you killed me on the moon | the umbrella academy

eight

    Él apenas y escapa de la explosión.

    Está cansado, molesto y con unas insaciables ganas de terminar su café de un trago. Su mente es un constante bucle de lo sucedido hace minutos, solo espera haberlo hecho bien o sino de lo contrario vendrán a por él de nuevo, y está vez quizás para finalmente liquidarlo. Por la periferia de su ojo derecho puede notar a Allison abriendo la nota de la Comisión con la reasignación de una tarea urgente: proteger a Harold Jenkins.

     Sea quien fuese, Cinco se aseguraría de matarlo...

—¿Quién diablos es Harold Jenkins?—Como si leyera su mente, Luther expresó confundido.

—No lo sé... aún—añadió entre dientes, odiaba no saber algo, pero sería cuestión de tiempo saber de su ubicación—. Si se que él es el responsable del apocalipsis, así que debemos encontrarlo y debemos hacerlo ahora—aclaró mientras lanzaba el vaso descartable vacío a lo lejos y se limpiaba los restos del líquido en la comisura de su labio con el dorso de su mano.

—¿Cómo está conectado con lo que pasará?

—No lo sé—gruño, exasperado por las inútiles preguntas de Luther, ¿por qué no simplemente matarlo y ya? 

—Espera... solo sabes su nombre, ¿eso es todo?—Diego se adelantó, poniéndose frente a sus demás hermanos mientras lo miraba con el ceño fruncido, con la disconformidad reluciendo en sus ojos, Cinco suspiró con cansancio.

—Es suficiente para mí—evidenció encogiéndose de hombros, sonando incluso algo desalmado.

—Seguro hay docenas de Halrolds Jenkins en la ciudad.

—Entonces es mejor comencemos a buscar—impaciente mientras miraba su reloj aceptó, repiqueteando su pie contra el suelo de madera y pensando en las posibilidades.

    Lentamente escuchó las voces de sus hermanos difuminada, algo captó su atención por completo, y eso era el dolor punzante proveniente de la herida a un costado de su estómago. Tensó su mandíbula y rechinó los dientes, no era la primera vez que debía soportar el dolor, debería ser común y llevadero a éstas alturas para él, por lo que decidió ignorarlo. Mientras escuchaba a sus hermanos discutir decidió intervenir de nueva cuenta, esclareciendo algunas dudas que consideraba absurdas.

—¿Tienes alguna idea de lo loco qué suena eso?—Allison aseveró, mientras tanto Klaus como Luther hablaban al mismo tiempo y Diego murmuraba, Cinco negó, sintiendo su cabeza doler de tanta incompetencia que debía aguantar, ¿realmente era buena idea qué sus hermanos le ayudasen?

—¿Sabes qué es loco? Tengo la apariencia de un niño de trece años,  Klaus habla con los muertos y Luther piensa que engaña a todo el mundo con su abrigo—expuso con ironía, harto de que hablaran sobre normalidad y ordinariez, cuando ellos eran todo menos eso—. Todo sobre nosotros es loco y siempre lo ha sido. 

—Tiene razón—Klaus aceptó mientras caía en el sofá por completo, luciendo estreñido y del mal humor, Cinco enarcó una ceja ante su conformidad con el asunto.

—No escogimos ésta vida, solo la vivimos, o al menos lo haremos por los siguientes tres días—continúo con pesar, mirando a sus hermanos fijamente, observando sus rostros inseguros y asustados.

—La última vez que lo intentamos todos morimos, ¿por qué esta vez sería distinto? ¿Por qué no ir a casa con mi hija?—Negativa como se había vuelto, Allison inquirió mientras se cruzaba de brazos y entrecerraba sus ojos, la fiereza de una madre protectora era algo que Cinco no cuestionaría, pero ésto requería medidas desesperadas.

—Porque ésta vez me tienen a mi y tenemos el nombre del hombre responsable—explicó algo exasperado, irritado de que no pudieran ver lo que él sí, una oportunidad inigualable que podría desvanecerse frente suyo si no la aprovechaba sabiamente—. Literalmente tenemos la oportunidad de salvar las vidas de millones de personas, incluida Claire—finalizó mientras miraba a Allison con intensidad, ella pareció descomponerse al percatarse de que sabía el nombre.