Narra Grecia:
Reí y mordí mi labio, John podía ser encantador cuando se lo proponía. Escribiendo cartas, enviando flores, dedicando canciones.
Tocaron la puerta, dejé la carta sobre la encimera de la cocina y caminé hasta la puerta.
-Connor- él alzó la mirada, mi pequeño ya de dos años es tan listo que ya habla como un niño de tres años- debes comerte toda la comida. No te atrevas a tratar de bajar de la silla solo, mama abrirá la puerta.
Abrí la puerta, la sonrisa en mi rostro se espantó, corrió mil manzanas a la vuelta y aún no vuelve.
-No esperaba que me recibieras de esta manera- murmuró.
-Román- suspiré. Lo abracé con fuerza. -Estás aquí.
Acarició mi cintura. Me alzó en sus brazos y dio dos pasos para estar dentro de nuestra acogedora casa.
-Hijo.
-Papi- dijo él feliz, queriendo saltar desde su silla hasta donde está su padre.
No sé cómo lo recuerda si pasaron más de 8 meses. Y Román se fue cuando aun estaba muy pequeño de apenas un año.
-Cariño- acaricié su cara- gracias por volver...
Lo besé, enseguida la carta se me vino a la mente. Diablos la deje en la mesa de la cocina.
-Te preparo algo para comer, debes estar cansado por el viaje- lo volví a besar.
-Sólo quiero pasar tiempo con ustedes, pasar tiempo con mi hijo y hacerte el amor- murmuró. Reí nerviosa. -Ya habrá tiempo para descansar.
Caminé hasta la cocina, tomé la carta y la arrugué, enseguida la tiré a la basura.
- ¿Y esas flores?
-Oh... tu hermana las trajo, dijo que le faltaba vida a la casa.
Lo pensó un momento y se rio.
-Si, ella es así...
-Por cierto, se comprometió hace unos meses.
-Así me contaron - asintió- me mandaron 10 veces más cartas que tú. Incluso tu madre me escribió para contarme sobre el cumpleaños de Connor.
Oh rayos, en serio no le mande nada...
-Lo siento, estaba muy ocupada con Connor.
Él apretó los labios.
-Pero lo bueno es que ya estás aquí, ¿No?
-Si- murmuró. Me miró fijamente, como si me inspeccionara.
- ¿Qué ocurre? - intenté sonreír. Pero los músculos de la cara me temblaban.
-Estás... diferente...
- Ah... ¿Sí? - fruncí mi ceño. -Diferente... ¿Cómo?
-No lo sé. Subiste de peso o algo así... no lo sé...-
Rei nerviosa
-Qué cosas dices amor-dije mirando a otro lado- Mejor date una ducha, cuando salgas tendré algo muy rico preparado.
[...]
-Extrañaba tanto tu comida- murmuró echándose otra cucharada en la boca.
-Y nosotros te extrañábamos a ti- acaricié su mano. Connor restregó sus ojos.
-Tienes sueño, hijo... Ven- me iba a parar.
-No, siéntate- Román tomó mi mano- es mi turno, lo tuviste mucho en todo este tiempo.
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1939
ActionEn una época donde las tropas se armaban listas para la guerra y donde las familias militares son muy prestigiosas. Un padre decide casar a su hija con un teniente muy joven y reconocido para mantenerla a salvo. ¿Logrará aceptar su destino ? ¿Encon...