Capítulo veinticuatro

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Todo estaba tranquilo hasta que la puerta de entrada se abrió y vimos lo impensable.

Todos quedaron muy confundidos. ¿Qué estaba pasando? ¿Cómo es esto posible? Después de todo este tiempo...

Esta gran familia estaba presenciando lo más loco que pudieron ver, teniendo en cuenta todo lo que sucedió: Mar y Thiago, juntos otra vez.

La flamante pareja ingresó al Hall de la Mansión Inchausti como si todo lo que pasó hubiese sido un desafortunado sueño que debíamos olvidar.

Marianella y Thiago, acompañados de sus hijos, pretendieron mezclarse en la fiesta con una ilusión de normalidad a la que no iban a llegar pronto.

Ella veía con dolor a su amado, casi con lágrimas en los ojos al comprender su mirada de dolor y traición. "Si él supiera que todo esto es una farsa... Pero no, no podes decirle nada Mar. No soporto esa carita de dolor, pero tengo que acostumbrarme. ¡No me tengo que acercar a Rama!" Pensaba la petisa.

Ramiro no podía quitarle los ojos de encima. Su corazón, destrozado ante la inminente traición y descaro de su amada al mostrarse como si nada con alguien que la lastimó a ella y a sus hijos, parecía haber dejado de latir un momento. Era inexplicable.

De repente, en su mente, vio romperse todos esos recuerdos que aún no fueron hechos, vió desvanecerse todos los besos que no llegó a darle.

Se vió mudo. Se vió mudo gracias a los "te amo" que quedaron atragantados en su garganta.

"¿Porqué, Mar?" Se repetía una y otra vez a si mismo, esperando en vano una respuesta.

"No me queda otra opción" respondía Mar en su cabeza una inexistente pregunta, como queriendo explicarle a Rama algo que no puede decirle.

Y así, entre miradas de culpa y miradas tristes, transcurrió el cumpleaños número tres de nuestra bellísima Alai. ¡Qué lindo ser tan pequeño e inocente! ¡Qué lindo no percibir el ambiente tenso entre algunas personas en esta casa!

•••

Un rato después, cuando terminó la fiesta y Mar y Thiago conducían hasta su casa...

Thiago, al ver que sus tres hijos dormían, dice:

T - Quiero que entiendas que más allá de todo, yo te sigo amando, Mar. No voy a descansar hasta recuperar tu amor.

Mar no contestó. Su cabeza estaba muy ocupada rondando alrededor de la imagen de un muy triste Ramiro Ordóñez, y eso era demasiado para nuestra Llave Intuitiva.

Thiago quería recuperar a Mar, eso era cierto de alguna extraña y nefasta manera. Decidió no decir nada por el momento.

Ay, Marianella y Ramiro tan cerca y tan lejos a la vez. ¿Ramiro sabrá porque su amor volvió con Thiago? ¿Marianella seguirá viviendo una farsa?

¿Lograrán el amor de estos dos vencer todos los obstáculos que se le presenten?

Continuará...

ᴘʀᴏᴍᴇsᴀ [ᴄᴀsɪ áɴɢᴇʟᴇs]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora