- Mira, ponle un cuadrito de chocolate, queda rico - dije haciendo que muerda la galleta con malvavisco.
- Mmm...nada de mal. Nos tardamos bastante en encender la fogata, pensé que era más fácil.
- Ya sé en qué eres malo - bromeé.
- ¡Oye! - dió un pequeño y suave codazo.
El aire para ser de noche aún estaba fresco, cosa que era buena ya que suelo ser muy friolento.
Estuvimos cocinando en la fogata lo que habíamos traído, estábamos comiendo un sin fin de mezclas que si no nos deteníamos causaría un fuerte dolor de estómago en ambos.
- Vamos a engordar - comentó.
- Me haría falta, soy un flaco desabrido ¿no lo recuerdas?
Ambos reímos, ya a estas alturas era mejor tomarse todo con humor.
Zabdiel fue por la guitarra, estaba descubriendo muchas cosas en él, cada vez me agradaba más.
Sentí algo duro en mi cabeza, me cubrí tratando de evitar sentir nuevamente el golpe causado por la guitarra.
- Lo siento, tenía que hacerlo - rió.
- Me dejarás tonto.
- De tonto nada.
Puse mi atención en él. Comenzó a tocar la guitarra mientras una bella melodía se formaba, me sorprendió escuchar su voz acompañándola, era bastante bella.
No sabía precisamente lo que estaba cantando, era una canción desconocida para mi, sin embargo su voz me transmitía todo lo que yo necesitaba en estos momentos, paz.
Aplaudí de forma bastante espontánea, él solo reía dejando ver aquellos hoyuelos que hacían su sonrisa perfecta.
- No terminas de sorprenderme, Zabdiel, cantas hermoso.
- Que halago, gracias.
- ¿Quién te enseñó?
- Mi papá, se podría decir que fue un buen maestro conmigo, hago esto de vez en cuando.
- Deberías hacerlo más seguido, porque fue increíble.
- Ven - pidió.
- ¡Ay no! - me negué de inmediato - yo no sé hacerlo.
- Te enseñaré, ven.
Me senté entre sus piernas, esperaba no pasar vergüenza.
- ¿Que hago? - pregunté.
- ¿Viste como tenía la pierna?
- Sí.
- Ponla así. Bien, tu mano aquí y la otra... - tomó la que faltaba - ...aquí.
Su respiración chocaba en mi cuello mientras intentaba explicarme cada cosa.
- Creo que me tomará tiempo aprender - reí.
- Es cosa de práctica, al principio cuesta un poco, pero es cosa de ser constante y ya, te acostumbras.
- Cool.
Sus manos seguían sobre las mías, era extraño pero para nada molesto.
- ¿Conoces el juego dos verdades, una mentira?
- No.
Quitó su agarre para hacer a un lado la guitarra. Me quedé en la misma posición al sentir como sus brazos descansaron en mi hombro.
- Debes decir tres cosas tuyas, dos deben ser ciertas y una no. Debo adivinar cual es la que es mentira.
- Juguemos - dije entusiasmado.
- Parte tú.
- Okey...bueno - comencé a pensar - me gusta la noche, odio el helado, soy pésimo contando chistes.
- No odias el helado - respondió de inmediato.
- ¿Qué? ¿Es broma? ¡No, estuvo muy fácil!
- ¿Quién odia el helado? Nadie.
- Ash - negué - tu turno.
Se tomó unos segundos, supuse que estaba pensando, esperaba no errar.
- Me pareces un chico lindo, me gusta tu alegría...estoy comenzando a sentir cosas por ti - dijo.
Al escuchar lo primero ya quedé totalmente impresionado, con lo tercero, simplemente no sabía qué hacer.
Giré mi cabeza mirándolo todavía confundido - Zabdiel.
- Olvidé que una debía ser mentira.
- ¿Es enserio?
Asintió. Su mano no tardó en acariciar mi mejilla, me puse nervioso a tal nivel de no poder hacer nada.
Pronunció mi nombre mientras se acercó, cerré mis ojos ante el roce de nuestros labios que se unieron de inmediato sincronizando cada movimiento.
- Lo siento - se disculpó en un susurro.
- No sé si sea el momento, no puedo engañarte...
- No lo digas, lo sé. Es algo que recién está creciendo, pero que me gustaría que llegue a más - comentó.
- Dañarte es lo que menos quiero - respondí.
- Lo sé, pero quiero correr ese riesgo Erick.
![](https://img.wattpad.com/cover/186399903-288-k763043.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Camino A La Felicidad - Chriserick
FanfictionNo todo es perfecto, los obstáculos son parte del amor.