perdonar a mami? - Él solo se encogió de hombros, como si supiera de lo que le estoy hablando.

[...]

Me encontraba lavando los platos cuando sonó el timbre, sequé mis manos rápidamente y fui a abrir la puerta.

-Grecia.- dijo Aquel personaje con una sonrisa.

-Oh no- intenté cerrar la puerta.

-Tienes que escucharme.

-No, tú tienes que irte- intenté, empujarlo.

-Grecia, tu marido ya no llegó, mira la hora que es.

-¿Cómo sabes que no está?

-Tienes que escucharme. Desde hace dos meses he tratado de comunicarme contigo, y tu solo te escondes de mi.

-No, John. Vete.

-Ese bebé es mío. ¿Cierto?

-¿Qué?- dije en un hilo de voz.

-Tu y yo sabemos que ese bebé es mío.

Arrugué la nariz.

-¿Quién te dijo que estoy embarazada?

-No es un pueblo muy grande...- murmura- y tu familia es muy importante, las noticias

corren.. .. corren muy rápido. Además no soy ciego y esa panza no se ve de dos meses.

-¿Qué sabes tú?¿Tal vez son gemelos?

-Aun siendo gemelos con dos meses no estaría tan grande. Además cuando estabas embarazada de Connor a los dos meses apenas se notaba que estabas embarazada

-Era más joven en aquel tiempo.

-Dos años más joven nada más. Y sigues igual del hermosa que el primer dia.

-John, suficiente.

-Grecia, ese bebé es mío. Y no voy a parar hasta que lo reconozcas. Acaso lo nuestro no sentiste la chispa entre nosotros, yo te amo, por favor huyamos junto.

-No lo haré. Amo a Rorman y...

Estalló en risas.

-Grecia, no levantes falsos testimonios o no serás buena católica...- tomó mi cara entre sus manos.

-Por un demonio John, sal de mi casa. Hablare contigo luego pero no aquí.

De repente el auto de Román paró fuera de casa. A cado el universo confabula en mi contra.

-John por favor, si Román te ve en casa se va a enojar. Escondete en el almario de escobas o sal por la puerta trasera.

Por un momento lo vi caminar a la cocina, pensé que solo saldría y Román no se daría cuenta que estuvo aquí. La puerta estaba por abrirse cuando....

John tomó mi cara entre sus manos y me besó. Lo empujé tan fuerte como pude, justo para ver cómo Román entra tambaleándose por la puerta, parece no darse cuenta que lo estamos mirando.

-Viene tan borracho que ni siquiera sabe lo que pasa.

-Buenas noches, John amigo. Que haces aquí, si el entrenador te ve, te va a regañar por escaparte de los ejercicios- saludó Román con una extraña sonrisa.

-Parece que tu esposo volvió a sus días de academia, parece estar muy borracho.

Román estaba a punto de subir por la escalera y yo a echar a John. Cuando de repente Román se paró a mitad del cuarto escalón, dio media vuelta y me lanzó una mirada enojada

-Arriba, ahora- murmuró. Sus palabras, ya no sonaban con la de alguien borracho, parecía estar lucido, como si un chorro de agua fría cayera en su cerebro y dándole lucidez.

-Román, déjame explicarte no es lo que piensas...

-¡ARRIBA!

El corazón me dio un vuelvo, rápidamente subí las escaleras.

-¿Qué te dije? ¡TE DIJE QUE NO TOLERARÍA ESTAS FALTAS DE RESPETAS NUNCA MÁS !

-Román ...

-¡No lo quiero acá, de nuevo!

-Román, déjame explicártelo. Tomó mi cara entre sus manos.

-¡No sabes las ganas asesinas que me dan de matarlo! - Por un momento pensé que me pegaría, pero solo me observo, parece querer escuchar mi explicación.

-Román, él se apareció en casa de repente, yo no sabía que hacer... no quiero verlo nunca más, pero el sigue insistiendo, no sé cómo alejarlo- sollocé rogando que entendiera mis palabras y las recordara, pues, aunque parezca lucido sé que aun esta algo alcoholizado- él sólo... viene porque cree que el bebé es de él. Yo estoy harta de decirle que este es nuestro hijo no suyo...

Asintió como si me comprendiera. Y luego soltó repentinamente:

-Debo ir a Washington en dos días. Espero que cuando vuelva no repuebles mi casa. - murmuro

-Este bebé es tuyo, Román -Suspiró.

-Lo sé... - Dijo antes de salir del cuarto, lo siguiente que escuche fue la puerta de la entrada ser azotada.

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Prometo actualizar mas seguido o soy un perro ヾ( 'ー')シφ__ 

corto pero mejor que nada, pondría  mas pero me falta contexto histórico para coordinar alguno hechos (aunque desde un principio hay cosas que históricamente hablando no pasaron), pero para justificar algunas cosas de lo que se viene (Pedo militar). Necesito un poc de cierto contexto para que sea mas realista. 

prometo no volver a dormir por 6 meses (＿ ＿*)