parte 10

99 21 2
                                    

Jazmin nos hace andar tan solo un par de manzanas antes de detenerse ante la puerta de un local, con un discreto cartel en el que pone ‘Free girls’ y una puerta cerrada, mientras nosotros comentamos otro sitio al que ir ya que ese esta cerrado, Jazmin toca a un pequeño timbre al lado de la puerta, al cabo de un rato una chica se asoma sonriente, al ver a Jazmin se abalanza sobre ella contenta.

-¡Cuánto tiempo Jazmin!

-Sooz ¿Qué tal todo?

-Bien, bien, ¿Qué te trae por aquí, preciosa?

-Estábamos cenando cerca y nos apetece algo de fiesta ¿Cómo esta la cosa?

-Tranquilita, en su punto, ya sabes.- La chica desvía la mirada hacia nosotros parándose en los chicos.- Jaz…

-Venga, Sooz… solo por esta noche…-

-Sabes que no puedo dejarles pasar… no son tías…

-Eh, ¿estás segura que no son tías?- Bromea mirando a los chicos.- Anda…

-Sabes que por ti lo que sea… pero esto no, me juego mi trabajo.

-Andaaaa…-

-Seguro que no son ni gays…

-¿Qué no? Anda que no, son unas locas de cuidado.



-¡Vamos dentro nenas!- Grita Rober botella en mano mientras Jazmin y la chica se echan a reír.



Después de que nos entren dos tías, vale…más a Sara que a mi, decidimos que por esa noche ella y yo vamos a ser la pareja de lesbianas más feliz y fiel del mundo, así que agarradas de la cintura nos vamos a bailar junto con Mariano y Victoria.

Pero como en todas las discotecas, existe ese momento en el que ponen alguna baladita romanticona para descansar, y que las parejitas se den arrumacos, momento en el que si no tienes pareja se suele optar por hacer la broma con alguna amiga, aprovechar para ir al baño o a por otra copita o insinuarte a alguien para un bailecito pegadito. Yo soy de las que aprovechan para una copita más, así que abandonando a mi mujer postiza en medio de la pista me acerco a la barra, donde Jazmin y Rober forcejean por la botella.

Me doy la vuelta para pedir algo, pero mi intento de conseguir algo húmedo para mi reseca garganta se ve frustrado por la mano de Jazmin, que ha dejado repentinamente de forcejear con Rober.

-Baila conmigo…- Me dice mientras me arrastra hasta la pista ¿Se puede saber que bicho le ha picado a esta?

Noto como su cuerpo se pega al mío y esconde su cabeza en mi cuello, disimuladamente giro nuestros cuerpos, para mirar a Rober y a su alrededor, intentando buscar al bicho que le ha picado, allí, apoyada en la barra, una mujer de larga melena rizada y rojiza nos mira descaradamente, algo mosqueada me aparto un poco de mi compañera de trabajo para mirarla a los ojos.

-¿Qué pasa?

-Nada ¿No puedo bailar contigo?- Esa preguntase que algo salte dentro de mí, enfadándome aún más.

-Sí, claro…

El ‘Así no’ se me queda perdido en algún lugar de mi garganta mientras dejo que vuelva a esconderse en mi cuello. ¿Quien será esa tía? Que suave tiene el pelo… ¿Qué le estará pasando por la cabeza ahora? Lo que daría por que me lo contara…no puedo bailar con ella así, no con esa tía mirándonos todo el rato y no sabiendo que solo me ha sacado a bailar para esquivarla, lo siento por Jazmin, pero que se refugie en otra, no puedo, no puedo.

-Voy al baño.- Le digo separándome de ella de golpe y dejándola en media de la vista bajo la atenta mirada de esa tipeja.

Camino a los baños me encuentro con Javo, tonteando con una chica que debe tener por lo menos diez años menos que nosotros, negando con la cabeza sonriente le esquivo para llegar al servicio de chicas
Me doy cuenta de que Javo mira hacia la barra y parece reconocer a alguien, como no, la pelirroja mirona.

-¿Quién es esa tía?

-Ehm…. Nadie ¿Por? ¡Sara! ¡Guapa!- Dice abrazando a mi mujer postiza

Miro como la pelirroja se acerca hacia nosotros, Jazmin ni siquiera la ve venir, y cuando se da cuenta, esta ya tiene sus caderas entre sus manos, su ceño se frunce ligeramente mientras mira al suelo, ni siquiera se intenta apartar de ella, allí quietecita como un pasmarote, la niña ésta es tonta perdida.

-Es su ex.- Escucho la voz de Luna sobre mi oído, un punto menos para la pelirroja ¿Es necesario que se pegue tanto a su espalda? Ni el más osado y experto volador de los bichos podría colarse entre este par.- Amiga de Begoña.

-¿Begoña? ¿Esa quién es?- Vale, como muevas esa mano un milímetro más hacia su ombligo, del susto que te doy se te destiñe el pelo de estropajo ese que tienes…

-Una rubita muy borde…- ¡Dos puntos menos! Teniendo amigas así… Que veía Jazmin en esa cosa? ¡Alto ahí! ¿Le acaba de besar el cuello? Ésta no es tonta ésta esta perdidamente sub… ¡Que se van! ¡Que alguien las pare!

La impotencia se adueña de mi cuando veo a la fregona esta alejarse arrastrando a Jazmin tras ella, ahogo las tremendas ganas de ir a buscarla inmediatamente y dejarla sin respiración del… ¡For! Vale, vale, tomate el cubata de Luna y no pienses, ¿A dónde irán? ¡Flor! Que no pienses ….

-Uy, uy.- Comenta Luna al ver como me acabo su cubata de un trago.- Has caído.

-¿En que? No he caído en nada.- ¿Se han metido en el lavabo?¿Por qué van las dos juntas? Un momento…- Que estúpida…- Caigo en la cuenta de algo que preferiría ignorar, pregunta del millón… ¿Qué hacen dos ex’s cuando se reencuentran en una discoteca y se van al lavabo? ¡Quien acierte se lleva un perrito piloto! Vale, mejor quien no acierte, que si no me voy a dejar el sueldo en perritos

-Jazmin es encantadora y tiene un algo que… no sé…

-Luna ¿Tú también?- Pregunto sorprendida

-Solo los primeros días, luego apareció su tendón de Aquiles…

-¿Cuál es?

-No, no, nena, ¿Quién es? Adivina…

Venga, a contar hasta diez, ¿Cómo empezaba? Oh… sí… ya me acuerdo… ¿Por qué estoy tan celosa, uno, vale que me pueda gustar, dos, que eso no lo voy a discutir, tres, ¿Pero tan fuerte?, cuatro, sin conocernos ni nada, cinco, y es como si fuera así, seis, desde siempre, siete, si que tardan ¿No?, ocho, es que eso lleva su tiempo, nueve, ¡Ni lo pienses!, diez… mierda de imaginación. Así no hay forma de relajarse

-¡Flor! ¿Me acompañas al lavabo?- Me grita Sara abalanzándose sobre mi. Volvamos a intentarlo… uno… mierda….dos… tres…buff…

Cinco minutos treinta segundos y porque no tengo cronometro, que sino hasta las décimas y todo! Es exactamente lo que tardo en ver a Jazmin salir del baño,  sola, vale, por la cara que trae no se la ve muy feliz, con el ceño fruncido del todo, el cansancio en los ojos y ese andar desolado, pero con toda la ropa en su sitio ¡Yuhú! O son muy rápidas o puedo estar tranquila dejando que mi compañera de trabajo haga lo que quiera, sobre todo porque lo que quiere no cuenta liarse con una pelirroja en el lavabo de una discoteca de ambiente

-Dos tequilas.- La escucho pedir ¿Dos? Si que le va… oh, claro, el otro es para aquella, seguro que esta esperando en el baño ansiosa porque Jazmin vuelva. Vaya nochecita…

Jazmin recibe los tequilas y desliza uno hasta detenerlo justo delante de mí, sonriendo al alzar la cabeza mirándola.

-Tengo un reto que ganar.- Guiñándome un ojo se traga el tequila a palo seco.

Y el solo hecho de pensar en el ardiente licor descendiendo por su garganta y abrazando su cuerpo hasta llegar a su vientre, hace que me beba el mío de golpe, como si fuera el último del mundo o como si fueran sus labios, que para el caso, viene a provocarme lo mismo.

-No lo vas a tener fácil.- Respondo abrasándome y más feliz que unas pascuas porque ese tequila ¡Llevaba mi nombre escrito!

-Bueno, veremos si puedes aguantar.- Con la mano le indica a la camarera que traiga otro par, riendo, acepto el reto segura de que voy a ganar, que los jueves universitarios son un entrenamiento infalible.

Después de tres tequilas, Jazmin decide que la primera ronda se acaba y riendo con los ojos algo brillantes y las mejillas ligeramente coloradas me saca a bailar.

Dicen que hay mil formas de bailar, y que cada una la sientes como diferente, incluso bailando con la misma persona, puede que tengan razón, porque sentir los brazos de Jazmin rodeando mi cintura al ritmo de una balada parecida a la anterior, me gusta mucho más que la primera vez, puede que porque no hay pelirroja zumbando alrededor, o porque esta vez me ha sacado porque le apetecía, no por esquivar a nadie. Creo que su perfume es parte de ella, porque después de varias horas sigue oliendo igual de bien, sonriendo me escondo en su hombro apretándome un poquito más, si la otra se pegaba tanto, ¡Yo más!

Algunos bailes después, uno de ellos en plan despedida de soltera, todos dando botes y cantando a voz en grito una canción de la que no conocemos ni el estribillo, pero que a esas alturas de la noche ya nos es completamente indiferente que media discoteca nos mire mientras la otra mitad nos imita, Jazmin me pregunta si la acompaño afuera a tomar algo de aire. Así que en tirantes, ambas salimos a la fría noche, separándonos apenas unos metros de la puerta.

Jazmin se apoya en una pared algo mareada, y yo, muriéndome de frío por el contraste entre el interior y la calle, me restriego las manos por mis brazos de pie frente a ella, mientras la miro divertida, esta claro que el reto lo gano yo.

-Bueno… no vas a llegar ni a la tercera ronda…- Comento para olvidar ese frío que me pone la piel de gallina.

-Dame cinco minutos y hablamos.- Me responde cerrando los ojos y con una media sonrisa traviesa en la cara.- ¿Qué?

-¿Mhm?

-No dejas de mirarme…. Me estás poniendo nerviosa y todo.- Bromea ella mirándome atentamente.

-Si eso miro a la pared ¿eh?

-Es muy aburrida….

-Sí…- Suspiro y la miro, lo reconozco, la curiosidad me está matando, necesito saber quien demonios es la tipeja esa.- ¿Te puedo preguntar algo?

-Lo que quieras.

-¿Quién es ella?- Su mirada esquiva repentinamente a la mía y veo como mira hacia el cielo.- Si no quieres…. Lo entiendo, tranquila…

-No, si no es eso… es que… no se cómo explicarlo…

-¿Qué es tu ex?- Ella dibuja una sonrisa falsa.- Luna.

-Sí, es mi ex… o eso intento…

-¿No acepta que lo hayáis dejado?

-Es que… bueno… con ella no puedo decir que no, me… me tiene a sus pies, por mucho que sé que no me conviene y que es parte del pasado, sabe cómo encontrarme, siempre.

-¿ya te ha encontrado esta noche?- Pregunto sin mirarla y aprovechando para apoyarme en la pared, a su lado, noto su mirada clavada en mí ¡Que solo me falta decirle que estoy más celosa que nunca en mi vida y que como me deje a solas con esa tipa le voy a enseñar un par de cositas bien enseñadas!

-No, solo hemos hablado… no soy tan rápida.- Me contesta riendo.

-Ah, no sé, no me he fijado el tiempo que estabas con ella…

-Me lo imagino.

-¿Y porque no la mandas a…?

-Flor, es complicado, si no esta cerca todo va bien, pero cuando se acerca… conoce mis puntos débiles… a la perfección…

-El beso en el cuello.

-Entre otras cosas.- Ella suspira y mira un coche que pasa por la calle.

-Lo siento, no quieres hablar de eso.

-No me apetece mucho, la verdad, es que me da hasta vergüenza reconocer que esa mujer puede conseguir de mi lo que quiere.

-¿Y si le demuestras que no es así? Talvez se rinda… eso si quieres que se rinda…-Dejo caer a propósito, a ver si pica el cebo…

-Claro que quiero.- ¡Ding! ¡Ding! ¡Ding! ¡Premio!

-Bien… pues hagámoslo.- Me mira extrañada y me echo a reír.

-¿Te casas conmigo por esta noche?

-No, no quiero meterte en líos.

-¿Qué líos? Venga, anda, le damos un poquito de celos y ya verás como ya no se te acerca más ¿Mhm?- Mi mano va hacia su barbilla para darle un toque cariñoso.

-Esta bien… pero no te pases.

-¿Quieres o no?- Pregunto algo molesta por su comentario.

-Tienes más ganas tú que yo ¿eh?- Dice riendo y dándome un empujoncito como les que le daba a la chica de la puerta-entra dentro que estás congelada.

-Ya entraremos en calor.- Bromeo mientras entramos y miro alrededor buscando a mi objetivo, se va a enterar esa de lo que es bueno.

Una vez localizada, abandono un momento a Jazmin para ir a pedir una canción adecuada para la ocasión, como mi cultura en música es nula, dejo mi suerte y la de Jazmin en manos de la simpática dj.

Una suave música con tintes de blues empieza a sonar, Jazmin me espera en medio de la pista, con la pelirroja acercándose peligrosamente a ella, sonrío sabiendo que es el momento perfecto, mordiéndome el labio y mirando a mi compañera me acerco hasta ella lentamente, dejando que las notas de blues suenen entre nosotras, con una voz desgarradora invitándonos a pegarnos la una a la otra, en el momento en que la mujer va a tocarla, acelero hasta plantarme entre ellas con un hábil movimiento, me doy la vuelta encarando a aquella desconocida mientras Jazmin se pega a mi cuerpo, rozando con su nariz mi cuello.

Sus manos se deslizan por mis caderas, que se mueven en lentos círculos, rozando la suya, uniéndose poco a poco, la música cambia a un tono más profundo, a la vez que Jazmin coloca una de sus manos en mi ombligo sin dejar de respirar sobre mi cuello, yo, sonriente miro a la chica mientras mi mano busca la nuca de Jazmin.

Nuestros cuerpos se deslizan el uno por encima del otro, sin perder el contacto, cuando la desgarradora voz resuena entre la gente, me doy la vuelta lentamente, para concentrarme en Jazmin, le guiño un ojo mientras empiezo a descender con ritmo acariciando su cuerpo, Jazmin echa la cabeza hacia atrás y sonríe cuando dejo un húmedo beso en su ombligo, al subir, me hace un gesto con la cabeza, lentamente vuelvo a darme la vuelta. Ni rastro de la pelirroja tonta. Riendo vuelvo a girarme y sigo bailando con ella, intercambiando sonrisas cómplices.

El resto de la noche la pasamos bromeando y bailando lo más pegadas posibles, hasta que ya no se de quien es cada cuerpo y la excitación provoca que mi cuerpo se estremezca con cada nota, olvidando que hay más gente a mi alrededor, incluso a la tipeja esa. Desde luego… las manos de Jazmin aparecen expertas en lo que a cuerpos de mujer se refiere…


SERENDIPITYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora