[22] Alternative

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Volví a mi casa con Nancy,la cual quería cada detalle de lo que había pasado,a la vez que paramos por helado porque "esto esta muy bueno como para no comer escuchándolo" según ella. Mi madre me había esperado con una expresión de desaprobación,a la vez que me exigía explicaciones por el suceso en la escuela y por qué no había puesto un pie en la casa desde que ellos llegaron,horas antes.

-¡¿Un chico te golpeó y tu lo dices como si nada?!-. Gritó histérica mi madre, revisando mi hombro sobre la ropa.

-Mamá,no hay nada de que preocuparse. Él ya no es un problema, ya no me molestará más-. Dije apartando un poco su mano de mi hombro.

-Tambien escuché por ahí qué fuiste a la casa de tu novio-. Dijo alzando sus cejas.

-Oh,si. Pero no pasó nada malo,solo hablamos algunas cosas importantes-. Aclaré,sonrojándome.

-Cariño,no iba a castigarte,solo iba a preguntarte si sabes los metodos anticonceptivos-. Dijo riendo, causando que mi vergüenza aumentara,al igual que mi curiosidad.

-Pues,sé que existe el preservativo pero...

-No sabes como se pone ¿verdad? Y si no me equivoco,tampoco sabes de las pastillas anticonceptivas-. Habló interrumpiendome. Asentí con la cabeza y ella sonrió de manera tierna,sus ojos marrones se suavizaron y unas pequeñas arrugas salieron al final de ellos.

-Vamos a la cocina,creo que debemos hablar-. Volvió a hablar manteniendo la sonrisa.

Ambas caminamos a la cocina,donde mi mamá me contó los métodos anticonceptivos que existían y los que eran más seguros. También me dijo que el preservativo servía para prevenir enfermedades de transmisión sexual y no solo para prevenir embarazos no deseados.

-Y,Valerie,recuerda que aunque ese chico te ame con todo su corazón aún no pueden ser más que novios-. Habló por última vez, recordándome que aún era una adolescente.

Ser una adolescente era problemático, todo era una crisis emocional constante donde no sabía si mis sentimientos hacían bien en sentirse de tal forma, claramente no. Una constante batalla entre mis sentimientos y mis pensamientos,no poniéndose de acuerdo para trabajar en conjunto. Tragar todos mis sentimientos y palabras,solo para explotar sin aviso.

Le agradecí la charla a mi madre y fui a mi habitación,ya era muy de noche y necesitaba descansar. No había comido nada pero era mejor así.

Cambié mi ropa por mi pijama,abrí la cama y me sumergí entre las mantas, sintiendo el amigable calor de ellas mientras cerraba los ojos e intentaba dormir.

Mis sueños eran raros,pocas veces alguno se cumplía parcialmente pero eso no quitaba el hecho de la rareza que manejaban. Todo parecía un flash a lo que soñaba en mi niñez. Muchos animales,antiguos juguetes que me solían dar en el laboratorio y las mismas pruebas espantosas diarias.

No lograba escaparme de ellos aunque lo intentara,me atormetaban todas las noches y me decían la verdad sobre todo; con una única condición de que nunca diga que ellos existen. Las voces eran mis enemigas pero a veces no lo parecían,momentaneamente solo existían para ayudarme o perjudicarme, dependiendo la situación.

La mañana siguiente llegó sin retrasos, había despertado más de una vez en la noche y había dado vueltas en la cama para volver a conciliar el sueño. En mi hogar todo parecía en su lugar,el desayuno preparado,silencio profundo y una soledad inmensa. Era miércoles, un día horrible,mitad de semana y un día con dos horas de matemática,un delirio.

Apenas salí de mi casa regresé por un abrigo,bastó que cerrara de nuevo la puerta para que el auto de Steve se colocara en la acera de mi casa. Sonreí y él mi,rápidamente fui hasta su auto y subí intentando evitar el frío. Dejé mi mochila en el suelo del auto y besé a Steve,solté un suspiro al separarnos, había estado esperando este momento desde que me había despertado.

rich girl »steve harrington #STProyectDonde viven las historias. Descúbrelo ahora