Parte 18

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Cuando mamá y papá se enteraron de que fui aceptada en Stanford se emocionaron tanto que quisieron ir a comer a uno de los restaurantes más caros de Londres, acepte sin dudar pero la culpa me comía por dentro, no decirle a mi novio y mejor amigo que no iba a Manchester era algo realmente triste, triste porque cuando yo vaya a Stanford a formar una nueva vida superando a mis compañeros de preparatoria para formar amigos universitarios, es triste, muy triste. 

Niall no había ido para conocer a la chica que trae loco a Travis porque su madre lo había castigado y cuando estaba por escaparse por la ventana lo descubrió su padre por lo que el castigo aumento.

—¡Melody ponte el vestido! —escuche gritar a mi madre desde el cuarto de Mel.

—¡No! —grito.

Entonces cuando pasaba por la puerta Melody salió con el vestido en sus manos y lo echo por la ventana, justo eran días lluviosos y cayó en lodo.

—¡Melody! —Sisea mi madre enfadada—, ¡Harvey no corras desnudo por la casa!

Melody se vuelve a su cuarto y mi madre me mira con cara del demonio pero luego recordó que había sido aceptada en Stanford.

—Anda a vestirte, por favor—dice para luego dirigirse a Travis que está pegado en su video juego—¡Travis deja esa cosa ahí y anda a bañarte! 

Río por lo bajo para luego ir a ducharme.

Un vestido piel hasta un poco más arriba de las rodillas y unos tacones rosa pálidos.

¿Mi madre no me hubiera escogido algo más “arcoíris”?

Me maquillo para luego volver a escuchar los gritos de mi madre. Llamo a Finnicky.

—Hola, supongo que es tu madre la que grita—contesta al tercer pitido.

—No lo supones, sabes que lo es—respondo y me mata la curiosidad así que añado: —¿Está Niall ahí?

—Oh, no. Dijo que tenía que salir con sus padres algo así, la verdad no lo escuché bien—responde él.

—¿Y te llama mejor amigo? —pregunto burlona.

Se ríe con sarcasmo.

—¿Vas a salir? —pregunta.

—Sí, con mis padres y mis hermanos—respondo.

Omito el “Sí, saldré porque me aceptaron en Stanford”

—¿Tú no vas a salir? —pregunto cambiando de tema.

Él hace un pequeño ruido extraño para luego responder:

—Sí. ¿Te aceptaron en Manchester? —pregunta y añade: —Digo, ya sabes, casi se acaba el año y quería saber porque a Niall y a mí ya nos aceptaron.

¡Mierda! ¿Es qué no puedo vivir en paz?

—Sí, sí, de hecho me llegó la carta ayer—respondí sin nervios.

¡Soy tan mala! Me siento cobarde e idiota.

—¡Qué bien! Me alegra tanto que vayamos los tres a la misma Universidad—casi grita.

Frunzo el ceño y arrugo la nariz.

—Sí, qué bien—finjo felicidad pero él no parece darse cuenta.

—Me tengo que ir, _____. Te llamo luego—.

—Adiós, Finnicky—y cuelgo.

Me tiro a mi cama pidiendo que mi vida no sea tan miserable.

—¡_____!—grita mamá desesperada—, ¡Arrugas el vestido!

—Seguro mamá—respondo levantándome.

Best FriendsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora