Cap. 15 | Origen

1K 93 110
                                    

Después de mi clase de biología, tomo mis cosas y salgo del aula, corriendo en dirección al campo.

Cuando llego, Treyton brilla por su ausencia, en cambio, encuentro a Ílkay acostado en el pasto, con los ojos cerrados.

—¿Ílk? —llamo.

—Creí que no vendrías —responde, sin abrir los ojos.

—¿Dónde está Treyton? —pregunto.

Esta vez, los ojos azules de Ílkay se abren de par en par, soltando un suspiro, se pone de pie y me mira fijamente.

—¿Vas a responderme? —presiono.

—Nix, él me ha enviado porque no pudo venir, y no vas a verlo por unos días.

Sus palabras son como un cuchillo filoso atravesando mi alma, mis ojos pican con las lágrimas que estoy conteniendo.

No. Él no me puede hacer esto. Me niego a creer que ha enviado a su mejor amigo a romper conmigo, a decirme que él ya no quiere tener una relación conmigo.

—Ílkay...

—Me ha pedido que te entregue esto —dice, sacando un sobre blanco de su mochila.

—¿Dónde está? —cuestiono—. Si quiere mandarme a la mierda, al menos debe tener los huevos suficientes para venir a decírmelo en mi cara —exclamo, enojada.

—Nix, tranquila. Trey no está aquí...

—Entonces dile a tu amigo que se puede ir al infierno, que no quiero saber nada de él.

—Escucha, él no está terminando contigo, te aseguro que eso no está en sus planes, tú no eres un juego para él, Phoenix.

—A la mierda —grito, presa de la furia y la rabia.

Antes de que dé la media vuelta, Ílkay me toma por los hombros y hace que lo mire a los ojos.

—No estoy mintiéndote. Y tampoco estoy aquí como su mensajero para mandarte a la mierda, eso no es lo que él quiere, de hecho, en estos momentos, tú eres lo único real e importante en su vida.

Parpadeo, respirando profundamente, ahogando un sollozo.

—¿Dónde está? —vuelvo a preguntar.

—En el infierno —dice, y su respuesta me provoca un escalofrío—. Su familia es una completa basura, Nix. Se ha ido a Sarátov, ha sido la única manera de mantenerlo fuera de ecuación y a salvo.

—¿A Sarátov? —la sorpresa es evidente en mi voz.

—No tienes idea de lo que ha pasado —expone, recogiendo el sobre que le tiré a la cara, volviendo a entregármelo—. Te escribió esto, aquí te explica las razones del por qué no ha podido hablar contigo, además de que me ha pedido que mantenga un ojo en ti, no quiere que te acerques a Kazán.

—¿Cuándo volverá?

—En un par de días, suponiendo que las cosas estén más en calma o que haya un cambio.

El pecho se me contrae, siento la boca seca y las manos me tiemblan; el dolor aún está en mi corazón. —De verdad... Ílkay... él de verdad... —inhalo y exhalo, tratando de calmarme—. ¿De verdad no te envió a enviarme al demonio?

Ílkay sonríe, afectuosa y cálidamente, tomándome por los hombros, mirándome directamente a los ojos.

—No va a romper la primer relación seria y formal con la única chica que le importa más que cualquier otra cosa —dice—. Estás muy por encima de todo, Phoenix. Así que, no. Trey no me envió a terminar contigo por él.

The Only Reason©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora