Al final, con tantas sensaciones invadiendo cada parte de su ser y tantos pensamientos acerca de lo ocurrido con Scorpius, en algún momento, Albus Potter pudo conciliar el sueño. Al amanecer, todos tendrían mucho que hacer y el día sería realmente ajetreado antes de tomar el tren a Hogwarts. Albus durmió tan plácidamente que al despertar se sorprendió al encontrarse solo en la habitación. Mientras se sentaba y sobaba ligeramente los ojos, Albus pensó por unos segundos, que tal vez se había quedado dormido y lo habían dejado a su suerte. Pensamiento que rápidamente fue tachado de loco y sin sentido y más, al ver a su madre asomándose en esos momentos por la puerta, para avisarle que el desayuno estaba listo. Albus se estiró como un gato, venciendo la poderosa tentación de volver a acurrucarse entre las mantas. Al contemplar la cama y ver que el lado derecho estaba vacío, las imágenes de lo sucedido la noche pasada vinieron a su mente de una forma tan violenta, que lo dejaron aturdido por unos minutos. – Por Dios... ¿Qué fue lo que hicimos? – dijo el moreno con voz temblorosa, hundiendo la cabeza entre los brazos, intentando desaparecer el mundo a toda costa. - Scorpius Malfoy, te odio por haberme pedido semejante idiotez, ¡debí haber dicho que no! ¿¡Ahora como carajos voy a poder verte a la cara!? –. Albus sintió que su corazón le empezaba a punzar, como si le estuviera recordando que no solo fue culpa de Scorpius, si no de él mismo. El muchacho permaneció sentado sobre la cama con una expresión perdida, recordaba muy bien los deseos tan fuertes que había tenido por querer besar a su amigo.
- No, lo que siento por Scorpius Malfoy solo es, solo es... ¿amistad? – dijo lo último sin estar convencido del todo. Albus sabía que tenía sentimientos especiales por Scorpius, pero tenía demasiado miedo como para pensar siquiera en ello. Después de quince minutos, supo que debía dejar aquellos pensamientos atrás, no podía permitir que nada arruinase las cosas. Scorpius y él eran amigos, eran más que eso, eran hermanos y sobre todo eran chicos. Aun así, el rubio le había pedido un beso para practicar sin pensar en el caos mental que podría provocar en Albus, no obstante, para Scorpius solo había sido eso, una "practica" y nada más. Solo había pedido un favor a su mejor amigo. Después de todo, Scorpius estaba enamorado de Rose y a partir de ahora todos sus besos, abrazos y caricias serían para ella. Así era como debían de ser las cosas, eso era lo correcto, lo que estaba bien.
- ¡Albus, baja ahora a desayunar o tendré que mandar a tu padre a traerte de las orejas! – gritó Ginny, intentando sonar severa pero sin lograrlo, ya que, apenas vio a su hijo asomarse tímidamente por la puerta de la cocina, corrió a darle un beso en la frente y servirle té, pan, tocino y huevos fritos. Harry siempre decía que sus hijos terminarían gordos como aquel primo que nunca más volvió a ver, pero la respuesta de su esposa era siempre la misma: "mi madre siempre nos alimentó así y ninguno de los Weasley somos obesos".
Todos estaban reunidos alrededor de la mesa, todos excepto Scorpius y Rose, quienes se encontraban en el jardín, muy melosos según Lily que había estado husmeando. Albus sintió cierto nudo en la garganta, otra vez eran aquellos celos que se volvían más y más fuertes, cada vez que alguien tocaba el tema de la nueva parejita del año. Por un momento, pensó que no podría probar bocado alguno, pero al oler el delicioso desayuno que tenía frente suyo, se obligó a comer en silencio mientras escuchaba las hazañas de su hermano James y las anécdotas divertidas de Hermione y Harry en su época escolar. Albus intentó reír como todos y seguirles la corriente, pero no pudo evitar que su corazón volviese a estrujarse al ver entrar a Scorpius y Rose, agarrados de la mano y con una tonta sonrisa de complicidad. Aquello solo confirmaba más el pensamiento que Scorpius solo lo había utilizado para sus benditas prácticas, Albus sabía que no debería darle demasiadas vueltas al asunto, teniendo o no sentimientos de más por aquel rubio, tendría que olvidar aquel beso y seguir con su vida como si nada hubiese pasado.
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Dos claveles y una rosa
FanfictionScorpius y Albus han sido amigos desde el primer año en Hogwarts, y ahora se preparan para su sexto año. Sin embargo, Albus se siente confundido respecto a su relación con su amigo. Todos esos años, su amistad se a fortalecido, tanto que cualquiera...