Capítulo ocho

1K 59 4
                                    

Th - Brunito, hijo...

Los ojos de Thiago mostraban culpa, más allá de como se haya equivocado, nunca se perdonará el daño causado a su hijo mayor.

B - Papi, hola. ¿Me das un abrazo? Te extraño.

Bruno Bedoya Agüero Tallarico Rinaldi, o el número 22 para Nico, heredero de una gran paciencia (que no sabemos de donde provino, ya que sus padres son muy volátiles) y de una capacidad para perdonar impresionante. Acá lo tenemos, enyesado y sentado en una silla de ruedas, mendigando un abrazo de su padre.

Al escuchar el pedido del niño, Thiago se levanta y lo abraza. No sabemos si fue la culpa o su poco sentido paternal lo que impidió que él mismo fuera a abrazarlo.

En ese momento, Mar entra a la cocina para observar esta escena. Thiago la ve y de repente deja de abrazar a su hijo.

Th - Mar, mi amor...

M - Cielo, llevate a Bruno por favor.

Cielo obedece y se lleva al infante, dejando a Mar y Thiago solos.

M - ¿Venís a ver a tus hijos? Me parece muy bien. Eso sí, vas a tener que explicarles muchas cosas.

T - No seas así conmigo, por favor te lo pido. Dame otra oportunidad, empecemos de nuevo. Dejame acercarme a vos, dejame hacer las cosas bien.

M - ¿Acercarte? ¿Después de todo lo que hiciste? No te quiero ni a 100 metros, pero te tolero porque sos parte de esta familia por más que me pese. No quiero que el resto pase un mal momento por nuestra riña. Vos hacé como si yo no existiera. Y no me hagas reír, tuviste más de diez años de matrimonio para hacer las cosas bien y no te importó nada. No te importé yo y mucho menos tus hijos.

Th - Es que no puedo alejarme, no puedo dejarte ir. Te amo, y sé que vos también lo hacés. Necesito que me dejes remediar todo esto y así empezar de cero.

M - Estás equivocado, Thiago. Yo ya no te amo más, y aunque lo hiciera no volvería a empezar con vos.

Th - Hacelo por los chicos...

La cara de Mar de repente expresa una gran indignación, no hicieron falta palabras. Thiago se altera de repente, sube la voz.

Th - ¡Ah! Ya entendí. ¡Qué tonto fuí! Claro, claro... ya te enamoraste de tu fratacho de repuesto. Al final, le decías gato a Melody pero vos sos la reina. Pero no importa, igual te amo y voy a seguir luchando por vos.

Nuestra Llave Elegida se retira de la casa, dejando a una perpleja Mar atrás.

"¿Fratacho de repuesto? ¿Hablará de Rama? Pero si sólo somos amigos... No voy a negar que este último tiempo me partió el eje, pero él seguro sigue pensando en Kika." pensaba la petisa.

Mar, Mar, Mar... ¿Te olvidaste que Kika quedó en el pasado? En el pasado de la vida de Rama, porque técnicamente Kika está en el futuro pero... Bue, se entendió.

ᴘʀᴏᴍᴇsᴀ [ᴄᴀsɪ áɴɢᴇʟᴇs]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora