The Striptease» Chriserick/ Hot

Capítulo 14

Después de haber terminado la llamada con Abi, tomó de nueva cuenta el teléfono y marcó.

-¿Diga?

-¿Christopher?

-¡Erick! No creí
que me llamarías.

-¿Puedes hoy en
la noche?

-¿Urgente?

-¿Puedes si o no?

-¿A las nueve y
treinta?

-En mi casa, no
llegues tarde.

-Ahí estaré, gatito.

Término con esa llamada, se apresuró a terminar su trabajo para salir un poco más temprano y pasar la tarde con el pequeño Thiago, como le había dicho en la mañana.

Las horas que se habían pasado muy rápido, llegó la hora de su salida y sin demorar más salió de aquella fastidiosa oficina. Bajo por el ascensor y camino hasta su auto, entró en el y encendió el motor y condujo al departamento de su hermana.

Quería que esta noche fuera eterna, estaba arrepintiéndose de querer casarse sólo que el problema era que estaba todo ya listo.

-Yanelis. ¿Me prestas a Thiago?-Dijo cuando su hermana abrió la puerta.

-Ni que fuera un juguete -Bromeando.

-¿Si o no?-Molesto.

-¡Uy! ¿Y ese humor que te cargas?-

-La boda es en tres días, Yane, no estoy listo -

-¿No era en una semana?-

-Se supone, la adelantaron. Y ahora yo tengo que posponer juntas, algunas cosas que tenía que hacer... -

-Iré por Thiago -Entró a la casa.

No demoró ni cinco minutos cuando Thiago ya estaba en brazos de Erick, le dijo que lo traería después. Lo subió a la parte trasera de su auto, le colocó el cinturón de seguridad. Subió al lado de piloto, por el espejo lo vio.

-¿Helado entonces?-

El pequeño sólo asintió mientras jugaba con un carro.

Condujo a la heladería más cerca, bajo a su sobrino y entraron. Ambos se sentaron en una mesa después de pedir y tener sus helados en manos.

-¿Te esta gustando?-Preguntó Erick.

-Shi, mami no me deja comer helalo -Hizo un puchero.

-¿Es tu hijo?-Preguntó una tercera persona, alzó la mirada.

Se puso nervioso, esa mirada era tan profunda que intimidaría a cualquiera.

-Oh no, es mi sobrino. ¿Verdad Thiago?-Asintió comiendo su helado, ignorando por completo a las dos otras personas.

-Se parece mucho a ti -

-Por eso es que muchas personas dicen que es mi hijo, pero no. -Sonrió -¿Quieres sentarte?-

-Te tenía que ver hasta la noche -Sonrió -Gatito -Dijo sin dejar salir su voz.

-Anda, sientate -Rogó -No estas en hora de trabajo, ¿O si?-

-Si estuviera en hora de trabajo, ni siquiera estaría charlando contigo -Dijo -¿Por qué tanta urgencia en querer verme hoy?-Alzó una de sus cejas.

-... Sólo son ganas -Dijo sin importancia.

-¿Ganas? Yo digo que es más que eso -Dijo con seguridad.

-¿Así? ¿Cómo qué?-

-Siento que esta pasando lo que me dijiste esa vez, que según tú, a ti no te pasaría -Sonrió con ego.

-¿De que hablas?-Se sentía nervioso, no podía estar siendo obvio.

¿O si?

-Sabes de que habló, Erick no nos hagamos tontos -

-Enserio, no se de que me estas hablando -

-Te refrescaré la memoria entonces -Erick asintió. -Estas confundido -