Parpadeo ajustando mis ojos a la luz brillante, la punzada creciente en mi cabeza se siente como un millón de agujas pinchando mi cráneo. Me remuevo incómoda en la superficie dura, la esencia a lavanda me desconcierta y finalmente, mi cerebro reproduce una serie de escenas que me hacen abrir los ojos más de lo normal.
Cómo puedo me siento en el colchón duro, paredes azul cielo y equipos médicos rodean toda la sala, obviamente se trata de una enfermería, lo avisa el gran letrero en la puerta. Llevo una mano a mi frente descubriendo un material suave que la rodea.
¿Acaso lo que ocurrió fue real?
¿Qué fue lo que vi?
–¡Finalmente despertaste! Vaya caída la que tuviste...Todo un drama, cielo.
Frunzo el ceño, observando a la mujer que entra. Es delgada, de piel oscura, lleva un uniforme blanco y unos anteojos de pasta gruesa color púrpura.
Saca una linterna pequeña de su bolsillo y la coloca sobre mi ojo sin reparo, siento esta vez como mi cabeza amenaza con explotar. El ceño fruncido aumenta cuando coloca un dedo en alto.
–Mira aquí, preciosa. –Hago lo que me indica por inercia y sigue con el mismo procedimiento en el otro ojo. Una vez satisfecha me sonríe. –Todo parece bien y los exámenes de sangre que te hicieron salieron con niveles normales, anotaré en el historial que todo fue un accidente, sumado al cansancio y estaremos listos para dejarte ir...Vaya que has dormido mucho estos días.
¿Días?
–¿Qué fue lo que paso? –Pregunto, sorprendiéndome por mi voz débil, temblorosa. –¿Qué día es hoy?
La enfermera me sonríe. –Tranquila, sufriste una caída en el baño, te golpeaste la cabeza contra la baldosa...Pero gracias al cielo no pasó a mayores, tuviste una contusión. Tu compañera informó a dirección, descansaste por dos días seguidos, tus amigos estaban preocupados, te has convertido en una celebridad por tal accidente.
Mis labios se separan apenas termina de hablar.
...–Estamos a 29 de Octubre.
Llevo una mano a la cabeza y suspiro, demasiadas cosas rondan mis pensamientos ahora mismo.
Hoy es mi cumpleaños.
La mujer desaparece por un momento, volviendo con píldoras y un vaso de papel lleno de agua, me indica que son pastillas para el dolor así que no dudo en tomarlas.
–No quiero ser entrometida...pero esta mañana tu novio me pidió que lo dejara verte, me he tenido que negar por la gravedad de tu estado pero ahora que estás bien puedo buscarlo y hacerle pasar.
–¿Mi novio?
Me mira bien, imitando mi gesto de confusión. –El joven alto, de ojos verdes y cabello castaño, me ha parecido por lo que ha dicho que su nombre es Azzio.
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Ángel Oscuro: El Sello Celestial © EDITANDO
FantasiaSaga Marcas Celestiales - Ángeles I Orden Cronológico: Ángel Oscuro: El Sello Celestial. Ángel Blanco: El Llamador. Ángel de Sangre: El Pacto Final La amenaza era constante, dejándote sin el tiempo de siquiera procesar que los ángeles, los demonio...