Capítulo 16

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Narra Erick.

Amor 11:07 am.
Erick, vine por mis
demás cosas ¿estás?

Erick 11:09 am.
No, pero ya voy,
estoy a unos cinco
minutos.

Amor 11:11 am.
Bien, te espero.

- Mamá, necesito que me presten el auto - pedí.

- Claro, ya sabes en dónde están las llaves ¿algún problema?

- No, pero Christopher está en la casa, fue por sus cosas, pero ya, me voy - deposité un beso en su mejilla.

- Le cuentas lo que pasó ¡eh!

- Que sí.

Tomé las llaves y salí casi corriendo, esperaba no chocar, no soy un genio al volante.

Sentía que contra más quería demorar, más lo hacía, debí decirle que estaba en casa de mis padres y ya.

- Mierda - dije al ver mi golpe por el espejo.

Subí el cierre de mi chaqueta hasta arriba, ese golpe en el labio me hacía ver horrible.

- No que cinco minutos - dijo apenas me vió caminando.

- Lo siento, no pensé que demoraría más - contesté.

- ¿Que te pasa?

- ¿Por qué?

- No sé, estás caminando extraño, como encorvado - analizó.

- Que dices - dije intentando avanzar por su lado. Su mano bajó el cuello de mi chaqueta dejando al descubierto aquel golpe.

- ¿Que te pasó?

- Te explico adentro - respondí.

Abrí la puerta de la casa esperando a que pase, trataba de mantenerme derecho pero los golpes en el abdomen a pesar de los pocos días, me seguían molestando.

- Ahora sí, dime porqué estás todo golpeado.

- Creo que no fue mi fin de semana de suerte...me intentaron asaltar - mentí.

- ¿Pero estás bien? ¿Te quitaron algo? - preguntó.

- N-No, osea, nada de valor.

- Me estás mintiendo.

- No jugaría con eso - volví a mentir.

- Está bien, te voy a creer - dijo con la mirada fija - voy por mis cosas.

Asentí. Observé su camino a la que era nuestra habitación, sentía esa incómoda presión en el pecho que no hacía otra cosa más que ponerme triste.

Se tomó su tiempo, no había apuro alguno.

- Gracias por ordenar mis cosas - escuché de pronto.

- No agradezcas, no te digo que lo hice con gusto pero mínimo hacerlo.

- ¿Vas a estar bien?

- Espero. Se sentirá vacía la casa sin ti - comenté algo desanimado.

- Será cosa de costumbre - respondió. Comenzó a verme de una forma que sentí extraña e incómoda, como si estuviera analizando algo de mi.

- ¿Por qué me miras así?

- Por nada - dijo con la mirada fija.

- No hay ninguna posibilidad...ya sabes, que volvamos a intentarlo.

- Hay que tomarnos un tiempo.

- ¿Me vas a perdonar algún día?

- Quizás.

- Que alentador - bajé la mirada.

- Es mejor que un nunca...¿Erick? ¿Me puedes ayudar a cargar eso? - apuntó una caja.

Miré con duda, la verdad no quería hacerlo por mi abdomen adolorido pero terminé cediendo.

- Claro - respondí. Tomé aquella caja aguantando algún quejido de dolor.

- ¿Esta pesada?

- Un poco.

- Dámela - dijo quitando el peso de mis manos.

- Christopher - quité sus manos de mi chaqueta.

- ¿Por qué me mientes? - preguntó en lo que bajaba el cierre. Levantó un poco la polera viendo lo que traté de ocultar - que mierda te pasó.

- Ya te dije - retrocedí.

- Mira como estás todo golpeado Erick.

- Claramente no me harían cariño ¿o si?

- Necesitas que alguien te revise.

- Te necesito a ti - dije acercándome hasta él - solo una oportunidad Christopher.

- No es el momento, aún no.

- No puedo, no puedo con esto - negué entre lágrimas.

- Ya - dijo abrazándome - tranquilo.

- Quiero que me cuides, de verdad te necesito.

Su mano acariciaba mi espalda, por otro lado yo tenía agarrada su ropa con ambas manos, no quería dejarlo ir.

Incliné mi cara buscando sus labios, no pensé en nada, solo lo besé.

- Te amo - susurré.

- Cuídate ¿si?

Camino A La Felicidad - ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora