Cap. 22 | Internacional

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—¿Puedes hacerte cargo de ese cliente? —pregunta Andrés, mi compañero.

Asiento y me limpio las manos con la franela antes de caminar en dirección al auto que acaba de estacionar.

Si he de ser sincero, justo ahora, soy plenamente feliz, a pesar de todos los obstáculos que hemos tenido, Phoenix y yo estamos juntos y es gracias a que lo nuestro es tan fuerte, que estamos saliendo adelante.

Cierto que, en todos mis años pasados jamás me hubiera imaginado terminar trabajando en un taller mecánico, pero me va bien... de hecho, he logrado hacerme amigo de mis compañeros y mi jefe es una persona realmente muy buena.

Hago el chequeo del auto y le explico al cliente lo que ocurre con él, posteriormente, firma el documento para dejarlo en el taller y recogerlo al día siguiente.

Me concentro en hacer mi trabajo, pensando en todo y nada a la vez. En todo porque por más que lo intento, no puedo dejar de preocuparme por mamá y sentirme mal por Rexington, quiénes deben estar muy preocupados por no saber de mi paradero y también está la familia de Phoenix, que, aunque ella se comunique con ellos, sé que los extraña.

Cada noche, el corazón me duele por ella por que la veo escapar al baño y llorar; sé que no debí alejarla de sus seres queridos, pero, era la única forma de que pudiéramos estar juntos.

—Treyton —llama Andrés.

—¿Pasa algo? —pregunto, limpiando mis manos llenas de grasa.

—Alguien te busca, te está esperando en la oficina —dice.

Inmediatamente, pienso que se trata de mi ratón pelirrojo e, ignorando todo, le aviento la franela a Andrés y corro hacia la oficina.

Inhalo y exhalo antes de abrir la puerta; el alma me cae a los pies cuando me encuentro con la presencia femenina.

Chto ty zdes' delayesh'? [¿Qué estás haciendo aquí?] —pregunto en el idioma que ambos conocemos.

Nam nuzhno pogovorit' [Necesitamos hablar] —responde, en su perfecto ruso.

Kak vy menya nashli? [¿Cómo me encontraste] —interrogo.

Un suspiro de ella. —Exactamente de eso debemos hablar.

—Cleveland...

—Fue muy fácil encontrarte —dice, sentándose en el viejo sofá—. La verdad es que solo tuve que hacer unas llamadas aquí y allá.

—Entonces debiste quedarte quieta en...

—Piensa Trey —interrumpe—, si fue fácil para mí, ¿cuánto crees que demoren nuestros abuelos en localizarte?

—Sé que lo harán, tarde o temprano, pero sigo en la misma posición; no haré nada de lo que me están ordenando.

—Y es por eso que estoy aquí —exhala—. Ven conmigo a Ohio. Tú y la chica que robó tu corazón.

Parpadeo. —¿Qué?

—Estoy de tu lado, Trey. En esta guerra que ha dado inicio, voy a quedarme de tu lado; respeto y valoro tus opiniones y decisiones.

—Clev, te lo agradezco, pero no quiero que enfrentes la furia de nuestros abuelos, es suficiente con que solo yo pague por eso.

—No puedes impedir que te apoye.

—Voy a quedarme aquí y si mis abuelos me encuentran, enfrentaré lo que tenga que enfrentar, pero no voy a rendirme, no voy a cederles mi vida.

—Ellos no permitirán que te quedes aquí... con ella.

The Only Reason©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora