Cap. 20 | Boletín

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Después de un largo y agotador viaje de tres días, llegamos a Kentucky. Hemos estado deteniéndonos en el camino por gasolina y en moteles baratos; comprando cosas por aquí y por allá, comiendo básicamente, pura chatarra.

—Regreso en un momento —anuncia Phoenix, poniéndose de pie para dirigirse al baño.

Asiento y termino de comer mi hamburguesa, mientras espero la respuesta de Ílkay.

—¿Has terminado, cariño? —pregunta la camarera, batiendo sus pestañas.

—Eh, sí. Necesitaré la cuenta.

—En un minuto te la traigo.

La camarera se marcha y vuelvo a revisar mi teléfono; siento que el aire me abandona por completo al leer el mensaje de mi amigo.

Sé que esto no es lo mejor que pude hacer, pero he estado tan temeroso de que mis abuelos puedan separarme de Phoenix. No quiero ni pretendo perderla, no voy a permitir que me alejen de lo único que le da sentido a mi vida.

Ílkay responde al segundo timbre y antes de que pueda decir algo, él toma el control de la llamada.

—Dime que están bien —exhala.

—Lo estamos —respondo—. ¿Cómo están las cosas en Tennessee?

—Del carajo. Todo está descontrolándose desde que ustedes se han marchado.

—Ílk...

—Seré sincero contigo, Trey —suspira—. Todo el mundo aquí ya sabe que Phoenix y tú han huido juntos... que están juntos —se corrige.

—¿Crees que eso me importa?

—Sé que a ti no, pero deberías evitar que Phoenix utilice su teléfono.

—¿Qué quieres decir con eso? —pregunto, sacando mi billetera.

—Están acabando con ella, Trey —suelta—. Las chicas están hablando y publicando cosas horribles de ella en todas las redes sociales.

—Descuida, trataré de que ella no vea nada de eso —digo, al mismo tiempo que le entrego el pago a la camarera—. Ahora debo colgar, te llamaré luego.

Guardo el teléfono cuando veo a Phoenix, el semblante en su rostro ha cambiado, de hecho, parece como si hubiese estado llorando.

—Nix...

—Quiero irme —interrumpe—. ¿Podemos irnos de aquí?

Asiento y tomo mi chaqueta.

Soy un imbécil. Jamás debí haberla arrastrado conmigo a esta locura, sé que está mal, sé que ella está sufriendo.

De nuevo en la carretera, no puedo dejar de pensar en lo que Ílkay me ha dicho, sus palabras están ahí en mi mente, martirizándome.

El cielo comienza a oscurecerse, el sol se ha ocultado y ahora, la luna brilla sobre nuestras cabezas, junto con un montón de estrellas.

Estaciono la Harley en un espacio vacío del estacionamiento del motel y me quito el casco, dejando escapar un suspiro, Phoenix hace lo mismo, bajándose y caminando con la cabeza baja hacia la acera.

No digo una sola palabra cuando la alcanzo, simplemente nos adentramos al área de recepción y solicito un cuarto.

Mi corazón late acelerado y siento que está a punto de salirse de mi pecho, que de hecho, todo está a punto de explotarme en la cara.

Cierro mi mano en el brazo de Phoenix, impidiéndole dar un paso más hacia el baño.

—¿Qué...

The Only Reason©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora