Atrapado en el 21 |||| Joerick

CAP. 1.

Seguí el largo pasillo sin pensar, prácticamente como hacía siempre…

Saludé a un par de clientes con la mano y me metí en la cabina viendo como mis compañeros se arreglaban un poco.

-Qué te toca Brian?

-Barra- dije mientras me sentaba en el pequeño sillón que había y tiraba mi cabeza hacia atrás.

Miré a Christopher y lo observé cómo se ponía maquillaje por el cuello. Me acerqué a él y agarré una esponja para ayudarle.

-Qué te pasa ahora?

Bufé y Christopher giró los ojos mientras agarraba mi otra mano.

-Erick acabas de empezar tu turno ahora, no puedes comenzar así ya

-Pero a tí hoy no te toca barra

-Me toca mesas, que es peor…

-Lo siento…

-Tranquilo, ya estoy acostumbrado- me contestó en un susurro.

Deje la esponja en la mesa y me despedí de Chris para irme otra vez hacia el sofá.

Él era la única persona estable en mi vida.

Tampoco se puede pedir mucho trabajando en un club de stripptis...

Muchas personas me preguntan por qué, siempre contesto lo mismo… Cuando no tienes nada que ofrecer acabas vendiendo lo único que te queda, tu cuerpo…

Cuando llegué al 21 con 16 años fue extraño empezar. Hice un contrato y prometí quedarme aquí si me pagaban los gastos necesarios. Lo hicieron.

Al principio no llevaba bien eso de que me tocara mesas. Ir por ahí viendo a hombres mirándote y que te toquen no es lo mejor del mundo. Y más para un niño de 16.

Aunque lo peor era cuartos. Ahí sí o sí te iban a violar. Y la mayoría no eran los hombres de las películas que tienen unos abdominales fabulosos y un sentido del humor increíble. Eran hombres desesperados que solo te ven como un agujero donde meter el pene.

Y todo era gracias a mi maravilloso jefe Yoandri, un buen tipo. Cuando pasaron 2 años me nombró empleado fijo, desde entonces trabajo casi todas las noches solo con la compañía de Christopher.

Él es de los pocos que aguanta el ritmo. Aunque hay más, obviamente.

Pero son unos estúpidos que no merecen nuestra saliva para insultarlos.

Salí al bar y me metí en la barra viendo como aquello se iba llenando rápidamente, como todas las noches.

Pasó el tiempo y yo iba viendo como Christopher se movía de mesa en mesa saludando a todos y hablando con ellos mientras que le hacían cosas vulgares que no tendríamos ni que soportar.

Una de las veces, el hombre le dijo algo a la oreja y Christopher se levantó de su regazo mirándome y caminando hacia las habitaciones seguido por el hombre.

Eso era lo peor de mesas, y de este trabajo en general. Que trabajabas para el sexo aunque no te apeteciera. Por eso entre nosotros decíamos que era violación, no sexo normal. Era sin nuestro consentimiento y los clientes lo sabían, pero aún así venían.

-Oye niño

Giré mi cabeza y pude ver a un hombre alto con un tupé extraño

-Esto está abierto todos los días?

-De lunes a domingo, efectivamente

-Ah, y se tiene que reservar?

-Depende de para qué, por qué pregunta?

-Me gustaría venir mañana a una despedida de soltero, somos unos 12… Me gustaría tener a por lo menos 3 a mi total disposición

-Señor esto es un club de stripptis no un restaurante así que me temo que si en el momento se podrá atender se le atenderá.

Noté una mano en mi cuello y me giré para ver a mi querido Yoandri con una sonrisa.

-No se preocupe señor, usted tendrá a sus 3 hombres a su disposición, los que usted desee y hasta cuando usted quiera. Tendrá que dejarme un nombre…

-Johann, a nombre de Johann

-Perfecto Johann, un gusto. Mañana nos veremos

El tal Johann se fue con una sonrisa en su cara y yo me giré hacia Yoandri girando mis ojos.

-No puedes hablarle así al cliente

-Y tú no puedes aparecer por la barra así por qué si, te recuerdo que tu lugar está en las mesas

-No me digas lo que tengo que hacer.

Se quedó callado mirando hacia los clientes mientras que yo preparaba una copa que me habían pedido.

-Maldita sea, dónde está Christopher?

-En habitaciones

-Le tocaba mesas!

-Si pusieras la orden de que los que están en mesas no se tocan todo sería más fácil.

Yoandri se quedó callado y acercó su rostro hasta mi oreja.

-Ten por seguro, Erick, que mañana tú serás uno de los que atienda al señor Johann, y estarás en habitaciones.

Se despegó de mí pegándome un empujón y yo bajé la cabeza respirando hondo.

Definitivamente, la vida es una completa mierda.

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Holaaa¡! Estoy muy feliz de empezar este nuevo libro, espero que os guste igual o más que los otros <3