Capítulo 1

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LA CARTA DE HOGWARTS

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LA CARTA DE HOGWARTS

—¿Aún no ha llegado la carta? —preguntó Eira en cuanto se levantó aquella mañana y entró en la cocina.

Eira Sayre había esperado la carta de Hogwarts durante semanas, y le molestaba no haberla recibido aún. No comprendía por qué se demorababa tanto. Ella era bruja; lo había demostrado en varias ocasiones. No tenía duda de que sería aceptada en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, como cualquier mago o bruja de su edad. Pero necesitaba recibir la carta para poder ir al Callejón Diagon a hacer las compras necesarias. Estaba impaciente por tener su varita con ella.

—No tardará en llegar —la tranquilizó su madre, Melody—. Draco Malfoy tampoco la ha recibido.

La familia Malfoy era amiga de la suya, y Eira había crecido con su hijo, Draco, como si se tratasen de primos. Thomas Sayre, el padre de Eira, y Melody trabajaban con Lucius Malfoy en el Ministerio de Magia, en cargos importantes, por lo que tenían mucha relación. Ambas familias eran cercanas a Cornelius Fudge, ministro de magia. Ambas eran familias adineradas y reconocidas en el mundo mágico.

—Estarán dando prioridad a los sangre sucias, como siempre —comentó Thomas, molesto.

—No hables así delante de Eira —le reprendió Melody, lanzándole una mirada de advertencia.

Eira era consciente de que su padre detestaba a los hijos de muggles, al igual que muchos otros magos procedentes de familias de sangre pura. Melody, sin embargo, no daba demasiada importancia al tema, dado que ella misma no sabía si sus padres habían sido magos o no. Había sido adoptada poco después de nacer por una pareja de muggles, y nunca había sabido nada acerca de sus padres biológicos.

—¿Acaso a ti te gusta ver el Callejón Diagon repleto de muggles? —preguntó Thomas a su esposa.

—Mis padres muggles me acompañaron cuando cumplí los once años, ¿debo recordártelo? Ni siquiera sé cuál es mi estatus de sangre...

El hombre suspiró, negando con la cabeza. Él estaba convencido de que Melody no procedía de padres muggles, pero ella no estaba tan segura de ello.

—Entraste en Slytherin —le dijo—. Es posible que seas mestiza, pero no puedes ser sangre sucia. Es completamente imposible.

La mujer no dijo nada. Nunca había mencionado a nadie de qué familia procedía. Desde su regreso a Inglaterra, se había limitado a ser Melody Sayre, dejando atrás su apellido anterior. Su esposo había asegurado que no era hija de muggles, aunque ella nunca lo había confirmado, y había logrado evitar, hasta el momento, cualquier pregunta relativa al tema.

—Yo también quiero entrar en Slytherin —comentó Eira.

Sus padres le sonrieron. Aunque Thomas no había asistido a Hogwarts, sino a Durmstrang, todos estaban convencidos de que habría quedado en la casa de las serpientes, dada su procedencia y sus ideas.

Eira en Hogwarts✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora