Capítulo 4 de los recuerdos que rompen

1.1K 88 54
                                    

A veces lo que creemos que nunca va a pasar, simplemente pasa y eso es lo que más duele.  Desde el principio sabemos lo que ocurrirá. Estamos conscientes de las consecuencias, pero no terminamos aceptándolas completamente.

Queremos la libertad de expresarnos y el derecho a tomar decisiones, pero nadie quiere responsabilizarse de sus acciones.

Ni siquiera pueden decir un maldito "lo siento" y mover el mecanismo de su cerebro para hallar una solución.

¿Y sabes qué es lo peor?

Que yo sabía que ellos, los únicos amigos verdaderos que había tenido iban a odiarme y lo aceptaba.

Tenía que convertir el dolor en una molestia y ya estaba. Ese día por eso no me dolió ni un poco. Solo me dio una picazón en el centro de mi pecho. Lo vi tan fácil, así como creí que el amor se trataba de verle a los ojos a un chico y encontrar ese brillo que nadie podía ver más que yo. Traté de huir de mis problemas, evitándolos, fingiendo que los había resuelto todos cuando me estaban ahogando hasta el cuello.

—¿Y cómo estás? —no pensé que volvería a oír esa voz, se suponía que él debía de haberme olvidado— ¿Ya no estás enojada conmigo?

—No estaba enojada contigo —respondí seca— Es que soy una mala amiga, no te hago bien.

—Ya veo...— sus ojos están entrecerrados como si quisiera ocultarme la tristeza que yace en sus orbes verdes— ¿Por qué dejaste de hablarme?

Sabes la verdad, tu hermana me odia y muy pronto lo harás tú.

—Porque es mejor que te olvides de mí, no quiero hacerte ningún mal —traté de no desviar la mirada hacia el suelo como la cobarde que soy— Ya no más.

—No estamos en un drama, Selene. Intento comprender que no es fácil para ti.

—No sé si te sigo gustando o no —interrumpí— Pero si es así, olvídate de mí, ya descubrí que nunca quise una relación seria, solo soy una idiota triste y eso no es una persona a la que te gustaría tener como tu novia, ¿sabes?

—No se trata de eso —negó con su cabeza— Te sigo considerando mi amiga, no tengo rencor hacia ti, te aprecio mucho. ¿Sabes cuánto extraño hablar contigo?

Me partía el alma haberme incrustado en la vida de Íker, ojalá nunca me hubiera presentado su hermana, tal vez así las cosas hubieran sido diferentes.

—No te mentiré, tú ya no me gustas —lo soltó sin pudor alguno— Pero te sigo apreciando, me gustaría que siguieras siendo mi amiga.

Íker, por algo debo de salir de tu vida. Ya no soy la misma Selene que tú conociste hace dos años y medio. Solo soy una copia rota de ella.

—Yo lo siento, pero no soy la amiga que necesitas —ya no pude aguantar más estar erguida, mis ojos cayeron al suelo dejándome expuesta a que él descubriera todas mis mentiras— Siempre que voy a tu casa terminamos mal por mi culpa y las cosas que hago...supongo que hemos cambiado y todo eso.

Era verdad, Íker quería que fuera a su casa y lo reconfortara, pero cada vez que iba no podía soportar los recuerdos de esas tres malditas diciéndome lo que piensan de mí. Terminábamos mal, era pelea tras pelea, pero no era culpa de Íker sino de ellas y mía por haber sido ingenua.

—Solo no quiero tener que pasar por esto mil veces más —susurré dejando salir mi voz quebrada— Quiero hacerla sentir mal a ella, no a ti y por eso me estoy alejando.

Tempus Fugit [#2 Saga Willow]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora