Tempus Fugit [#2 Saga Willow]

Capítulo 7

Antes de bajarme del taxi revisé tres veces la dirección que me llevó a las afueras de la comunidad, que fueron como unas dos horas de ida. Le pagué al taxista y me adentré al psiquiátrico, el cual no sé su nombre porque no hay un letrero que lo anunciara en las paredes despintadas de color gris. El psiquiátrico está cayéndose a pedazos como si salubridad jamás hubiera puesto un pie ahí, pero adentro luce más ordenado. Hay unos sofás grises oscuros en la sala de espera, un escritorio en donde están las enfermeras organizando documentos y a la izquierda un pasillo blanco largo con puertas que nunca se acababan, aunque por fuera se ve más pequeño el edificio que la preparatoria Willow, lo que me hace pensar por qué no había oído hablar de este lugar.

-Señora Willow -en cuanto se pronunció mi apellido de casada, todo el personal volteó a verme- No esperábamos su visita, creíamos que Nicolás vendría hasta el siguiente mes.

-¿Bárbara? -miré desconcertada a la chica negra vestida con un uniforme de enfermera con manchas amarillas de vomito- ¿Tú estás trabajando aquí?

-Trabajo aquí desde hace cinco años -dijo con simpleza- ¿Usted qué hace aquí?

Miré con más detalle a los enfermeros. Se me iban a salir los ojos de mis cuencas cuando reconocí que ellos eran antiguos compañeros míos de cuando estaba en segundo y en tercer año.

-¿A qué te refieres conque pensaste que él iba a venir el siguiente mes? -dejé de lado las preguntas que tenía sobre Bárbara para concentrarme en Nicolás- ¿Acaso Nicolás cuando desaparecía él venía a este lugar?

-Señora Willow, tenemos prohibido contradecirla, pero todo lo que tenga que ver con Nicolás está sumamente prohibido divulgarlo -la cara de Bárbara palideció- ¿A qué se debe su presencia? ¿Algún familiar suyo está por aquí?

-Vine a ver a Artis Allender.

Sus manos dejaron caer al suelo la tabla con papeles médicos.

-No podemos -Bárbara se negó rotundamente- Puede acusarme si quiere con su esposo o con Nicolás, no será peor de lo que pueden hacer ellos conmigo si la dejo pasar a...

Cortó su excusa y miró con miedo a un lugar exacto, de hecho, detrás de mí.

-"Es inútil volver sobre lo que ha sido y ya no es" de Frédéric Chopin -se me aceleró el corazón por escuchar la voz grave de Alec- ¿Qué haces tú aquí?

-¿Megara te soltó toda la sopa? -di media vuelta.

-Mientras tú estabas en tu chisme se te olvidó que en esa casa vivimos otros tres más -Alec agarró mi brazo con fuerza- No te lo volveré a preguntar, ¿qué haces tú aquí?

-Quiero hacer algo por Alexander.

-No tienes que hacer nada.

-Necesito verla -supliqué- Solo verla.

Alec me miró por unos segundos y desvió la mirada a la enfermera de cabello negro peinado con trenzas.

-Ella abre la boca, cualquier sonido, aunque sea el de su garganta y la echan de inmediato de esa habitación.

-Sí, señor Alexander... -la enfermera rápidamente recogió su tabla con sus papeles- Es por aquí.

Alec me acompañó por el largo pasillo blanco de gritos y lamentos.

-¿Este lugar también le pertenece a Willow?

-Este psiquiátrico antes se llamaba Hospital de la Luz -dijo el nombre del lugar en un español fluido- Fue una de las primeras inversiones que el padre de Alexander hizo con...ella cuando quiso ayudarla a ejercer como psiquiatra.