Tempus Fugit [#2 Saga Willow]

Capítulo 11

Un día antes del cumpleaños de Abrahms, me dispuse a dejar de lado mis dudas sobre la relación de la chica pelirroja con Nicolás. Ese día especial no iba a ser arruinado por mis inseguridades, pero Nicolás no me ayudaba en nada al alejarse de mí con la excusa de que quería adelantar trabajo.

Claro, si llamar "trabajo" es alguna clase de código para decir que te estás encontrando con viejas acosadoras.

Sabíamos desde el principio que él no estaba interesado en una relación formal.

Ahora se tiene que aguantar, se le hizo muy fácil jugar conmigo sin protección.

En eso te tengo que dar la razón. Hay una pequeña probabilidad de que una de esas criaturas que llevas en ti sea hijo de Nicolás, pero si vemos más con detalle las cosas, solamente lo ata a ti económicamente, que se quede contigo, es otra cosa.

Casi treinta años, Selene. Tienes casi treinta años y ahora es cuando estás experimentando por vez primera los benditos celos. Es tan vergonzoso como tener tu primera menstruación y mancharte los pantalones.

-De abogado terminé siendo un asistente -Christian empuja el carro de supermercado- Esto es un golpe bajo para mi carrera.

-No seas exagerado, tómalo como un favor -reviso los empaques de globos- ¿Qué te parece, Abrahms?

-¿Pueden ser morados? -mi niño juega con sus dedos tímidamente- Me gusta el color morado, pero me han dicho que es un color para niñas.

-Lo que digan los demás a nosotros no nos tiene que importar -dejé los empaques de globos en el carrito- Podrían ser las decoraciones de color morado, pero también podríamos combinarlos con verde, ¿te gusta la idea?

Abrahms asintió varias veces y fue a mirar los estantes llenos de dulces, manteles y objetos para fiestas de cumpleaños.

-¿Por qué su amigo ese no le vino a ayudar? -preguntó Christian- Su esposo tiene una gran carga de trabajo y yo debería de ir a ayudarle.

-Raph está comprándole regalos a Abrahms para darle una sorpresa cuando volvamos a Londres y Alexander quiere festejar aquí en la comunidad, pero no le gusta que vaya sola a ninguna parte -respondí llevando un paquete de dulces de fresa- Solo quiero dejar todo listo y luego estarás todo lo que quieras encerrado con tu adorado papeleo.

-Suena a una buena recompensa para mí -sus ojos se desviaron hacia mi abdomen- ¿Y cómo se siente con lo de su embarazo?

-Me siento gorda, si eso es lo que me preguntas -dije con simpleza y Christian rio a carcajadas- Trato de mentalizarme para cuando me toquen los dolores de espalda, pero me mantengo ocupada con la universidad. Tuve que entregar todos los trabajos que tenía de febrero para que me dieran permiso de celebrar el cumpleaños de mi hijo.

-Espero que no le mencione a su marido esto que le voy a decir a usted, pero las únicas veces que una mujer no es hermosa es cuando intenta convencerse a ella misma de que no lo es -dijo provocando que mis mejillas se calentaran, nadie además de Alexander me ha dicho que soy hermosa- No quisiera aprovecharme de este lindo momento de confianza, ¿pero usted recuerda si el señor Nicolás le habló sobre una chica que lo estaba acosando?

-Tuvimos una conversación sobre eso hace diez años, pero no volvimos a retomar el tema. Yo pensé que lo había arreglado -vigilo a Abrahms desde lejos mientras le respondo- ¿Algo pasó?

-Muchos problemas -cambió su expresión divertida a una seria- Pero este no es el mejor lugar para hablar sobre eso.

Christian después de ayudarme a llevar todas las decoraciones y dulces a mi casa, se retiró y acompañé a Alexander a buscar el pastel de fresas en la pastelería de uno de los estudiantes de Willow. AL no pudo evitar hacerse presente durante nuestra visita, como todo niño pequeño, se iba corriendo a mirar la cantidad de pasteles infantiles y claro, no faltaba que me hiciera berrinches para que le comprara uno para él solo. Miramos algunos y me preguntaba sobre mi opinión, no tenía ganas de contestar, pero como dije antes, no iba a quitarle toda la atención de su día a mi niño por culpa de Nicolás, ni quería que Alexander tuviera una discusión con él.