19. Decisiones

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Diego

Hay decisiones que tomar, que seguir y terminar. Decisiones temporales que si, dolerán esta y otras vidas pero que hay que ejecutar. Estamos acostumbrados a leer historias sobre el amor cliché, el amor que siempre debe darle a entender a los lectores que durará para toda la vida.

Mi versión quizás no es la que ustedes esperan, porque si, me fui, abandone a Sofia y hasta ahora me digné a aparecer. Asegúrense de conocer a la persona a la que deciden amar "para toda la vida"más allá de una ilusión, hay cargas qué, aunque estemos dispuestos a soportar, no podemos.

Entender que una persona que sonríe puede llorar por dentro es difícil, pero también muy necesario. Hay tantos detalles que observar, que indagar y que aceptar, pero nos perdemos tanto en lo bonito, en el amor, en lo romántico, en lo vainilla que somos ciegos ante lo que de verdad necesitamos prestar atención.

En todo este tiempo jamás creí que mi mayor miedo fuese decepcionar a alguien, sobre todo a la mujer que amo, ni siquiera a mi mismo; pero que horrible saber que el error que estoy cometiendo la afecta más a ella que a mi.

Egoísta, si.

Está completa y remotamente mal pensar que con decir "Somos humanos, nos podemos equivocar" podemos liberar y perdonar cualquier cosa. No, al contrario, por ser humanos y ser imperfectos esta bien equivocarnos, pero lo más coherente es intentar arreglarlo, volverlo a hacer luego de aprender y dios, que impotencia tan grande siento al saber lo que le hice a ella.

—Diego, lo que pediste. —La voz de Alhan me distrajo en cuanto entró a la habitación. El matrimonio le estaba sentando bien, a diferencia de a mi, él eligió hacerlo bien. —Hice lo que pude, en verdad.

—No sé si quiero proceder. —Dudé.

Alhan dejó caer una pila de carpetas con el nombre de Sofia en la tapa, eran todos los documentos que la fiscalía pretendía decomisar de la mansión Asher para que el juicio se diera a favor de Simón y su supuesto heredero.

Siendo sincero, ya no sabia como llevar la situación. Esto era critico para Sofía pero sentía que me perjudicaba más a mi, que no habría retorno, que estábamos perdidos.

El juicio se había cancelado, y no entendíamos por qué. Sofía me estuvo representando durante mucho tiempo hasta el momento en que empezaron a cuestionar si su razón era apta para hacerlo.

Mi esposa estaba loca.

Sofía tenía tanta droga en la sangre, ni siquiera me había puesto a pensar en que ella pudiese estar muriendo desde adentro y yo solo me preocupaba por la puta justicia, mientras que a mi mujer nadie nunca se la haría. 

Su cabeza ya no pensaba con claridad, Sofia se había vuelto un robot que solo actuaba referente a lo que le hacían entender y ver, o sea, que si yo le dije que estuvo embarazada no quiero ni pensar en todo lo que su mente debe estar maquinando en este momento, en como mierdas no me di cuenta que tenia esquizofrenia.

No me digan indolente al llamarla loca, enferma mental no es un termino mejor para describirlo, simplemente es algo más elegante para decir que es jodidamente malo.

—Debí suponer toda esta mierda. —Empecé a romper la montaña de carpetas tomando algunas y leyéndolas por encima. —No hubiera expuesto, ni forzado a Sofía a tanto.

¿Cómo asimilas que obligaste a alguien a quererte solo por ser lo único que conocía? Ella nunca se preguntó si quererme estaría bien, jamás miró el panorama, nunca vio si eso le convenía. Ella solo salió de un sufrimiento, para entrar en otro que cada vez empeoraba más y más.

Cisne Negro ✔ Asher #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora