parte 26

114 19 4
                                    



-¿Sabemos quien es?- Abro corriendo la carpeta y me encuentro con un perfil y varios documentos,  mails, transcripciones de conversaciones telefónicas y algunas facturas de impresionantes cifras.- ¿Qué es esto?

-Se hace llamar Edward Garrod, creemos que es un varón, aunque usa un distorsionador de voz bastante bueno en las pocas conversaciones que hemos podido interceptar, podría tratarse de una mujer, aunque el equipo de expertos que consulté me dio la descripción de un hombre de entre cincuenta y setenta años, de extremada inteligencia, y que esta jugando, el seudónimo que ha escogido, sin duda no es al azar.- Jazmin coge el papel del perfil y señala un párrafo, una anotación.- Archibald Edgar Garrod fue el primero en descubrir las enfermedades congénitas, las que llevamos en nuestros genes, creo que lo que están haciendo allí, tiene que ver con eso, y que ese hombre esta muy seguro de si mismo, lo suficiente como para ofrecernos esa pista, estas facturas, no contienen ningún tipo de información, tan solo las cifras desorbitadas que nos empujan a pensar que allí se esta tramando algo de gran magnitud, las transcripciones de esas conversaciones, dan a entender que el señor Garrod no visita las instalaciones del sótano de UmPharma, por lo que esos vídeos solo pueden decirnos los nombres del equipo que el paga, nada más, no sabemos si ese equipo es consciente o no de lo que pasa allí, o cuantos detalles conocen, por lo que, al menos de momento, no son sospechosos.

-¿Y sobre Will?- Suspira de nuevo y guarda los papeles con cuidado en la carpeta, en riguroso orden, primero el perfil, las transcripciones y las facturas, tal y como estaban.

-En 2007 Will tuvo un contacto en una de las misiones, se hacía llamar Garrod, puede que sea casualidad… pero yo no creo en ellas.

Así que un tipo que se pone el nombre del que descubrió las enfermedades congénitas maneja mucho dinero y tiene que ver con esos sótanos, un tipo que a la vez podría haber sido informador de Will en una misión, ¿Quizás Will forjó una amistad con su informador? ¿O este algún tipo de poder sobre ella? ¿Por eso Will visita las instalaciones? ¿Y si han intercambiado los papeles? ¿Si Will se ha convertido en la informadora?
Jazmin es la que prepara la comida, cortando en pequeños trozos las hortalizas y salteándolas en una sartén, nos sentamos en la mesa que he puesto fuera de la casa, y empezamos a comer tranquilamente, yo mirando a Jazmin más de lo normal, intentando que algo en ella despeje las dudas de mi cabeza, intentando averiguar si lo que le empuja a proteger a Will son buenas intenciones o no.

-¿Iremos luego al lago?- Pregunta metiéndose algo de comida en la boca con el tenedor.

-Si te apetece.

-Aún estas molesta.

-No, sí… yo que sé.

-Bueno…no pasa nada, mientras no hagas ninguna tontería poniéndote en peligro…

-Ya veo, mientras no me pase nada, no vaya a ser que manches tu expediente, todo bien ¿No?

-No es eso, Flor, es que... bueno, es lo más importante ¿No? Que estés bien- Clava sus ojos en mí y suena tan convincente…

-¿Pero no lo único?- Dibuja una media sonrisa mientras mira hacia otro lado.

-No, no es lo único ¿Seguimos comiendo?

-¿Cómo te puede costar tanto decir las cosas?

-Pues porque me cuesta ¿Cambiamos de tema?- Junta las cejas en un gesto de impotencia que me hace sonreír, si es que es mona, dura, mala y todo lo que tu quieras, pero es mona… cuando le da por ser accesible.

-Esta bien, te doy un respiro... los chicos que están con ellas ¿Son de fiar?

-No les habría dejado con ellas si no fuese así, Lena y Nuria son importantes para ti, y… bueno me caen bien, no quiero que les pase nada.

-Más te vale…- Ella me mira un momento y traga saliva.- Son mi familia.

-Flor, no les va a pasar nada, antes mando a la mierda esta misión ¿De acuerdo?

-¿Pero las vas a proteger como a Will o como a mí?

-Lo de Will es asunto mío….

-Uhm.- Asiento mirando mi plato, así que Will es asunto suyo, muy bien, también será mío en cuanto descubra porque la proteges tanto, y lo de que fue importante en algún momento… no lo justifica.

-Anda, ¿Ya has terminado?

-Sí, voy a recoger todo esto.



Media hora después Jazmin se zambulle en el lago, yo me quito la ropa con cuidado y me siento sobre una roca, cerca del borde del bebedero de vacas este gigante, veo como Jazmin da un par de brazadas y se sumerge un rato, al salir se gira para ver donde estoy.

-¿No vas a meterte?

-Uhm… en un rato.- Mirando alrededor.

-¿Estas viendo si hay vacas cercas o que?- Bromea ella divertida.

-Puede.- Jazmin se acerca y se sienta en el borde, debajo de mí, dándome la espalda mientras mira el agua.

-No me gusta estar así contigo. Ya te he dicho todo lo que sé ¿Qué más quieres?

-Nada, Jazmin, no quiero nada.- ¡Un buen…!

-Mira.- Se da la vuelta y se pone delante de la roca, entre mis piernas, apoyando las manos en mis rodillas.- Échame una mano en esto ¿Vale? Tu me dices lo que tengo que hacer y yo lo hago.- Levanto una ceja mirándola.

-La cosa no va así.

-Para mi sí, … todos los que están cerca de mí son agentes o lo han sido, tenemos… formas diferentes de ver las cosas, hay muchas cosas que no entiendo de esto de… las relaciones personales, lo que para mí es normal a ti te sorprende, y al revés, así que…. Vas a tener que echarme una mano.- Suspiro mientras ella dibuja una media sonrisa y levanta las cejas, animándome a decir algo.

-No mentir es un buen paso y… no ser tan distante, decir... lo que quieras, cuando quieras, como has hecho ahora, tampoco esta mal, no sé.

-Vale, lo intentaré ¿Mhm?- Acaricia mi mejilla.- Pero… despacio…

-Despacio.

-Genial… ahora… ¿Puedo abrazarte?- Me echo a reír mientras Jazmin me abraza, la aprieto fuerte contra mí, disipando mis dudas, o al menos, olvidándolas, si me esta engañando, es una maestra, y me es imposible pensar ahora mismo si lo es o no, con sus manos agarrándose a mi espalda, empapada de agua, piel contra piel …

Noto como Jazmin hunde su cara en mi cuello, como si se refugiase de algo, suspirando la abrazo todo lo fuerte que puedo, notando como esta relajada, más que cuando le hice el masaje sin duda, como si se hubiese quitado un enorme peso de encima, tal vez nunca haya sido así de sincera, tal vez es la primera vez que reconoce que su trabajo no le ha permitido tener relaciones normales y que ahora no sabe como hacerlo, que necesita ayuda, acaricio su espalda con suavidad, y aunque no fuese la primera vez, que lo haya hecho conmigo, eso debe significar algo ¿No?

Se termina de separar de mí, con la mirada algo cambiada, creo que esta más guapa que nunca, acaricio su mejilla y le guiño un ojo haciendo que sonría abiertamente.

-Gracias.

-Me ha gustado.- Poquito a poco ¡Pero sin pararse!

-A... a mí también pero…

-¿Pero?- ¿Tiene peros? ¡No me jodas! ¿Por qué siempre hay un pero? ¿Quién inventó los peros?

-Ahora…- Pasa sus brazos por debajo de mi trasero y me levanta, haciendo que me aferre a ella para no meterme una buen golpe contra el suelo.- ¡Al agua!- Grita alegre mientras me tira con ella al lago, si es que a esta le va lo de ahogarme, apalearme y todo esto.

Después de la tarde de baño decidimos volver cuando ya esta oscureciendo, , nada más llegar nos duchamos y preparamos algo ligero para cenar, hambrientas lo devoramos en un suspiro y nos sentamos con el fuego encendido, cada una en uno de los sillones.

-Mañana saldremos a primera hora, madrugaremos un poquito ¿Mhm?

-¿Qué entiendes tú por poquito? Porque yo estoy deseando meterme en la cama y no sé cuándo despertaré.- Jazmin ríe mientras acerca un leño al fuego con el pie.

-A las nueve o así, ya te despertaré yo.

-Más te vale, porque como me dejes aquí tirada me da un sincope.

-¿Cómo te voy a dejar aquí tirada?

-Ah… no sé, no sé.- Me defiendo bromeando.

-Pues no lo haría, ahora ya lo sabes.- Le sonrío mientras me levanto a beber un poco de agua.

-¿No quieres pasar por la casa de la señora Mariana?

-No hace falta ¿Tú sí?

-No sé podría llevarles algo de comida sana a Nuria y Lena, aunque si les llevo una botella de tequila seguro que me lo agradecen más.

-Yo lo haría.- Bromea sacándome la lengua y dándome con el pie al pasar por su lado para volver al sillón ¿Te apetece salir afuera un rato?

-¿a oscuras?  Me da miedo

-¡Pero si ya te has metido un buen paseo por la noche!

-Ya, pero era diferente, estaba intentando escaparme.- Levanta las cejas mirándome.

-¿De mí?

-Me entró el pánico y mi cabeza zumbaba más que ese trasto amarillo que tienes ¿Qué quieres que te diga?

-Que esta vez… no te escaparas

-Con lo agustito que se está con el fuego, aqui, calentito.- Jazmin niega con la cabeza sonriente y agarra mi mano tirando de ella.

-¡Levanta ese culito de ahí anda!

-Además, creo que esta lloviendo ¿No lo escuchas?- Le pregunto - Ploff, ploff, ploff ¡Ves!

-Que no cuela, tira.- Riendo me pone delante de ella y apoya las manos en mi cintura, dándome empujoncitos hacia la escalera.

-Vale, vale, esta bien… que pesadita que te pones.

-No lo sabes tú bien.- Ríe en mi oído mientras bajamos las escaleras, aún pegadas la una a la otra, de esta nos matamos.

Salimos afuera y Jazmin me llevas hasta el pequeño banco, sentándonos en él, ella me mira de vez en cuando sonriendo.

-¿ tengo algo en la cara o que?

-Nop.- Se hace la interesante volviéndome a mirar y guiñándome un ojo juguetona.

-¿Entonces?

-Que estás guapa, te sienta bien el campo.

-Uy, sí… genial.- Digo riendo y mirando al cielo.- Oye, con un grupo de… ¿Cómo dijiste?

-Reconocimiento.

-Eso, rondando por aquí ¿Ya es seguro que nos dejemos ver tanto?

-Sí, he mirado la casa, no han llegado a entrar, supongo que solo querían comprobar que estábamos aquí.

-Uhm…- Asiento mirando hacia el cinturón de Orión.

-Es Orión.- Dice ella al seguir mi mirada.

-Pues ya lo sabía señorita.

-¿Ah sí?

-Sí, hice un curso de astrología.

-¿Por iniciativa propia?- Pregunta divertida apartando un mechón de mi cara.

-Vale, no, Lena quería tirarse a alguien y me arrastró., pero al menos aprendí algo ¿No?

-Sí, sí.- Riendo.

-No te rías de mí.- Le doy una palmada en el brazo y ella tira de mi brazo haciendo que mi espalda quede contra un lado de su cuerpo, y su brazo rodeándome.

-No me río de ti.- Susurra mirando las estrellas.- ¿robamos un pedacito de este cielo y nos lo llevamos de vuelta?

-¿Puedes hacer eso?

-Yo hago de todo.- Bromea ganándose un pequeño mordisco en su muñeca, lo que más a mano tengo, por prepotente.

-Pues venga, ya estás quitando un pedacito que lo quiero poner en mi habitación.

-Es que… no puede haber testigos, ni siquiera tú, pero te robaré uno a escondidas y te lo regalare.

-Vale.-¿Nos vamos a dormir?

-Un poquito más…- Dice apoyando su cabeza contra la mía

SERENDIPITYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora