Acaricié el pelo de Joel mientras miraba la película apoyando mi cabeza en su cuello notando su suave espalda en mi pecho.
No recuerdo el nombre de la película, tampoco me importaba, no estaba prestando mucha atención.
Joel estiró su cabeza hacia atrás y yo dejé un beso ahí abrazándolo levemente.
-Te está gustando?
Sonreí levemente y él soltó una carcajada parando la película.
Se giró hacia mí poniendo una mano a mi lado con sus rodillas a mis lados.
Suspiré hondo mordiendo mis labios mirando su rostro de arriba a abajo.
-No puedes mirarme así y luego pretender que me quede como si nada.
-Bueno, pues haz algo…
Joel sonrió mirándome poniendo un mechón de mi pelo detrás de mí oreja.
Se levantó del sofá dejándome apreciar su plano abdomen y sus marcados abdominales.
Bebió un trago de agua y me miró arrodillándose en el sofá dejando un beso en mi boca.
Pasó una de sus manos por debajo de mis rodillas y la otra encima de mi cintura para levantarme sin ningún esfuerzo.
Se levantó del sofá conmigo en brazos caminando lentamente hacia su habitación.
Cuando llegamos me dejó en la cama como si fuera un cristal y no pudiera recibir movimientos bruscos.
Besó mi boca lentamente jugando con mi lengua acariciando mi piel bajo mi ropa.
Quitó mi camiseta y comenzó a besar mi cuello succionando algunas partes haciéndome erizar.
Pasé mi mano por su pelo estirando levemente sus puntas haciendo que tirara su cabeza hacia atrás.
Besé su nuez y lo giré poniéndome encima besando su boca.
No me di cuenta hasta ese momento de que mi cuerpo me pedía a gritos y sin descanso el roce de su piel con la mía.
El simple contacto de cuerpos, el amor con el que deslizaba sus manos por todo mi cuerpo, la suavidad con la que me besaba y el deseo de tenerle cerca y no dejarlo escapar jamás.
Joel acarició mi abdomen mientras metía dos de sus dedos en mi interior.
Tiré la cabeza hacia atrás notando como sus manos se paseaban por mi espalda dejando delicados besos en mi pecho.
Salió de mí y miró mis ojos esperando mi aprobación.
Acaricié su cuello acercándolo a mí dejando un beso en su boca notando como él metía su pene en mí haciéndome abrir la boca levemente.
Sus embestidas eran firmes y las más placenteras y necesitadas del mundo.
Su mano se paró en el cabecero y la otra buscó la mía entrelazando nuestros dedos uniéndolos a la perfección.
Mi otra mano solo podía arrugar las sábanas, apretarlas y sentir que iba a morirme de placer en cualquier momento.
Sus embestidas fueron más fuertes y yo enrollé mis piernas en su cintura mientras su cuerpo se tiraba hacia delante acariciando mis brazos.
Fue suficiente para darme cuenta de lo necesario que era Joel para mí. La única persona que me haría sentirme así jamás.
Él podría hacerme la persona más feliz del mundo con tan solo sonreír, pero también podría hundirme en la miseria si se lo propusiera.
Tenía tanto poder en mí que era difícil mantener mi salud mental estable.
Aunque yo también lo sabía, el poder sobre el otro era mutuo. Joel de verdad me amaba y realmente él sabía que yo no era la mejor persona del mundo aunque seguía ahí, tal vez disfrutando del poder del masoquismo o viviendo lo que parecía ser un sueño hecho realidad.
Nunca creí en el concepto de la media naranja ni mucho menos en las almas gemelas. Trabajaba demasiado para ponerme a pensar en eso hasta que lo conocí, y a su vez me conocí a mi mismo.
Me enseñó tantas cosas como jamás imaginé aprender ni mucho menos estar pensando mientras sus embestidas recorrían con electricidad cada rincón de mi cuerpo.
El orgasmo llegó a mí al igual que lo hizo en Joel a los pocos segundos.
Bajé mis piernas notando como Joel se tumbaba a mi lado respirando hondo.
Nuestras manos se unieron aún mirando al techo cuando lo único que se escuchaba eran nuestras fuertes respiraciones.
Giré mi cabeza hacia él cuando al momento él me imitó.
Giré mi cuerpo viendo como él hacía lo mismo provocando que nuestras miradas se juntaran sin decir ninguna palabra.
Joel se acercó más aún juntando levemente nuestras narices moviéndolas de una manera muy adorable haciéndome sonreír.
Dejó un beso en mi nariz y miró mis ojos de nuevo mordiendo su labio.
-Te amo- susurré notando como él dejaba mechones de mi pelo fuera de mi rostro.
-Yo también Er…
Sonreí más fuerte acercándome a él acomodando mi cuerpo cerca del suyo durmiendome en pocos segundos.
Cuando desperté solo pude notar las manos de Joel acariciando mi brazo de arriba a abajo.
Me moví y él se alteró levemente sonriendo de golpe.
-Hola bebé, buenos días…
Me senté en la cama acariciando mi pelo acomodando mi vista al lugar.
-Buenos días- dije girandome a verlo viendo cómo él se inclinaba acercando su cara a la mía rozando nuestros labios.
Se levantó y caminó hacia la puerta mirándome con una sonrisa.
-Voy a preparar el desayuno.
Bufé y me volví a acostar oyendo como reía.
Joel salió de la habitación y yo me levanté de la cama poniéndome mis boxers.
Mi teléfono comenzó a sonar y yo lo agarré sin saber quién era.
-Si?
-Flaco! Flaco, no vas a creer lo que te tengo que contar!
-Chris relájate, qué pasa?
-Flaco nos han contratado en el restaurante! A los dos!
-Qué estás diciendo?!
-Te lo juro! Me acaban de llamar y me lo han dicho! Me han dicho que no es mucho dinero pero iremos ascendiendo.
-Christopher eso es lo mejor que nos ha pasado en mucho tiempo… Estoy muy feliz
-Y yo, es lo que merecemos, por fin algo bueno.
Me despedí de Christopher y salí de la habitación entrando a la cocina rápidamente.
-Joel!
Joel giró su cara hacia mí y yo corrí hacia él enredando mis piernas en su cadera acariciando su nuca.
-Me han contratado en un trabajo nuevo…
El gesto de Joel cambió radicalmente a uno de felicidad.
Comenzó a besar mi cara y me dejó en el suelo acunando mi cara.
-Eso es genial Erick, créeme que me alegro muchísimo y que estoy demasiado orgulloso de tí.
Dejé un suave beso en su boca y miré sus ojos miel sintiéndome el hombre más feliz del mundo.
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esto ya se acaba gente :’)
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Atrapado en el 21 |||| Joerick
FanfictionErick trabaja como prostituto en un local llamado "21". Joel tiene una despedida de soltero y se presenta en ese mismo local.