Capítulo quince: Rollen, futuro, posible guerra, libres y más abrazos.
Estaba guardando mis libros en el casillero cuando dos chicas llegaron hablando, primero hablaron de maquillaje, luego de hombres, tareas y un sin fin de cosas sin importancia. Estaba dispuesta a irme, sin embargo, el último tema si me llamó la atención y decidí quedarme a escuchar con la puerta de mi casillero de por medio para no ser obvia.
—¿Escuchaste lo que les ha pasado a las chicas que desaparecen? —Preguntó como si la noticia aún le impactara.
—¿Cómo no? si esas noticias son las que todos han estado hablando últimamente —dijo preocupada.
¿Qué noticias? ¿Por qué yo no las he escuchado?
—Lo sé, mis padres me han prohibido pedir Rollen*, han visto las fotos que subieron de los cuerpos en el internet. Y sinceramente no pienso contradecir la decisión de mis padres, esas fotografías me han puesto la piel de gallina —Su voz se estremeció.
—Papá dice que lo han estado investigando y que no solo es un hombre, son varios y parecen ser una secta —Informó—. Sin embargo, hay algo que los ha llamado mucho la atención: los cuerpos traen dos marcas en sus cuerpos, como de colmillos —Susurró.
Ambas se quedaron calladas por un tiempo y luego reventaron en carcajadas.
—Imposible, los únicos vampiros que pudieron haber sido, serían Edward y su familia —ambas rieron.
En cambio en mi rostro no había ninguna expresión con aquella noticia. Cerré de golpe mi casillero y me alejé de aquel lugar, no sin antes echarle un vistazo a las chicas que habían hablado. Identificarles el rostro me podría servir después.
Já, clever Margaret.
Tenía que sustentar esa información y darles la noticia a los líderes, ningún vampiro podía hacer eso, aun cuando no permanezcan al Castillo. Porque según yo el acuerdo de paz es para todos los vampiros.
Me dirigí a la biblioteca en donde podría usar el Wifi. Culpa de Simon por no poder ponerme datos ilimitados y culpa de la escuela por no poner wifi en todos lados.
Al conseguir configurar el maldito wifi, busqué en la web: 'chica asesinada en Rollen, Night Valley'. Habían sólo trescientos resultados y en algunos habían censurado las imágenes, iba desplazando la pantalla, entrando a cada página, buscando la mayor información posible, hasta que encontré una página web llamada me reí de los idiotas que habían sido al llamarla así, me metí y lo primero vi al cargar fue una imagen en donde había sangre en una pared y decía: 'Bienvenidos'.
Luego había un apartado en donde decía: 'Nosotros no seguimos las reglas y menos ahora cuando una mujer es la elegida para imponerlas, ten cuidado con lo que haces princesita. Publicaremos a nuestras victimas cada viernes por la tarde' y luego estaban las imágenes de la chica en el asiento trasero del auto y otras dos más en distintas calles.
Malditos machistas de mierda.
Me levanté haciendo demasiado ruido, cosa que no me importó en ese momento, estaba llena de furia y necesitaba descargarme.
Había traído unas bolsas de sangre para evitar causar una catástrofe, me tomé todas y la ira aún no se iba. Sentía mis colmillos doler como si pidieran algo más que unas simples bolsas de sangre, pero no podía, no podía hacerlo de nuevo.
Necesito concentrarme, cerré mis ojos y mis puños lo más fuerte posible y respiré despacio, estuve así hasta que conseguí controlar mi ira.
—Princesa —Oh no—, que placer encontrarte acá —Cerré el casillero y me encontré con Patch.
—¿Qué haces estudiando acá? —Mi curiosidad habló por mí.
—Al igual que tu tengo una vida ficticia a la que atender —Respondió con una sonrisa ladeada—, ¿te saltas la clase? —Me invitó.
Una tentadora propuesta, muy tentadora. Y luego esta vocecilla dentro de mí, secunda a favor diciéndome que él podría ser como Patch para mí.
Margaret no, Margaret él es peligroso, Margaret no puedes volverte malvada, no Margaret, no, no, no.
—Okay, pero no pienso salir de acá —prácticamente acepté, su sonrisa se ensanchó y tomó mi mano, murmurándome un no te preocupes princesa.
Me dirigió al lado abandonado y prohibido de la escuela en donde había muchas parejas comiéndose libremente, había personas fumando y riendo como locos y otras personas solo hablaban.
—¿Qué hacemos acá? —Pregunté sin dejando de ver a los demás.
—Bienvenida a nuestra guarida princesa —Sus ojos atraparon los míos.
Me miré, yo frente a un espejo despeinada, llorando y estaba llena de sangre, me veía al espejo y al intentar limpiarme me llené de sangre la cara, dando pasos a más lágrimas.
¿Qué había pasado? ¿Por qué estaba así? ¿por qué tenía sangre en mi cuerpo?
—Margaret ¿que acabas de hacer? —Sollocé golpeando el espejo y quebrándolo, las pequeñas piezas de espejo roto cayeron al suelo y en los pedazos que quedaron en el espejo me enseñaron una mirada llena de obscuridad y una sonrisa en mi rostro.
Salí del baño en el que me encontraba y me dirigí a lo que aparentemente era una sala, me paralicé al ver la desastrosa escena.
Había un cuerpo tirado en el suelo, pálido y con mordidas en diferentes puntos de él, era un hombre, sonreí al verle y mis ojos se pusieron rojos, relamí mis labios y pasé mi lengua en la sangre que me había quedado en las manos.
Justo cuando me iba acercar, para ver de quién era el cuerpo, volví a la realidad.
Los ojos de Patch no se habían movido, seguían mirándome con la misma intensidad.
—¿Qué fue eso? —Sabía que él también lo había visto.
—Eres tú, justo después de aceptar tu obscuridad —Me dio una sonrisa tipo Joker. Fruncí mi ceño.
—¿Ese es mi futuro? —No sabía cómo sentirme o reaccionar en estos momentos.
Cierta parte en mi está emocionada y atraída por la obscuridad, pero luego está esta parte en la que no quiere que pase nada de eso.
—No aún, puedes cambiarlo pero tarde o temprano ese día llegará Margaret, es tu destino —Sus ojos captaban mi mirada, era como si a través de ellos pudiera ver algo más.
Era inexplicable, aquellos ojos parecían ser más que ojos.

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Besos color sangre
VampirosMargaret ha amado a los vampiros desde que tiene memoria, luego de unos años llega a la conclusión de que estos no son más que ficción. Sin embargo, su vida da un drástico giro al conocer a Stewart quién le demuestra que los vampiros si son reales. ...