Capítulo siete

1.1K 57 1
                                    

Un mes después, Mar y Thiago ya estaban divorciados, la casa de Mar ya estaba arreglada y Thiago se había mudado oficialmente. ¡No saben lo que le costó a nuestra Petisa explicarle a los chicos "porqué su papi no iba a vivir más con ellos" sin decirle que era un perno traicionero (y encima, reincidente).

Pero bueno, Rama fue avanzando silenciosamente algunos casilleros con Mar. Helado va, helado viene, favor va, favor viene... De a poco Sensibilidad fue afianzando más y más su vinculo con ella. Y encima Bruno y Santino lo aman, y Mora... ella es su debilidad. Están muy contentos con su tío Rama. Y él, ni les digo: de repente había resurgido su lado paternal, sus ganas de tener hijos.

Desde hacía unas semanas él se habia dado cuenta, muy a su pesar, que estaba enamorado de Mar otra vez (o nunca dejó de estarlo en realidad). Pero quiso mantener distancia e ir avanzando de a poco, muy lento: entendió que ella estaba recién divorciada, era muy reciente la herida que le habían provocado. Y además, no quería volver a sufrir: si iba a avanzar con ella debía asegurarse de que sus sentimientos eran correspondidos. Ella primero debía dejar de sentir cosas por Thiago.

¡Thiago! Cierto, no les dije...

Desde que se mudó por completo y salió del hospital (hace casi un mes), no se sabe nada de él. Ni siquiera Nachito sabe dónde o cómo está.
Hace casi un mes que no ve a sus hijos, ni siquiera a Bruno, el cuál está herido por si culpa.

Mar no se preocupa por su paradero. No le interesa, o al menos eso aparenta. Tiene hijos que cuidar y eso es suficiente para su cabeza. Ese perno manipulador podía estar mil años desaparecido, que a ella no le iba a importar.

Pero un dia, alguien tocó timbre en la Mansión Inchausti: era él. Thiago, de traje y corbata, pelo recien cortado y más sobrio que conductor designado. Con portafolio en mano entra a su vieja casa como si no hubiese desaparecido por más de un mes. Tenía la capacidad admirable  de hacerse el bólido, habilidad heredada de su tía Malvina claro.

"Me instalé en un departamento a unas cuadras de acá. Es chiquito pero por ahora voy a estar bien. Estoy muy contento porque conseguí trabajo en otro colegio. Ahora que tengo que pagar alquiler necesitaba otro trabajo" dijo lo más tranquilo.

Cielo le siguió el juego.

C - Me alegro, Thiago. Igual cuando terminemos de construir el Mandalay vas a tener siempre las puertas abiertas, lo sabes.

T - Gracias, Cielo. ¿Cómo te decidiste por "Mandalay"?

Y así siguieron hablando un rato mas hasta que Bruno (con su silla de ruedas) entra a la cocina, lugar donde esta conversación.

ᴘʀᴏᴍᴇsᴀ [ᴄᴀsɪ áɴɢᴇʟᴇs]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora