Capítulo 24

1K 164 86
                                    

Estaba ordenando todo el desastre que tenía en la cocina, sin duda alguna cocinar no era lo mío, esperaba que al menos todo lo que hice estuviera comestible.

Me cambié rápido procurando verme presentable, quería dar una buena impresión.

- Que es la que hay Erick - saludó Zabdiel.

- ¡Hey! - saludé sonriente - pasa pasa.

- Alguien se esforzó, eso se ve bien - analizó lo que estaba en la mesa.

- Siéntate, deberíamos comer antes de que se enfríe.

- Claro que sí.

Estaba algo nervioso por el hecho de que no le guste cómo quedó, no tenía un plan b y la vergüenza me mataría.

- Provecho.

- Provecho - respondí.

Tomé el cubierto viendo cómo llevó la comida a su boca. Estaba esperando algún comentario pero seguía llevando comida a su boca.

- ¿Debo decir algo? - preguntó.

- ¿Te gustó? - pregunté con una mueca.

- Está bueno, lo mejor que he probado.

- Claro - reí negando.

- ¿Tienes algún otro plan para hoy?

- La verdad no, estar aquí supongo.

- Deberíamos hacer algo, distraernos.

- Suena bien. Me ha gustado hablar contigo en estos días, creo que eres alguien que me sube bastante el ánimo.

- Zabdiel de Jesús pa lo que usted quiera y mande mi amor...es una forma de decir - aclaró.

- No he dicho nada - levanté ambas manos.

- Me alegra verte mejor, no hay que ser adivino para notar cuando una persona está mal. Me da gusto de que al menos sonrías más.

Esa manera de concentrarse en los más mínimos detalles me hacían recordar a Christopher, siempre ha sido muy perceptivo en cuanto a lo que me sucede.

- ¿Puedo confiar en ti? - pregunté.

- Eso depende de ti, yo te puedo decir si, pero tú ves si confías o no.

- Necesito desahogarme con alguien que no sea mi familia, por alguna extraña razón me aspiras confianza.

- Te lo agradezco... cuéntame.

- Hace dos semanas más o menos, me iba a casar - conté sintiendo un nudo en la garganta.

- Ya entiendo, problemas amorosos.

- Algo así. Cometí un error que acabó con mi relación de seis años, precisamente la noche antes. Soy muy malo bebiendo y en mi despedida de soltero lo hice desmedidamente...estuve a punto de meterme con otra persona.

- Y tu novia se enteró.

- Novio - corregí.

- Oh, perdóname - pidió disculpas.

- La cosa es que horas antes del matrimonio terminó todo, desde ahí mi vida dió un giro bastante intenso.

- No debe ser fácil.

- Para nada. Me acabo de enterar que mi ex novio ya buscó con quién seguir, un chico que siempre estuvo detrás de él. Yo quería arreglar las cosas ¿sabes?

- No llores - pidió sentándose a mi lado.

- Es que me duele que haga eso, le estuve pidiendo, casi rogando para que me perdone, quiere que le dé su espacio, pero a la vez que se lo doy lo voy perdiendo.

- Mira, no voy a decir que te entiendo porque nunca me ha pasado. Pero creo que no deberías rogarle, quizás cometiste un error, eres humano, nadie es perfecto, pero rogarle te hace ver débil, vulnerable.

- Es que no quiero perderlo, ese chico a como dé lugar me quiere sacar de su vida, estoy seguro.

- Entonces no les des el gusto de verte así, si te ven débil se van a sentir con el derecho a tratarte mal y nadie merece eso - aconsejó.

- Su hermano... - quise hablar pero el llanto me invadió.

- Tranquilo, respira - acarició mi espalda.

- Apenas se enteró de nuestro termino, vino aquí y me golpeó hasta dejarme tirado en el suelo, a tal grado en que no podía ni levantarme.

- ¿Le contaste a tu ex novio?

- No, no quiero más problemas. Precisamente hace unos días vino en la madrugada a decirme que Christopher tenía novio, no sé porque ahora me odia tanto.

- No te preocupes - me envolvió en sus brazos - tú me llamas apenas ese tipo de vuelva a acercar a ti, si no quieres contarle a Christopher ¿verdad?

- Sí.

- Si no quieres contarle, desde ahora cuenta conmigo, mira estos brazos - dijo enseñando uno de ellos - soy capaz de partirle la cara a quien sea.

- Zabdiel - reí escondiendo mi cara en su cuello - gracias, de verdad.

Camino A La Felicidad - ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora