Under water || Hyunmin

18 misisipí

A veces desearía
tan solo poder aislarme del mundo por un momento.

Unas horas.

O unos días.

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La mano de Hyunjin caía inmóvil por un costado de la cama. De la comisura de sus labios se escapaban pequeñas gotas de saliva que habían logrado manchar parte de su almohada; y a pesar de que la pequeña habitación azul (con posters de nadadores profesionales y revistas de traje de baño tiradas por el suelo), se encontraba en completa paz y armonía, se vio irrumpida, de un momento a otro, por un irritante sonido.
Los ojos del morocho se abrieron de repente, y sin comprender mucho que era lo que sucedía, hizo un esfuerzo por levantar su mano dormida y tomar el celular de su mesita de luz.
El brillo desprendido por aquel pequeño aparato encandiló sus ojos, provocando que un "Agh!" de enojo se escape de sus labios y las comisuras de sus ojos se vuelvan mas achinadas.

Con dificultad, y al cabo de unos segundos, deslizó el botón verde con un pequeño teléfono en la pantalla. La voz de su amigo Felix podía escucharse claramente del otro lado de la línea y a pesar de que en muchas ocasiones esto lo pusiera de buen humor, no era exactamente lo que sentía en estos momentos.

— ¡G-day mate!— exclamó con felicidad, haciendo énfasis en su distintivo acento. Hyunjin suspiró.

— Félix, son las 7 de la mañana.

— Lo se, te llamaba por si querías que te pase a buscar para irnos caminando a la escuela.

El morocho se acostó boca arriba y miro por unos instantes el techo celeste con estrellas de plástico fluorescente pegadas en él. Ya era la cuarta vez en la semana que su amigo lo llamaba para intentar convencerlo de que vuelva a la escuela. Pero luego de su encuentro de la noche anterior, se sentía más deprimido que nunca, haciendo que tan solo quiera acostarse en su cama y dormir para siempre.

— ¿Hola?— repitió aquella voz grave.

— Sigo aquí, tan solo estoy pensando.

— Mmm... está bien, entiendo si no quieres venir, pero... te extraño, y ya no tengo a nadie con quien competir o hacer chistes sobre superhéroes. Me siento solo y todavía estás a tiempo de no quedarte libre... así que, cuando te sientas listo de volver, yo estaré aquí, esperándote.

Los hoyuelos de Hyunjin se hundieron levemente cuando sonrió ante las palabras de su amigo. También lo extrañaba, a cuando hacía bailes extraños en los pasillos, y a cuando se pasaba horas y horas hablándole del hijo menor de los Seo.
Se levantó rápidamente de su cama y miró el reloj en la pared, 7:09, si se apuraba, podía llegar para la segunda hora.

Felix, quien se encontraba esperando una respuesta, suspiró con pesadez y se dio por vencido. Apretó el botón rojo que aparecía en la pantalla y guardó su teléfono en el bolsillo trasero de su pantalón.

Se encontraba a menos de una cuadra del gran edificio color beige donde pasaba entre 5 y 6 horas diarias estudiando, y al caminar con la cabeza gacha por estar medio deprimido, no notó cuando un auto negro pasó casi rozando su izquierda.
El australiano se sobresaltó y permaneció helado durante unos segundos, mirando como de aquel vehículo que por poco lo pasa por encima bajaba un chico de estatura promedio vistiendo el mismo uniforme que él.

Apresuró su paso para observar al muchacho de cabello castaño y perfectas facciones, que sonreía con felicidad mientras el director le estrechaba la mano. Realmente no recordaba haberlo visto antes por ahí, y con tanta belleza, le resultaba extraño haber olvidado su cara.

— ¿Un chico nuevo?

Chan¡

Descubrí q mi crush lee este fic pero no sabe q es mío, mmhola