Capítulo treintisiete

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Ramiro le abrió la puerta a Tacho, quien rápidamente suspiró con alivio.

T - Gracias a Dios estás bien...

R - Obvio que iba a estar bien, ¿pasó algo?

Tacho le cuenta a Rama lo sucedido y luego de gritarle y reclamarle porque no fue con Mar primero, salió rápidamente en la búsqueda de su amada.

A pie, si. Tacho no iba a dejar que se suba al auto.

Llegaron a la casa de Mar, donde ella estaba tranquila, sentada en el sillón del living.

M - Hey, hey, hey, ¿corrieron alguna maratón ustedes dos?

R - ¿Estás bien, mi amor?

Mar lo abraza, luego toma la cara de su amado con las dos manos, mientras él tomaba su cintura, y lo mira a los ojos.

M - Ahora estoy mejor.

Mar besa tiernamente a Rama. Luego, ve a Tacho con cara de preocupación.

M - ¿Me van a decir que pasa? No soy bólida.

R - Mar, no queremos...

M - Díganme.

T - Es Thiago... o no exactamente él, pero...

A Mar le iba a explotar la cabeza. De golpe y sin anestesia se enteró de la verdad: Thiago, culpable por haberla engañado y por atropellar a Bruno, fue consumido por Laureano, un antiguo Ángel de Eudamon que juró venganza contra la Isla y el Ángel mas poderoso: el hijo que tendrá con Rama en 9 años. El alma de su viejo amor no existía más.

¡Ese maldito Ángel, que también secuestró a su chiquito! Pobre Santino, tan joven y ya lidiando con la maldad.

Un rato después, Tacho se había ido de la casa de Mar y ella quedó sola con Rama. Aburridos, se acostaron en la cama, y abrazados, charlaron.

M - Vamos a tener un hijo...

R - ¿Tenías alguna duda de eso?

Mar se ríe y contesta.

M - No es lo mismo planearlo y desearlo a saber que existe un futuro donde puede que exista un pequeño Ramita dando vueltas.

R - Un Ramita que va a ser literalmente un angelito.

M - Un Ángel de Eudamon...

R - Mar...

M - ¿Si?

R - Hace muchísimos años, no sé si te acordás, los dos estabamos tristes y solos. Nos prometimos el uno al otro casarnos si a los 30 seguíamos sin encontrar el amor.

Mar lo escuchaba atenta.

R - Ahí tenemos un problema, yo ya encontré el amor.

M - ¿Si? Ah bueno, Rama. No hay problema...

R - Con vos lo encontré, Mar. Te juro que te miro y sigo viendo esa casa llena de chicos, correteando por ahí, que veía cuando te confesé mi amor hace mucho tiempo. Me di cuenta además que no quiero perderte, no quiero gastar más horas de mi vida lejos tuyo.

M - Rama, ¿qué me querés decir?

R - Mar, ¿te querés casar conmigo?

Rama se arrodilló en la cama, Mar se arrodilló también frente a él. Se tomaron de las manos.

R - No tengo el anillo todavía, pero te juro que si me decís que si salimos corriendo a comprar el que más te guste.

M - Yo no necesito anillos, te necesito a vos. A vos y nada más.

R - Entonces... ¿eso es un sí?

M - Sos lento, sos dormido...

Rama se rió al reconocer aquellas palabras.

M - ¡Si, mil veces si!

Sensibilidad e Intuición comprometidos en cuerpo y alma. Parecería que aquella promesa por fin va a cumplirse...

ᴘʀᴏᴍᴇsᴀ [ᴄᴀsɪ áɴɢᴇʟᴇs]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora