CAP. 10.

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Joel puso su mano en mi espalda apretándome más a él. 

Moví mi cabeza acomodandola en su pecho notando como sus manos bajaban y subían por mi espalda acariciándola completamente. 

-Ha sido un buen orgasmo- me dijo mirando al techo al igual que yo. 

-Sí, la verdad que vamos mejorando. 

-De todo se aprende- me dijo con una sonrisa haciéndome soltar una carcajada. 

-Joel cuéntame algo de tí 

Joel se quedó callado y suspiró hondo girando su cabeza hasta que chocó con la mía. 

-Qué quieres que te cuente? 

-Cómo fue tu infancia? 

-Bonita. Siempre tuve mucho cariño por parte de los que me rodeaban. 

-Cuando les contaste cuál era tu orientación sexual también? 

-Si, dicen que se me notaba desde muy pequeño, nunca tuve que decirles nada 

Sonreí por el simple hecho de imaginarme a Joel de pequeño dando señales de su orientación sexual.

-Tu papá no te dijo nada? 

-No, él fue de los que más me ayudó y apoyó. Y tú? 

Me quedé callado apretando mis labios eligiendo mentalmente las palabras adecuadas. 

-Bueno, es complicado… Cuéntame mejor de tí

Joel suspiró hondo y se levantó de la cama poniéndose una camiseta sin decir ni una sola palabra. 

-Joel? 

Lo vi salir de la habitación sin hacer ni un solo comentario. Cerré los ojos con fuerza y suspiré maldiciendo internamente. 

Me levanté de la cama y me puse mi camiseta para salir de la habitación y cerrar la puerta a mi espalda. 

Entré en la cocina y me senté en la banqueta viendo como Joel me daba la espalda haciendo como si fregaba, aunque era obvio que no estaba fregando. 

-Te has enfadado? 

-No sé nada de tu vida Erick… No te das cuenta? 

Asentí mientras fruncia el ceño apoyando mis manos en la isla. 

-Mi madre era prostituta, llevaba a gente a casa a cambio de poder ganar algo de dinero para pagar la casa y todo eso. En una de esas se rompió el condón y me tuvo a mí, no tengo ni idea de quién es mi padre. 

Joel se quedó callado dándose la vuelta poco a poco.

-Quieres que te siga contando?- le dije con picardía- aunque te aviso que mi infancia no fue tan perfecta como la tuya. 

Pude ver algo de rabia en los ojos de Joel pero también el orgullo que tenía. 

-Continua, te escucho 

-Mi madre era alcohólica, cuando no estaba trabajando bebía tanto que la mayoría de los días era yo quien la tenía que ayudar a vomitar. Una noche estaba tan borracha que no pudo atender a uno de sus clientes- me quedé callado mirándolo mientras se me ponía una sonrisa amarga en la cara- adivina quién tuvo que trabajar esa noche

La cara de Joel cambió radicalmente. Caminó hacia mí y se sentó a mi lado quitando el pelo de su cara. 

-Cuando tenía 15 años no podía aguantar más las violaciones ni las palizas que me daba mi madre así que me escapé de casa. Intenté buscar un hogar o un trabajo pero nadie alojaba a un niño de 15 años que se refugiaba en la poesía para salir de todos sus problemas. 

Atrapado en el 21 |||| Joerick   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora