Lessons ||One-Shots|| [México]

10▪Inclusión

Canadá

El sol ardiente de la tarde se asomaba con fuerza desde todas las ventanas de la sala de reuniones, todas las naciones que ahí se encontraban estaban inmersas en las explicaciones de la organización frente a ellos; habían pasado horas desde que la sesión había dado inicio y no parecía que fuese a terminar pronto. Aun había muchos temas a tratar como parea dar por finalizado todo.

Las palabras de ONU resonaban por toda la habitación, llenando cada espacio de esta de su profunda y tranquila voz; raramente interrumpida por algún país que quisiese dar su opinión o simplemente hacer una pregunta al respecto.
Un escenario bastante profesional y serio que raramente se era visto en el lugar; la mayoría de las veces se tenía que lidiar con constantes peleas y arrebatos entre países rivales o alguno que otro debate acalorado que terminaba desquiciado a más de uno.

Afortunadamente para todos ahí ese día no eres como los anteriores, ese día era pacífico y, aunque había bastante trabajo para todos, ningún país en particular se veía cansado o agotado.

-Como otro de los puntos a tratar, a petición de ambos polos, se pide que en todos los países con altos niveles de emisiones de CO2 se implementen medidas de cuidado ambiental... Por tercera vez en el mes-

La mirada molesta de ONU se dirigió rápidamente a China, quien simplemente giró su cabeza a otro lado y silbaba de manera inocente, evitando cualquier contacto visual con la organización.

Por primera vez en el día ligeras risas ahogadas se escucharon resonar, siendo estas provenientes en mayor parte del área americana, que tenía a casi todos los que la conformaban cubriendo su boca, buscando silenciar sus carcajadas.

-Como sea, los polos y yo hemos decidido que-

Como si por arte de magia se tratase la organización se vio nuevamente interrumpida por el sonido de su propio celular, el cual estaba recibiendo una llamada.

Con una mueca de desesperación en su rostro, ONU se excusó suavemente antes de salir de la habitación para atender cualquiera que fuese el asunto por el que osaban llamarlo a mitad de un reunión importante.

Rápidamente todas las naciones en la sala se pusieron de pie, comenzando a aglomerarse en pequeños grupos a lo largo y ancho de toda la sala.
En una esquina se encontraban los latinos junto con Alemania, quien, a pesar de su imponente físico sonreía de manera agradable mientras mantenía una conversación en inglés con Chile. Del otro lado de la habitación estaba toda la Unión Europea (Excepto Alemania claro) quienes simplemente se limitaban a subir y bajar la cabeza fingiendo tener una conversación importante. Los asiáticos estaban apartados del resto, todos con miradas molestas hacia China, quien simplemente se se inclinaba con vergüenza pidiendo perdón. El resto de los países formaban grupos más pequeños para hablar de negocios o algunos tratos comerciales entre sí.
Todos estaban inmersos en sus pláticas.

Todos excepto uno.

No era un secreto parea nadie que Canadá eres una nación tímida y reservada; nunca opinaba si no le preguntaban, rara vez hablaba y siempre se mantenía al margen de cualquier conversación en la que fuera requerido. La única compañía con la que se le solía ver era con cualquiera de sus tres hermanos y raramente con Filipinas, pues estos dos tenían algunos temas importantes que tratar.

Pero ese día no era del caso.

Canadá se encontraba aún en su lugar. Sentado e inmerso en los documentos frente a él; en ocasiones soltaba algunos suspiros cansados o de frustración.
No era que la nación fuese antisocial, para nada, simplemente era demasiado tímido como para intentar acercarse a alguien si no era por negocios, tenía un miedo terrible de ser rechazado. Él no era tan bueno en los negocios como Estados Unidos, no era tan simpático como Australia ni tan elegante como sus padres; simplemente era el tranquilo y callado Canadá. Nadie lo buscaba si no fuera por que querrían algo de él, siempre era así y lo odiaba terriblemente, odiaba no ser tan reconocido como su familia, pero no podía hacer mucho, ya era tarde para cambiar su reputación.