Lessons ||One-Shots|| [México]

12▪Orgullo

Australia

Las ferias culturales no eran anormales para las Naciones Unidas, según él, era una buena forma de relacionar a todos los países y claro, siempre era genial conocer más a todos sus amigos. Cada país era tan diferente y único que nunca se podía adivinar que era lo que sucedería.

Esta vez, no fue la excepción.

El calentamiento global y la destrucción del ecosistema era un tema serio, Polo Norte y Sur lo habían repetido muchísimas veces, y ¿Que mejor idea para concientizar a todos que una exposición de la biodiversidad de cada país?

Sería entretenido. Cada nación presentaría un animal típico de su tierra a los demás, así todos podrían divertirse y aprender sobre la naturaleza, un plan infalible.

Australia no podía estar más emocionado.

El oceánico se enorgullecía grandemente de su biodiversidad, podía jurar ante ONU que no había nación que amara más a los animales que él; y se encargaba de mostrarlo a cada momento; desde compartir fotografías en sus redes sociales con todo tipo de criaturas, hasta dar conferencias en persona sobre la importancia de estos. Podía decirse que se llevaba mejor con los animales que con cualquiera de sus tres hermanos, pero eso no parecía molestar a su familia; ni siquiera a su gemelo Nueva Zelanda.

Había tantas opciones para escoger que Australia apenas pudo abstenerse de gritar cuando le dieron la noticia. Fue aún más difícil cuando Vietnam le dijo que moría de ganas por ver un canguro en persona.
Y claro, lo primero que llegó a su mente cuando se enteró del evento fue su marsupial favorito, pero al regresar a su tierra tuvo mucho tiempo para analizar la situación. Todos esperaban que presentara un canguro, pero ¿Sería lo adecuado? Digo, todo el mundo sabe lo que es un canguro, simplemente un gran conejo con una bolsa en el estómago y una cola larga.

¿Por que no ser original?

Así que, una vez en Canberra, reunión a sus seis estados, tenían una larga conversación por delante y era mejor iniciar lo más pronto posible; todo debía ser perfecto.

Los días pasaron como años para el oceánico, ONU les había dado un mes a todos para prepararse, claro que Australia había tenido todo listo en la mitad de tiempo. Estaba tan emocionado que en cualquier momento sentía que podía explotar. La paciencia estaba a punto de agotarsele.

El viaje en avión fue una tortura, no sólo para él, sino también para su pequeña amiga, quien yacía confinada en una cesta artesanal a su lado. Tasmania había insistido en que era mejor llevarla en la bodega del avión pero él se rehusó rotundamente; no podía dejarla en ese lugar frío y solitario, nunca le haría eso a algún animal, era inhumano.

Al llegar a las oficinas de las Naciones Unidas no dudó ni un segundo en bajar del avión con la cesta entre sus manos, ignorando por completo su equipaje, aún era algo temprano pero tenía mucho que preparar.

En el lugar ya estaban algunos países, todos con rostros orgullosos acompañados de sus emblemáticos amigos; para Australia, no había una vista más feliz que esa. El ver a sus amigos y a tan hermosas criaturas conviviendo en armonía causaba una enorme felicidad en todo su ser.

En una de las esquinas se encontraba su hermano mayor, con un rostro petulante mientras sostenía una gran águila calva sobre su hombro, a su lado estaba su otro hermano, Canadá simplemente mostraba una sonrisa amable mientras pasaba su mano sobre el lomo de un gran alce; no tenía idea de como hizo su hermano para meter uno de esos en un avión, pero el animal parecía sumamente sano, así que no preguntó nada.
En otra esquina del lugar estaba Brasil, el sudamericano estaba decorando una pequeña pancarta con los colores de su bandera, mientras un pequeño monito se paseaba sobre sus hombros, no pudo reconocer que especie era, pero sin duda era adorable.
En el lugar también pudo divisar a uno de sus padres, Francia, siempre elegante y hermoso, aunque esta vez cargaba un gallo entre sus brazos como si de un bebé se tratase, era una escena divertida, pero adorable de cierto modo.