parte 16

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Capítulo cuatro: secretos

Decidida a tirarme de cabeza en mis pesadillas, me paso el día entero jugando con el ascensor y bajándome en todas las plantas posibles, al final llego a una desmoralizadora conclusión: no existe. Esa maldita planta parece haber desaparecido con la misma rapidez que apareció, pero yo sé que esta, es real, mis pies tocaron su suelo y mi mirada vio sus paredes ¡Tiene que estar en algún sitio!

¿Un laboratorio del que los demás no saben nada? ¡Ahí se cuece algo importante! Miro por enésima vez las paredes del ascensor ¿Cómo lo harán? Tiene que haber algo, en alguna parte, algo que acciones algo y me deje llegara esa planta ¿Pero el que? La otra vez… quizás el ascensor lo accionó sin querer, fallaba, ¿Pero como iba a accionarlo? ¿Un cortocircuito en algún botón oculto? Pero no, esta empresa tiene demasiada pasta como para hacer algo tan simple y que cualquiera puede encontrar… ¿Un lector? De algo…como esos de retina de las películas, pero no hay nada parecido allí, las paredes son completamente lisas…. ¿Si yo fuese un lector…. Donde me pondría? Enfrente, cuando la gente se sube en un ascensor se queda mirando las puertas, esperando su planta ¡Eso es! Tiene que estar por aquí….

-¿Qué haces?- Escucho una voz divertida, miro y veo a Luna parada mirándome sorprendida, tengo que tener una pinta de mono palpando los laterales de la puerta…. Para no sorprenderse.

-Ehm…. Esto…. ¿Es fibra de vidrio?- Luna se echa a reír cuando las puertas se cierran.

-Tía….. que mal te sienta madrugar.- Bromea alegre.- Estás loca…. Y algo esquiva ¿Eh? Llevas todo el día subiendo y bajando.

-Sí… recados, ya sabes.

-cada vez que alguien va a ir a algún sitio te ofreces, no hay ganas de trabajar ¿Eh?

-No, ninguna- Le digo riendo y mirando la puerta, pues yo no veo nada raro.

-¿Y que hacías?

-Eso…. Que mi… un colega trabaja haciendo ascensores y claro, quería saber de que esta hecho este, simple curiosidad.- ¿Porque no se baja ya?

-Pues… ni idea…. Pero los guardas se lo deben estar pasando en grande….

-¿Cómo?- La miro extrañada, en ese ascensor no hay cámaras…. ¿No?

-La cámara Flor.- Me señala una esquina que por no ser, no es ni esquina, ya que esta redondeada ligeramente frunzo el ceño y miro las demás ¡Son esquinas! ¡¿Cómo no me he dado cuenta?! Pues si que lo he mirado bien…

-Pues espero que hayan ido a por palomitas y no hayan visto mucho… ¿Cómo sabes que ahí hay una cámara?

- todo el mundo lo sabe, cuando entras en el ascensor la cámara te toma una foto que se compara automáticamente con las fotos de los empleados o se queda grabada si no existe tu ficha, así se controla quien entra en el ascensor, ya que es el único acceso que tenemos. ¡Hasta miran en que planta te bajas!- La miro asustada ¿Alguien sabe que he estado allí?

-¿En serio?- Venga Lunita, sigue hablando un poquito más.

-Claro, hay una cámara en cada pasillo solo enfocada a la puerta del ascensor, cuando te bajas te registra otra vez… si no te registra ninguna apareces en una lista como que estás dentro del ascensor, esa lista es una de las primeras cosas que miran si suena la alarma, así saben si hay alguien atrapado o no.

-¿Y si el archivo se equivoca y me confunde con otra persona?

-Eso es imposible, lo lleva todo un ordenador, si lo llevase alguno de seguridad…. No te lo discuto, algunos son muy tontos, pero lo lleva la máquina.

-Uhm…- Asiento preocupada, ya no solo porque alguien pueda averiguar fácilmente si estuve o no en esa planta, sino porque no hubo ningún fallo, el ordenador me llevó hasta allí…. Y los ordenadores tienen teclados que usan personas…. ¿Pero quien querría que bajase allí?

-Estás muy rara, casi, casi…,. Como Jazmin.

-Jazmin esta como siempre….- Con el resto del mundo, porque lo que es a mi, últimamente ni me mira.

-Sí, claro, por eso te evita, disimuladamente eso sí, pero no os he visto hablar desde hace…. Tres días como mínimo.

-Cuatro… pero no los cuento.- Ella se echa a reír.

-¿Os habéis peleado?

-¿Peleado? Que va… no sé que mosca le ha picado.- Lo bien que me vendría un esparadrapo para callarla ¿Qué no ve que estoy concentrada en mi problema? En uno de ellos…al menos. El que no tiene que ver con Jazmin…

Por suerte el ascensor llega a nuestra planta y me bajo rápidamente, ya no me quedan más ‘recados’ que hacer, por lo que se me ha acabado el tiempo para averiguar algo, aunque con lo que tengo me conformo, solo tengo que encontrar ese ordenador y configurarlo para que me deje entrar, yo… que tire mi teclado inalámbrico porque creía que había muerto y resulta que solo se me había quedado sin pilas…. Lo tengo difícil ¿eh?

Pero bueno, de momento, vamos a acabar con la jornada laboral y luego les comento a aquel par si conocen a algún experto en informática que sea discreto. Empiezo a andar por el pasillo hasta la puerta, donde Jazmin me espera mirándome seria, vale, lo más probable que no me espere a mí, pero de ilusiones también se vive ¿No?

-¿Qué?- La saludo sabiendo que no va a hacerme ni puñetero caso.

-¿Subimos a merendar al tejado?
-¿Cómo?- A esta le dan unos puntos…. Muy extraños ¡Vaya cambios de humor! A ver si le va a faltar algún tornillo….¡No es perfecta! Pero que buena que… ¡Flor!

-Sí… ¿No te apetece un poco de aire? Cogemos un par de sándwiches de la maquina y nos los subimos ¿Te apetece? - ¿Qué si me apetece? Pues…. Deja que me lo piense… ¿Entonces para que has estado distanciándote de mí?

-Llevas esqui…

-Piénsatelo.- Me corta ella apoyando su mano en mi cintura y haciéndome temblar de pies a cabeza, me giro y veo cómo avanza por el pasillo con la cabeza agachada y las manos en los bolsillos de la chaqueta ¿Qué le ha picado esta vez? ¡Que le pique más a menudo!

Suspirando entro en el laboratorio, imitando sus andares y sus manos en los bolsillo, que incomodo, desde luego la altura no la han medido bien, vaya posturita, parezco un orangután….al ir a sacar mi mano del bolsillo izquierdo noto algo allí, algo que no estaba antes ¿Un papel? Si no llevaba… la imagen de Jazmin acariciando mi cintura, justo donde tengo la mía, ¿Me lo ha dejado ella?

Me acerco a mi mesa y después de mirar alrededor saco el papel rápidamente y lo sostengo entre mis piernas, sin que pueda verse desde ningún ángulo, joder, me siento como cuando iba a clase de filosofía y me pasaba notitas con una amiga comentando el extraño parecido que tenía el profesor con Tintín  Riéndome sola despliego lentamente el papel y miro lo que hay escrito. Que tampoco es que me lleve mucho rato, porque no es precisamente una redacción, un escueto ‘acepta’ muy bien escrito eso sí, tiene una letra preciosa… ¿Qué tantas ganas tiene de merendar conmigo? Que no me quejo ¿eh? Pero es…. Raro.

Con ese pensamiento espero ansiosa que se acerquen las seis de la tarde, es entonces cuando empezamos un juego de miradas, a ver cual de las dos se acerca para sugerir subir, yo no pienso hacerlo ¿Tantas ganas tiene? Pues ya sabe… estoy por aquí tranquilamente trabajando concentrada y… ¡Que se acerca!

-¿Qué? ¿Vienes conmigo?

-Ehm….- Miro mi reloj como si calculase si tengo tiempo, de sobras, sí, sí… ¿Espero unos segundos más? ¡Flor!- Sí, claro….

Después de sacar unos sándwiches de la máquina y de que Jazmin no me deje invitar a nadie más, como si lo hubiese dicho en serio, subimos al tejado, en completo silencio, porque parece que tiene ganas de merendar conmigo pero no de hablarme. Al llegar allí, Jazmin se acerca al banco que esta más cerca del filo y desenvuelve su comida, dándole un bocado. Yo me siento a su lado sin saber muy bien que hacemos allí arriba. Al cabo de un rato… mi aburrimiento me gana.

-¿Qué tal el día?- Pregunta absurdas donde las haya ¿Pero que le digo? Sospecho que estás enredada en un asunto muy turbulento de esta empresa y empiezo a no fiarme mucho de ti aunque como te descuides te meto en mi cama y de allí no sales… ¡Ese subidón de hormonas!

-¿Qué tal la semana?- Pregunta ella mirando su comida.

-Bien… liada…

-Sobretodo últimamente ¿No?

-¿Qué quieres decir?

-Flor…. Llevas todo el día buscando algo que no deberías buscar.- Miro su perfil, lo único que me deja ver, vale… me gustaba el bicho de la cintura, este es tonto perdido.

-Habla claro.

-Que dejes de hacer el tonto con el ascensor, Flor, que olvides lo que sea que tienes en la cabeza, que te limites a venir a trabajar y a ir a casa, con esas dos encantadoras amigas tuyas.

-Mira, sé que esta pasando algo…. Y quiero saber que es.

-Es que tú no tienes que saber nada.- Noto enfado en su voz, rabia.

-Mira, no tengo ni idea de porque me estás diciendo esto, pero hace una semana que no consigo dormir sin levantarme con alguna pesadilla, desde que estuve en ese sitio, y más que querer, necesito saber.. que era esa planta para recuperar mi vida ¿Lo puedes entender?

-Flor… no sabes lo que estás haciendo… ve al médico y que te recete somníferos, pero deja de buscar,  yo me he dado cuenta ellos también…

-¿Ellos quienes? ¿Quiénes Jazmin?- Me mira y noto sus ojos rojizos clavados en mí ¿Esta llorando?

-Por favor…. Déjalo 

-¿Por qué?

-No me hagas esto…- Niega con la cabeza y se levanta del banco, acercándose al filo.

-Dame un motivo para dejar de hacer el mono por los ascensores y lo hago.- Me levanto y agarro su brazo para que me mire.

-Flor, es peligroso.- Me dice al girarse y enfrentarse con mis ojos.

-¿Por qué?

-Porque desconoces lo que pasa aquí dentro, porque no deberías meterte en medio.

-¿Tienes algo que ver?

-Sí… y no quiero que tú estés metida en esto.

-¿Sabes lo que me haces pensar ahora mismo?

-¿Vas a seguir buscando?

-Sí.- La miro seria ¿Jazmin tiene algo que ver en todo esto? Jazmin…. ¿Esta haciendo algo allí abajo?

-Bien…. Te he avisado…

-Gracias….- Tiro el sándwich entero sobre el banco y me voy directa hacia al ascensor.

Cuando me meto en el ascensor no puedo evitar golpear la pared con rabia, es imposible, no puede ser, esta enredada en todo esto, sabe algo y se calla, y no solo eso, no quiere que yo lo descubra ¡Joder Jazmin! Tengo que averiguarlo… tengo que averiguar que demonios esta pasando aquí.

Cuando se detiene en mi planta me bajo rápidamente y voy directa a ver a Mariano, quiero el día libre, necesito estar fuera de ese edificio para poder averiguar algo, de camino a su despacho me cruzo con la rubia antipática, paso de ella olímpicamente, pero al llegar a la puerta del despacho de Vilches me paro en seco dándome la vuelta y mirando la espalda de esa mujer. ¿En que departamento trabaja? En ese momento veo a Luna salir del laboratorio-

-Luna, una preguntilla…

-Díme

-La tipa esta, la borde… ¿Dónde trabaja? Ya la he visto un par de veces por aquí, pero no me suena de ningún departamento.

-Ah… pues… ni idea, trabaja abajo y déjala ahí que esta muy bien.

-¿Abajo?

-Sí, Investigación. ¿Por? ¿Te ha dicho algo? Pasa de ella, creo que tiene falta de sexo… mucha falta de sexo.- Bromea y río con ella.

-Sí, yo creo lo mismo. Voy a ver si consigo un día libre.

-¿Y eso?

-Nada, que tengo que arreglar unos papeles y con las colas que se hacen… seguro que me tiro el día entero, más vale prevenir que curar.- Le guiño un ojo y paso mi dedo por el cristal, la puerta se abre al cabo de un rato y Mariano me espera sonriente al otro lado.

Yo me acerco y le saludo antes de sentarme delante suyo, él saca una hoja de un cajón que deja encima del escritorio, de cara a mí, veo que es el formulario para pedir el día libre, le miro extrañada y se echa a reír.

-Hay dos cosas por las que venís a verme… un aumento de sueldo o un día libre, y me caes demasiado bien como para dejar que me pidas un aumento… si lo haces tendré que darte una patada en el culo, así que dime que día quieres.- Yo me echo a reír.

-¿Mañana?

-Ya ni me avisáis con tiempo, desde luego….- Coge la hoja y estampa un sello y su firma.- Pon el día y llévalo a recursos humanos anda.

-Gracias jefe.

-Las gracias a Victoria, ella ya me había dicho que te diese un día libre.

-¿Ah sí?- Le miro sorprendida.

-Sí… a veces se adelanta a las cosas.- Se echa a reír él.- No me preguntes como, creo que en otra vida fue bruja.- Bromea alegremente.

-Debe ser eso, anda que…. Voy a rellenar esto y a llevarlo a recursos.

-Date prisa, estarán a punto de irse.

Hago caso a mi encargado y me voy directa hacia recursos, esperando llegar a tiempo, por suerte pillo a la encargada saliendo por la puerta de las oficinas, le entrego el papel y veo su gesto malhumorado por tener que tramitarlo, pero encogiéndome de hombros me doy la vuelta, voy a tener ese día.

Al terminar mi jornada, sin verla y sin querer verla, me vuelvo a casa, más furiosa contra más vueltas le doy a la cabeza, más incapaz de pensar con la claridad, cuando cruzo la puerta y cierro con un portazo veo a mis dos compañeras sentándose de golpe en el sofá y mirando el televisor…. Apagado.

-¿Qué hacéis?

-Nada.- Contestan las dos sin mirarme, suspiro resignada y me meto en el baño, necesito una ducha pero ya.

Al salir estoy algo más relajada, pero la respuesta de Jazmin resuena en mi cabeza retumbando por cada rincón, me siento envuelta en la toalla sobre la taza del wáter y escondo mi cabeza entre mis brazos, escucho la puerta abrirse y a alguien arrodillarse a mi lado.

-Nena… ¿Qué ha pasado?- Niego con la cabeza mientras Lena acaricia mi pelo, veo los pies de Nuria a su lado.- Ey…

-Es que…. Si supierais….

-Venga, ve a vestirte y nos cuentas ¿Mhm?

-No, no…. Hoy no…

-Flor, estás mal…- Comenta Nuria confusa.- Te irá bien hablar cuando puedas….

-Voy a… a vestirme….

-Sí, nosotras te preparamos algo de cena.

Horas después contemplo los rostro serios de mis amigas, les he contado todo, el extraño día que he tenido, la revelación de Jazmin, su advertencia, todo, la verdad es que me siento algo más… clara, por así decirlo, al contarlo he podido ver las cosas de diferente forma, aunque mi decepción, mi rabia contra ella, sigue aquí, dentro de mí.

-Nena… creo que…. Pues…. No se que decirte…- Miro a Nuria tranquilamente.

-Tranquila…

Lena se levanta y se va a la cocina, vuelve al cabo de un rato con un vaso de agua entre sus manos, se sienta silenciosa en el sofá sin mirarme.

-Deja ese trabajo.

-Lena, no puedo dejarlo ahora…

-Flor ¿No lo ves? Esa empresa no es trigo limpio, Jazmin te ha dicho que es peligroso, si piensas que voy a dejar que te metas en algo así, es que has perdido la cabeza.

-Lena, ya no tengo opción, tengo que hacerlo… y… quiero que me ayudéis. No quiero hacerlo sola… tengo… tengo… miedo, y ahora mismo… no puedo contar con nadie más.

-Ni pensarlo.

-Te ayudaremos.- Dice Nuria tomando una de mis manos y mirando a Lena.- Lo va a hacer igual, estamos contigo Flor.

-¿Lena?

-Estás loca…

-Puede…. Pero necesito hacerlo…- Me mira con fastidio.

-Joder…. Voy a suspender ese estúpido examen.- Las tres nos echamos a reír abrazándonos.- Y va a ser culpa tuya… caerá sobre tu conciencia ¿Eh?

Me levanto con muchas ganas de empezar el día, cosa que solo me suele pasar cuando no tengo que ir a trabajar, aunque hoy precisamente… no se pueda decir que voy a tener el día libre, de hecho tengo muchas cosas que hacer, la primera de ellas…. Ver si este par esta en pie o no, así que me acerco a la habitación de Nuria, pillándola a medio vestir.

-Buenos días….- Murmuro entre bostezos.

- ¿Qué haces despierta? Has madrugado y todo.- Bromea terminando de subirse los pantalones.

-Ya ves… ¿Has llamado a tu colega?

-Sí, nos espera en la cafeteria en una hora…

-Voy a despertar a esta…

Lena, como es natural en ella, está roncando a pierna suelta con las persianas bajadas, dice que el despertador es un objeto antinatural y sobrevalorado, que todos tenemos un reloj interno que nos despierta en el preciso momento, ni antes ni después, bien… o su reloj interno es un perezoso de la hostia o ella lo atrasa para conseguir veinte minutillos más de sueño…

-Lena, princesita, es hora de despertarse….- Susurro bromeando mientras me acerco a la ventana.- Cariñito…. Ha salido el sol…-Agarro la tira de la persiana y tiro de golpe, haciendo que la luz de sol llene toda la habitación en un momento, Lena pega un bote y se golpea con el estante que tienen encima de la almohada, tirando su vaso de agua hacia delante y estrellándose sobre su abdomen para rodar después por la cama hasta romperse añicos sobre el suelo…- Siempre he dicho que ese era su sitio…- Comento mirando el estante.- Me echo a reír mientras ella se acaricia el chichón que le va a salir en la cabeza.

-Desde luego…. Como despiertes a todo el mundo así…. Vas a acabar sola y vieja, en una casita en la montaña rodeada de gatos negros, y los niños del pueblo de abajo, porque habrá un pueblo abajo, contaran historias de la bruja de la montaña, como que por las noches se pasea por el bosque garrote en mano y a todo el que pilla le da en la cabeza… sí…

-Anda… déjate de historias y vístete.- La corto tirándole a la cara una camiseta que tenía sobre una silla.- ¡Tenemos un misterio que resolver!

-Puto Sherlock…- La oigo refunfuñar antes de marcharme.

-¿Qué ha sido ese golpe.- Pregunta Nuria saliendo del baño mientras se seca el pelo con una toalla pequeña.

-Mi querida Watson…. Que es muy torpe…- Le respondo metiéndome en el baño.

A los diez minutos las tres salimos del piso para ir a buscar el coche, un viejo panda de color rojo desteñido que suena como una cafetera, aparcado un par de calles más abajo…

Lena aparca su coche cerca de la cafetería. El amigo de mi amiga nos está esperando y nos saluda al entrar. Esta le explica lo que queremos de él, los planos de un edificio del centro, algo que él, colecciona en su piso

-Sí, he estado mirando, pero esa dirección que me diste…. Es un edificio moderno ¿No?

-Sí, bastante, pero tú los tienes todos ¿No?

-No… solo me interesa la arquitectura de verdad, la que hacían antes, por eso no me metí a arquitecto Nuria, pero conozco a alguien…que los puede conseguir, eso sí…. No es muy legal.

-Define muy legal.

-Pues que este colega puede meterse en cualquier sitio, así que solo tiene que colarse en los ordenadores del ayuntamiento y sacar de allí los planos.

-¿Y donde podemos encontrarle?- Pregunto ansiosa por averiguar exactamente cuántos sótanos tiene mi empresa, aunque dudo de que si existe uno secreto, salga en esos planos

-¿A estas horas? En la facultad de informática. Siempre anda por allí. Os acompaño.

-Gracias Sergio.

-Me debes una cerveza.- Le dice guiñándole un ojo a Nuria


Nos encontramos al amigo de Sergio fumando en la entrada de la facultad, al verle le saluda y le ofrece su cigarro sonriente, este lo acepta agradecido y le comenta por encima lo que hacemos allí, el amigo, al que llaman Carliños, me mira largo rato.

-¿Es algo malo?

-Muy malo tío.- Responde Sergio por mí.

-¡Pues entonces hecho!- Dice riendo.- Vamos dentro, pero solo tú, que si no luego me preguntan si me dedico a hacer de niñera.

-Eh, eh, entramos todas.

-Solo es para sacarlos, os los traemos en un par de minutos.- Guiña un ojo y entramos en la facultad, yo me giro hacia mis amigas y me encojo de hombros

Obviamente el ir colocado parece darle una gran autoestima, porque parece incapaz de ‘colarse’ en los archivos del ayuntamiento, al menos en los que conciernen a mi empresa, me explica algo de unos cortafuegos de la hostia y no se que rollo, la verdad, mi interés por la informática es nulo, así que yo solo veo a un tío colocado dándole golpecitos furioso al teclado mientras tararea una cancioncita riggie.

-Esto es la hostia ¿De que es la empresa?

-Farmacéutica.

-ahí dentro tienen que guardar la formula para la vida eterna ¡Que cabrones! No hay forma de saber nada de ellos…

-¿No puedes sacarme los planos?

-Pues… no, pero…. Puedo lanzar una búsqueda ara que encuentre algo que tenga que ver, quizás en páginas secundarias podamos conseguirlos…

-¿Sí?

-Sí, puedo colarme en el centro que controla a las empresas farmacéuticas, talvez en su base de datos salga algo… a ver….

Carliños lanza su ataque, nunca mejor dicho, cada vez teclea con más fuerza el teclado. Un eureka resuena en la sala, provocando que varios estudiantes nos miren, pero parece que a Carliños le da bastante igual lo que haga el resto del mundo.

-Premio, Juan Manuel Lalana.

-¿Qué tiene que ver eso?

-Pues…. Es el arquitecto. Ni rastro de mapa, es una empresa privada así que seguramente los guarden ellos

-Genial ¿Algo más?

-No…. No tengo un ordenador en el que colarme, pero buscaré a ese tío, tiene que tener un despacho en alguna parte, seguramente guardará una copia de los planos del edificio.

-Vale… si averiguas algo.- Anoto rápidamente mi teléfono en un post-it.- Llámame.

-¡Hecho!

Salgo de allí y niego con la cabeza a mis dos amigas, aunque les comento que Carliños me llamará si averigua algo más.

-¿Y ahora que?- Pregunta Lena.

-Ahora…. Un momento.- Vuelvo corriendo a la sala en la que esta Carliños y le anoto un nombre en el post-it.- A ver lo que encuentras experto.- Le reto sonriente y vuelvo a salir, mis amigas me miran confusas y yo me encojo de hombros.- ¿Qué se os ocurre?

- creo que debemos de cambiar de hacker,- dice Lena mientras camina y nos invita a seguirla-

-¿A dónde vamos?

-A Underground, es un ciber que hay dos calles mas abajo

Al llegar al coche, algo llama mi atención. La “amiguita” de Jazmin me está esperando apoyada sobre el 

-¿Y esa?

-La maldita pelirroja….

-Con lo guapa que es Jazmin… y que mal gusto tiene…- Bromea Lena.

-Es que el amor no es algo físico.- Lena y yo nos miramos y ponemos los ojos en blanco.

-Desde luego… en este caso no…- Le comento mientras terminamos de acercarnos al coche y me planto delante de ella, mirándola con curiosidad.

-Buenos días….- Saluda quitándose las gafas de sol.- ¿OS llevo a algún sitio?

-No, no hace falta tenemos nuestro coche.- Responde Lena acariciando el tejado del panda.

-No creo que vayáis muy lejos… tenéis la rueda deshinchada…

Las tres miramos hacia la rueda que nos señala, y sí… esta pinchada… y hace media hora no… ¿Atamos cabos?

-Mira, tenemos algo de prisa, así que…- Cojo del brazo a mis amigas y me doy la vuelta para ir a la estación de tren.

-No has hecho caso a Jazmin… es mi turno…- Susurra ella provocando que la mire ¿Esta también esta en el ajo? ¡De p*** madre!

-¿De que me estás hablando?

-De que tu interés por saber… ha llamado nuestra atención… mucho…- Su tono de voz es bajo, y las ‘eses’ se alargan en su lengua más de lo normal, como si fuese una serpiente… mala, seguro.

-Flor, llegamos tarde, vamonos.- Me dice Lena apretando mi brazo.- Ya llamaré a la grúa para que vengan a por el coche.

-Toma…- Me da una tarjeta que aprieto en mi puño arrugándola.- Cuando quieras meterte en serio en esto… llámame.- Se da la vuelta sobre sus tacones baratos y se aleja de nosotras.

-Que tía más rara…- Dice Lena.

-Pues a mi me da repelús…. ¿La habeisssss esssssssscuchado?- La imita Nuria fingiendo que tiene un escalofrío.

-Ssssssssí…. Sssssssseguro que nossssss ha pinchado lassssssssss ruedassssssss.

-¡Chicas!- Las miro molesta - Nos vamos al centro.

-¿Adonde?

- a Umpharma.

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