Cap. 17 | Милый -Мilyy- [Cariño]

863 75 24
                                    

—¿Por qué me miras así? —pregunto a Kiara.

—¿A qué te refieres? —inquiere.

—Estás mirándome con esa expresión de...

—Felicidad —interrumpe—. Es felicidad, Nix. Estoy muy feliz por ti.

—Ayer no opinabas lo mismo.

—Lo sé, pero es que, ya sabes... tenía miedo de que Nóvikov no volviera.

—Te dije que lo haría y no quisiste creerme.

—Mi error. Lo siento —se disculpa.

Sonrío un poco más, de hecho, he estado sonriendo como una boba desde el momento en que volví a ver a Treyton.

Intentando no pensar en cosas tontas, me concentro en preparar el desayuno con Kiara, mientras Treyton se da una ducha en nuestro baño.

Justo estoy sirviendo los huevos revueltos cuando él se aparece, luciendo tan condenadamente sexy con un atuendo deportivo y el cabello húmedo.

—Buenos días —saluda.

—Buen día —responde Kiara.

Dejo el plato sobre la mesa y me acerco a él, rodeando su cintura con mis brazos y depositando un beso sobre sus labios.

—Dejen de comer pan delante de los pobres —exclama mi amiga, sentándose a la mesa.

Treyton y yo reímos, copiando la acción de Kiara y sentándonos a desayunar.

—Me alegra que hayas vuelto, Trey —expresa.

—A mí me alegra estar aquí de nuevo.

—Solo tengo una pregunta —dice—. ¿Vas a mudarte con nosotras o solo estarás aquí durante las noches?

—Kiara... —advierto.

Para mi sorpresa, Treyton se ríe y sacude su cabeza. —No me mudaré —dice, ahora con el rostro completamente serio—. De hecho, debo volver a Rusia.

Mis ojos se encuentran con los suyos y un ceño se instala en mi frente. —¿Qué? ¿Por qué no me lo dijiste anoche? —pregunto.

—Phoenix...

—¿Qué es esto, Treyton? —exclamo—. ¿Qué soy yo para ti?

Él no deja de mirarme y la emoción en sus ojos está aniquilando mi alma.

—Bien, yo creo que es mejor que los deje solos. Ustedes tienen mucho de qué hablar —Kiara me mira antes de desaparecer.

Dejo salir el aire cuando escucho la puerta cerrarse. Kiara se ha marchado. Estamos solos, completamente solos en el departamento.

Miro a Treyton y por más que lo intento, no puedo lograr que la furia se desvanezca de mi cuerpo.

—Eres todo —dice, y mi ceño se frunce aún más—. Me preguntaste qué eras tú para mí y te estoy respondiendo. Lo eres todo para mí, Phoenix.

—Treyton...

—Estoy jodido, nena —expresa—. Muy, muy jodido.

—¿Qué quieres decir con eso?

—Tengo una semana —dice—. Estaré aquí una semana, déjame pasar estos días contigo y antes de marcharme, te juro que voy a decírtelo todo.

—¿Por qué no me lo dices ahora? —cuestiono—. ¿Qué es lo que está pasando, Treyton?

Él se pone de pie y camina por toda la cocina, pasándose la mano por su cara; permanezco sentada, observándolo, hasta que finalmente se detiene y se arrodilla frente a mí, tomando mis manos entre las suyas.

The Only Reason©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora