Camino A La Felicidad - Chriserick

Capítulo 43

- ¡Nooo! Qué sentido tiene que vayas ahora, ya pasó.

- Él no tiene ningún derecho a ponerte las manos encima, eso sí que no.

- ¡Christopher ya! - exclamé. Me puse frente a él para intentar detenerlo, pero simplemente no escuchaba.

Cómo no pude detenerlo, corrí hasta posicionarme en el asiento del copiloto, quizás era una locura, pero yo conocía a Christopher.

Iba a una velocidad que me daba miedo, no dije nada porque tampoco quería discutir en el auto, mi intención no era que nos matemos.

Apenas llegamos me bajé primero que él, estaba incontrolable.

- Erick, déjame - pidió.

- Están tus padres adentro, es tarde, no hagas un escándalo.

- TIENE QUE SABER QUE NO TIENE DERECHO A PONERTE UNA MANO ENCIMA.

- ¡LO SÉ, LO SÉ, PERO NO QUIERO QUE PELEES CHRISTOPHER!

- ¿Christopher? ¿Erick? ¿Que son todos estos gritos? - preguntó su madre en cuanto abrió la puerta.

- DÉJAME - intentó soltarse.

- NO ABRA, CIERRE - pedí.

- SAL DE AHÍ COBARDE DE MIERDA - gritó mirando a una de las ventanas. Dirigí mi mirada a ella viendo que su hermano estaba observando todo.

- ¿Me pueden explicar que es todo este alboroto? - preguntó esta vez su padre.

- ¿Ustedes sabían que ese poco hombre golpeó a Erick?

- ¿Jonathan? - preguntó mi ex suegra.

- ¡Ya, vamos! - pedí.

Sus padres comenzaron a hacerme preguntas, en lo que respondía Christopher se soltó de mi agarre. Corrí detrás de él subiendo lo más rápido aquella escalera.

- Sabes lo que hiciste ¿verdad? - habló encarando a su hermano.

- Y no me arrepiento fíjate.

Dió el primer puñetazo dejándolo tirado en el suelo, él intentaba defenderse pero con el poco control de Christopher era imposible.

- NI YO LO HE GOLPEADO, NI SUS PADRES LO GOLPEAN ¿Y TÚ SI? - dijo dando otro golpe - no te quiero ver cerca de él o soy capaz de cualquier cosa ¿escuchaste?

- Primero la familia - comentó con sangre en la boca - luego los putos como él.

- CÁLLATE - gritó dándole golpes incontrolables en su rostro. Se paró para comenzar a patear su abdomen, fue imposible no recordar el momento en que su hermano hizo lo mismo conmigo.

- Christopher suelta a tu hermano - pidió su padre mientras intentaba quitarlo.

Logré reaccionar al ver a su madre llorar. Me acerqué para intentar ayudar a su padre, ellos no merecían presenciar estas cosas.

- CHRISTOPHER YA DÉJALO, LO VAS A MATAR - pedí gritando.

- ERES UNA MIERDA - habló para su hermano.

- Erick sácalo de aquí - ordenó su madre.

- Mamá, necesito hablar contigo.

- Ahora no Christopher. Sácalo Erick.

- Vamos.

- Mamá, por favor, escúchame - pidió nuevamente.

- ¡AHORA NO! QUE OBEDEZCAS.

- ¡Mamá! - exclamó llorando.

Intentó abrazarla pero ella se quitó, me partió el corazón ver a Christopher así, realmente se estaba quedando solo.

- Ven - agarré uno de sus brazos. Caminó sin que me hiciera utilizar la fuerza, iba totalmente perdido en sus pensamientos.

- Erick... - escuché la voz de su madre.

- Yo me lo llevo, no se preocupe, se quedará conmigo - respondí.

- Gracias.

Quizás no debía llevarlo conmigo, pero tampoco podía dejarlo solo, en estos momentos no era bueno que lo esté.

- Dame las llaves - pedí.

Me las dió sin hacer ningún problema, iba en total silencio.

Mientras manejaba se me iban saliendo unas cuantas lágrimas, teníamos tantas cosas por aclarar que no sabía en qué quedaría todo esto.

Llevó una de sus manos a mi mejilla secando aquellas lágrimas, no hice nada, solo mantuve mi vista en la calle.

- Te quiero recuperar - dijo sin motivo.