Cap. 09 | Venganza

1K 116 33
                                    

Mi cuerpo tiembla, las manos me sudan y siento que en cualquier momento mi corazón va a colapsar dentro de mi pecho. Doy un paso atrás cuando Treyton se pone de pie, con toda su altura y yo debo alzar la cabeza un poco más para seguir sosteniendo su mirada.

No dice nada, solo está allí, mirándome como si fuese alguien importante a quien no ha visto en mucho tiempo.

—¿Qué es lo que estás haciendo aquí roja? —espeta, con un tono de voz neutro.

Intento hablar, pero mi lengua se siente pesada y no puedo ser capaz de pronunciar palabra alguna.

—Creí que los ratones no salían del laboratorio a estas horas.

Mi entrecejo se frunce. —No soy un ratón —gruño.

—En lo que a mí concierne, sí. Lo eres.

—No. No lo soy.

Una sonrisa burlona tira de sus labios, y allí va otra vez mi corazón, dando una voltereta y deteniéndose por escasos segundos.

Blake, ¿qué estás haciendo aquí? —pregunta, esta vez con más calma.

—Estaba... cenando —balbuceo.

Los ojos verdes de Nóvikov miran por sobre mi hombro, al carrito de hot-dogs y su sonrisa se ensancha más.

—No veo que estés cenando —señala—, estás aquí, conmigo, nublando mi noche.

—¿Nublando tu noche? ¿Qué quieres decir con eso? —pregunto, un poco confundida.

Él está a punto de responderme, pero entonces se queda callado, mirando más allá de mí.

—Será mejor que te vayas —dice, con los dientes apretados.

En un segundo, la expresión de Treyton ha cambiado, dando entrada a un escalofrío que recorre toda mi espalda. Me giro justo para encontrarme con un par de ojos azules, pero soy empujada atrás, quedando fuera de la vista del sujeto gracias al cuerpo musculoso de Treyton, aún así, me resulta imposible apartar mis ojos de ese hombre; recuerdo su postura y su sonrisa burlona mientras veía como Nóvikov golpeaba a Brett.

Vete ahora, Blake —gruñe, mirándome por sobre su hombro.

Lo miro, y tan perdida estoy en el verde de sus ojos que no tengo tiempo para reaccionar y me veo inmersa entre dos hombres que parecen estar por perder la lucha interna que mantienen.

—Demasiado pequeña para mi gusto —espeta el desconocido.

—¡Suéltala! —gruñe Treyton, tirando de mí para apartarme del agarre del imbécil que me sujeta.

Parpadeo y en una fracción de segundo, soy empujada y el puño de Treyton conecta con la nariz del desconocido.

—Vas a pagar por esto —amenaza, llevándose la mano a la nariz.

—Vete a la mierda Kazán —la voz de Treyton podría ser capaz de congelar el mismo sol.

En un parpadeo, el puño del desconocido conecta con el rostro de Nóvikov y no sé por qué, pero algo dentro de mí se enciende y sin detenerme a pensar en nada más, aprovecho el desequilibrio de Treyton y doy un paso adelante, mi palma aterriza en la mejilla del tal Kazán. Lo tomo por sorpresa, tanto que lo único que hace es parpadear y mirarme atónito e incrédulo. Pero, justo cuando estoy por volverlo a golpear, una mano se aprieta en mi brazo y me empuja lejos.

—Vete de aquí, Phoenix —rechina Treyton, con los ojos repentinamente oscuros.

Temiendo que en cualquier momento pueda empezar a echar espuma por la boca, doy un traspié y me alejo, sin embargo, su furia no parece descender y el temor de que algo malo ocurra, me carcome las entrañas.

The Only Reason©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora