parte 12

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El resto del día lo paso absorta en mis pensamientos, y aumentando las paranoias que tengo en mi cabeza, que si allí se cuece algo importante, que sí hay una conspiración, o dos o tres, que si tal que si cuál, el caso es que cuando me subo en el ascensor para salir allí tengo la cabeza llena de absurdas teorías de películas de acción, con espías infiltrados, uno de ellos Jazmin por supuesto, y llena también de un fuerte dolor de cabeza.

Al llegar a recepción me cruzo con dos técnicos con sus monos azules que van hacia arriba, me acerco a la mesa de Julia y la saludo con un alegre hola.

-Vaya, con que ganas se van algunas.

-Ya ves, es lo que tiene salir antes, que aun me queda energía. ¿Esos eran técnicos?

-Sí.

-Menos mal, ¿Van a echarle un vistazo al ascensor? Porque cada vez que me subo lo hago asustada.

-No, que va, eso ya esta arreglado, tranquila, es que se ve que una de las alarmas no ha dejado de sonar en toda la mañana y van a ver si esta todo en su sitio.

-Pues si que tardan, anda que llega a ser un ladrón.

-Que va, es que les he dicho que hoy no habíamos tenido visitas ni nada, vamos, solo vosotros, no sé, me han dicho que se habrá movido alguno de esos chismes que detectan movimiento y que por eso esta así, es que tantas modernidades no puede ser bueno

-¿Tenemos sensores de movimiento?

-Claro, hija, esta es una empresa muy importante.- Responde orgullosa ella.- Hay que vigilar, están por todas partes, hasta en los pisos de los chicos, ya te lo explicarán cuando tengas uno.

-Julia, no creo que me veas viviendo aquí, me gusta demasiado mi pequeño piso ocupado por dos locas, pero ya veremos, disfruta de lo que queda de día.- Comento alejándome.

Sensores de movimiento. Esta Jazmin esta demasiado paranoica, vale, tal vez yo haya contribuido a su estado, con tanta preguntita, pero mira que confundir una alarma con micrófonos, si lo sabía yo, tenía que ser eso ¿para que iban a querer escuchar como mean sus trabajadores? Vamos, interés nulo. Tengo que decírselo a Jazmin, la pobre me parece que se ha pasado todo el día fuera por eso, espero que al menos haya disfrutado de un descanso.

Camino del metro, me acuerdo de todos mis santos o más, ¿Un descanso? Vamos, pero bien descansada que esta, mírala, allí tomándose un cafetito con la tonta esa, ¿Pero no quería apartarla de ella? ¿Para que monté mi numerito de celos entonces? Enfadada conmigo, con el mundo y sobre todo con Jazmin por ser tan… tan… tan… ¡Imbécil! Ostras, que a gusto me he quedado, tengo que hacer esto más a menudo.

Mírala, que miraditas le está echando ¿Y Jazmin? Nada, vuelve a ser un pasmarote, desde luego, miro extrañada como la pelirroja deja algo en la mano de Jazmin y se despide de ella con un guiño, Jazmin mira alrededor y por alguna de mis paranoias me escondo detrás de una papelera, deja de mirar alrededor y después de pagar la cuenta se aleja de allí guardando algo plateado en su bolso, ¿Qué es aquello?

No me digas que esta tan loca que se ha comprado una pistola en el mercado negro, vale, tengo que dejar de ver tantas películas, puede que sea algo que se dejó en algún momento en… en.. ¿En casa de esa? ¿Hoy? ¿Y si se lo ha dejado hoy? ¿Para que quedan en una cafetería para dárselo? ¿Qué demonios hago escondida detrás del cubo de la basura? Reconociendo que estoy fatal salgo procurando que Jazmin no me vea y ando rápidamente hasta la estación. Una buena duchita y dejaré de pensar en estupideces… al menos no en estupideces completamente absurdas.

Al entrar en mi piso me encuentro con aquel par haciendo la cena, dejo el bolso tirado en el suelo del pasillo, y después de saludarlas me recuesto en el sofá, estoy agotada, ahora ya sé porque dicen aquello de que el trabajo puede matar, todo el día sin parar, desde la cocina me dicen que si quiero que me preparen algo, entre murmuros les digo que sí, a medida que el cansancio se va adueñando de mí y me quedo medio dormida con las piernas colgando al borde del sofá.

Sigo aporreando la puerta sin obtener respuesta al otro lado ¿le habrá pasado algo? Furiosa me dirijo al laboratorio de al lado, buscando algo con lo que romper aquella puerta, veo un extintor colgado de la pared y me acerco a él decidida a arrancarlo de la pared y estrellarlo contra aquella puerta de cristal, al sacarlo de su soporte se me resbala un poco, por suerte lo paro antes de que golpee con una mesa que hay debajo. Allí, sobre la mesa, una carpeta amarilla con una etiqueta escrita con letras en negro parece llamarme a gritos.

Dejo el extintor a mis pies y leo la etiqueta de la carpeta, seguimiento de trabajadores, extrañada abro esta y un montón de papeles se escapan de ellas, en todos ellos parece alguno de nuestros nombres, datos personales, comentarios escritos a mano ¿Qué es aquello?

El zumbido de una puerta al abrirse me hace tirar la carpeta al suelo, corriendo salgo al pasillo a tiempo de ver como Jazmin se mete en el ascensor, miro hacia la puerta cerrada y descubro que esta abierta, sin pensármelo dos veces, y dado que Jazmin parece decidida a ignorarme por completo, me abalanzo sobre ella, cruzándola antes de que vuelva a cerrarse.

-Flor….- Alguien me zarandea descuidadamente.- Flor, tía, que estas llenando el sofá de babas.- La voz de Nuria cobra forma en mi cabeza y abro los ojos para mirarla.

-Que ya esta la cena echa, te has quedado dormida mientras la preparábamos, por cierto, tienes visita.- Me dice guiñándome un ojo.

Aturdida me levanto y voy hacia la puerta de la calle, desde donde la voz de Lena me llega, esta invitando a cenar a alguien, con los pelos revueltos y los ojos medio cerrados me asomo al pasillo, allí, delante de mi compañera de piso veo a Jazmin parada, sonriendo y aceptando la invitación de Lena.

-Ey.- Es lo único aceptable que me sale como saludo.

-Hola, Flor…e s que pasaba por aquí… y bueno… he subido a saludarte…

-Y yo la he invitado a cenar, nos servirá de conejillo de indias.- Bromea Lena tirando de Jazmin para que entre en el piso y marchándose hacia la cocina, no sin antes guiñarme un ojo al pasar por mi lado.

-¿Conejillo de indias? ¿Debería asustarme?- Jazmin me mira atentamente.

-¿Estás mejor?- Haciendo caso omiso a sus preguntas, necesito saber que esta mejor, porque yo puedo obsesionarme con conspiraciones pero a ella la necesito sonriendo.

-Sí, sí… siento…. Siento lo de esta mañana.

-Si ha cocinado Lena… pedimos una pizza. Pasa anda.- Digo dándome la vuelta para ir a la sala de estar.

-Bonita decoración.- Bromea al ver todos los papeles que inundan el salón.

-Sí, es el estilo examen, no queda del todo mal, de hecho, había pensado en empapelar mi habitación con apuntes.

-Vanguardista total.- Ríe ella sentándose en el sofá, yo me acomodo enfrente de ella, sobre uno de los brazos de un sillón.

-¿Qué tal el día libre?- Cuéntamelo, cuéntamelo… venga, que si me lo dices se que no has hecho nada malo, venga Jazmin, por favor.

-Bien, me he relajado mucho, ¿Y vosotros en el trabajo?

-Liados.- Ha hecho algo malo…

-Vaya, lo siento, podíais haberme llamado para que viniese.

-No, era nuestro departamento, Javo y Rober nos han echado una mano, pero ya me hubiese gustado ser tú.. ahí… relajándote.- Segunda oportunidad….

-Bueno, si pides el día libre a Mariano seguro que te lo da

-Ah, claro….- ¡Estúpida tipeja!

-¿Flor?- Me llama Nuria desde la cocina.- ¿Flor?

-Mierda…- Murmuro al notar el olor a humo, corriendo vamos hacia la cocina y veo a Lena con una olla llena de agua para echarla en el humeante microondas.- ¡Quieta!- Me lanzo sobre ella y le quito la olla de las manos mientras me mira inocente.

-¡Nos quemamos!

-No, no nos quemamos. Lo que sí nos vamos a electrocutar como sigamos tus ideas locas.

-Ostras… es verdad.- Las tres nos echamos a reír por el despiste de Lena mientras Jazmin nos mira asombrada, bienvenida a la casa de la locura nena.


Cenamos entre risas y bromas, Jazmin parece pasárselo en grande con mis compañeras, de lo que me alegro un montón, verla así, riendo alegremente, es algo… emocionante, creo que esa palabra se ajusta bastante bien, y es que al verla no puedo evitar sonreír a mi vez, alegre sin motivo aparente, disfrutando del sonido que sale de sus labios, sintiendo mi cuerpo completamente relajado y queriendo estar siempre así.

-Cuando bebe un poco le brillan así.

Escucho decir eso a Lena, salgo de mí y miro a Jazmin, que con la mirada fijada en mí sonríe levemente, algo cortada tal vez. ¿Se me ha caído la baba y no me he dado cuenta? Compruebo que mi camiseta no tiene ninguna mancha ante las risas de mis dos compañeras, me conocen demasiado bien, lo suficiente para saber que pasa por esta cabecita loca que tengo.

-Lo sé, anoche le brillaban así… a veces…- Deja caer mientras me mira y da un sorbo a su cerveza, ¿Eso ha sido una provocación? ¿Un se que te pusiste más celosa que una mona cuando me viste con la chica? ¡Vale!¡Sí! Lo reconozco, pero no me negarás que tenía motivos… dejándote cosas por su casa para volver a verla y que te la devuelva… dios, si esa mujer es… anti.. anti… ¡Anti-todo!

-Sí, solo… a veces…- Nuria me mira intuyendo que pasó algo que no les he contado, aunque la verdad, tampoco es que hayamos podido hablar mucho de eso, aunque me muero de ganas por contarles lo de la pelirroja y que me den su opinión de expertas.

-Vale, ¿Hablamos de las veces que te pones colorada tú?- Le pregunto sacándole la lengua cariñosamente.

-Mhmhm… después de… ¿A alguien le apetece otra cerveza?- Dice riendo Lena y marchándose hacia la cocina.

-Bueno, Jazmin, y ¿Cuánto tiempo llevas trabajando en ese sitio?

-Pues… dos años y medio, más o menos, se esta bastante bien.

-Sí, tan bien que aquí mi niña ve fantasmitas.

-Nuria ¿No le echas una mano a Lena? Esta es capaz de cargarse la nevera.

-¡Lena!- La llama riendo y saliendo hacia la cocina.

-No hay fantasmas Flor.

-Lo sé, ya te lo he dicho esta mañana en tu ataque de histeria, por cierto, eran sensores de la alarma.

-Ya, Julia me lo ha dicho al llegar.. siento el numerito de verdad.

-Siento haberte hablado de mis paranoias, se que no debería haberlo hecho, están completamente infundadas ¿no?

-Completamente sí.- Responde ella mientras su móvil suena.- Perdona, es un segundo.- Me dice al ver la pantalla.- ¿Dime? Sí… sí…es que ahora estoy cenando con una amiga… no, no….es que…. No, ya hemos hablado de eso, ni pensarlo… bien…- Escucho un leve suspiro resignado mientras finjo estar muy interesada en contar las ventanas que tienen el bloque de enfrente.- esta bien, en media hora allí. Flor.- Me llama después de colgar.- Que… una pequeña urgencia, tengo que irme…

-Sí, claro, te acompaño hasta la puerta ¿Mhm?

Ambas nos levantamos y vamos hacia la cocina, allí vemos a Nuria y Lena sentadas sobre el mármol, sin rastro de la cerveza que le apetecía a Lena y en completo silencio, que disimuladas que son, voy a tener que darles una buena charla, y tan buena, pero primero…. Jazmin.

- ¿Has venido en coche?

-No, con el metro.

-Bueno, te acompaño a la estación.

-No hace falta, si acaso yo…

-No, no, si es que me apetece dar una vuelta y alejarme un ratito de ese par.

-Pobres, si son geniales.

-Sí, las veinticuatro horas del día.- Le digo sonriendo.- Demasiado para mí.

Salimos a la calle en silencio, ¿Por qué esta tan callada? Le debe pasar algo, ¿Tendrá que ver con esa pelirroja? ¿Y si han discutido esta tarde? ¿Y como saco el tema? Ya sé, en plan, Jazmin, ¿Esta tarde has visto una cosa verde esconderse detrás de un cubo de basuras? ¡Pues era yo! O mejor en plan, menos mal que anoche nos libramos de tu amiguita, o en plan, estámpame contra la pared y bésame como nunca me han bes… ¡Flor ¡Eh! No es culpa mía… se le ha subido la camiseta un poco… mhmhm… que ombligo más bonito…. ¡Nena! Tropiezo con un agujero que hay en la acera, ella me coge de la cintura riendo para que no me caiga.

-Estás despistadita ¿eh?

-Y tu muy callada.- Ahí, ahí, eso ha estado mejor que las otras opciones…. ¡Me gustaba la tercera !

-Es que es tarde, y estoy cansada…

¿De que esta cansada? Si ha estado todo el día de fiesta, si se había relajado mucho ¿Una relajación cansada? Solo conozco algo que provoque eso…. Y mejor no pensarlo.

-Ya, bueno, ahora duermes un ratito y mañana a trabajar.

-Sí, en cuanto llegue me echo en la cama, eso sí… si llego tarde… no subas a despertarme ¿eh?- Ríe apartando su brazo de mi cintura para seguir andando hacia la estación ¿Han movido esa estación de sito o que? Pedazo de… ¡Antes estaba más lejos!

-Tranquila, que si llegas tarde lo único que voy a hacer es esperarte para un café ¿Te parece?

-Bueno, si no llego tarde… también ¿No?

-Claro, también…

Llegamos a la estación y ella se para mirando hacia la puerta, me mira sonriendo y se acerca para… para… ni idea, pero que labios más bonitos tiene, de esos carnosos que solo apetece estrecharlos entre los tuyos y saborearlos hasta que ya no te quede aire, deslizar la lengua recorriéndolos y…. y…

-Buenas noches.- Me abraza. Me esta abrazando…. ¡Me abraza! Que diferencia con el que me ha dado esta mañana, este es mucho más, más… más abrazo y menos secuestro. Y que bien huele la jodía ¡Flor! ¡Esa mano! Vale, mi mano ha tenido un momento de autonomía e iba directita hacia el trasero de Jazmin, esta me da un beso cariñoso en la sien y se separa un poco.- Gracias por esta noche.

-De… nada.

-Nos vemos mañana en el trabajo.

-Sí…

Veo como se aleja y una vez más miro mi camiseta, vale, no hay manchas, la baba no ha llegado a caer tanto. ¡A casa!

Al llegar allí me encuentro con Lena y Nuria repasando sus apuntes en el sofá, en silencio me dejo caer en un rincón y miro como Nuria para el cronómetro negando con la cabeza, me echo a reír. Desde que vivimos juntas, cada vez que alguna acompañaba a otra persona hasta la puerta, las que se quedaban cogían ese viejo cronómetro de cuando Lena fue monitora de gimnasia y lo ponía en marcha. Cinco minutos, nada, diez minutos, beso, quince o más, polvo rápido o lento, según cuantos minutos sean los de más. Una de nuestras pequeñas tradiciones.

-Bueno ¿Ha habido beso inocente al menos?

-Pues… no…. Aunque casi lo hago, es que se me acerca y… y … además, tiene algo con otra.

-¿Algo?

-Sí, no sé, una pelirroja muy pesada que no la deja en paz, aunque a ella parece que le gusta, anoche la estuvo esquivando pero hoy al salir del trabajo las he visto en una cafetería, y la chica esta le daba algo…

-Puede ser una amiga ¿No?

-Que va, si Javo me dijo que era su ex, entre eso y los arrumacos que le daba en la discoteca, dudo mucho que sea solo una amiga.

-Te has pillado muy rápido Flor.

-No, no estoy pillada Lena, tú tranquila, solo… me gusta estar con ella, y me gustaría estar más con ella… pero no voy a perder la cabeza



-¿Qué es lo que le daba? Puede que fuera algo que no le devolvió cuando lo dejaron.

-Pues…. Ni idea, no lo vi bien, solo se que era plateado, eso y que Jazmin miro alrededor por si la veía alguien, sería algo comprometido, yo que sé.- Les explico frotándome las sienes con las puntas de los dedos.- Sea lo que sea, me da igual. No me gustan las cosas complicadas, y lo que sea que tiene Jazmin con esa tía es complicado, no quiero estar por el medio, pero…

-Te gusta mucho.- Comenta Nuria sonriente.

-Es que… bueno, ya la habéis visto…es… casi perfecta.

-¿Casi?

-Sí, sí no me diera la sensación de que… no sé… como si escondiera algo, y encima con estos sueños raros que tengo.

-¿Otra vez?- Me pregunta Lena con el ceño fruncido.

-Sí… esa empresa… hay algo.

-Sí, que cobras un pastón por no hacer el huevo ¿Qué más quieres?

-¿Qué no hay ascensores inteligentes ni sótanos inexistentes ni presencias extrañas?

-Pues déjalo, nena. Si no estás a gusto.

-Pero es que lo estoy, la gente es encantadora, el ambiente es genial y tú lo has dicho, cobro un pastón, pero yo que sé, no sé, estoy…. Rara.

-Mira, te voy a dar un consejo, olvida esos sueños, solo son sueños, pesadillas o lo que sea, pero no son realidad ¿Vale? Últimamente tenéis mucho  trabajo ¿No?- Asiento con la cabeza lentamente.- Pues ya está, estás agotada y estresada, es normal que tu subconsciente te de la lata, ya verás, cuando te relajes un poco las pesadillas desaparecerán, hasta entonces… pasa de ellas.

-Si yo paso, pero… yo que sé… es que cada vez que me subo al ascensor… me da miedo.

-¿Pero es que no hay escaleras en ese sitio?

-Que va, ni una, es alucinante, vamos, como se incendie un día…. No quiero ni pensarlo.

-Ya está, lo tengo, llama a inspectores de estos, que vayan a echar un vistazo, tienen que tener salida de emergencia, y un ascensor…

-Nuria, no puedo hacer eso, me están tratando genial, además, seguro que tienen un sistema increíble por si pasa algo, en ese sitio han puesto mucha pasta.

-Pues entonces… haz caso a la niña, pasa de las pesadillas.

-Tenéis razón, … solo son pesadillas ¿no?- ambas asienten dándome fuerzas.- Pues nada, a la mierda con ellas, se acabó.

-Genial, entonces… a la camita que ya es muy tarde para ti.


Después de los achuchones antes de ir a dormir, me meto en mi habitación y me pongo el pijama, dispuesta a dormir ocho horas seguidas sin extraños sueños, o al menos, a pasar de ellos olímpicamente a la mañana siguiente.

Por desgracia…. Los sueños no es algo que controlemos…

Una gran sala blanca…. Ese es el misterio que esconde la puerta… una gran sala blanca completamente vacía… sin ventanas… muebles… nada… impecablemente limpia. Un flash cegador y una extraña figura en el fondo, otro, a tres metros de mí, borrosa, otro, a dos, con una mascara puesta, a uno, dios… su cara… su cara esta….otro, a un palmo de mí.

-¡Ahhhhhhhhhhh!- El grito escapa de mi garganta despertándome de golpe, mis compañeras entran corriendo y se echan sobre mí, escucho que me hablan pero no entiendo lo que dicen, joder, esa cara…. Esa cara, sin poder evitarlo me echo a llorar y me doblo rodeando mis rodillas con los brazos, asustada.

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