ᴘʀᴏᴍᴇsᴀ [ᴄᴀsɪ áɴɢᴇʟᴇs]

Capítulo once

M - ¿Era necesario, Tefi?

Tef - Seguís sin entenderlo Morci: los accesorios hacen la diferencia.

De repente se escucha el timbre de la Mansión Inchausti. Mar va a abrir y se encuentra con Rama.

M - ¡Ramita! ¿Que hacés acá?

R - Me contó un pajarito que no querés ir a la reunión de los Teens. Lo juramos Mar, pase lo que pase.

M - Si, lo sé... Pero sigo sin ganas de ir.

R - Y a mi no me importa porque yo te voy a secuestrar. Daaale, Mar... Es un ratito. A parte, Tacho me pidió que te convenza.

Mar sonríe y accede.

M - Que conste que no me convenciste del todo eh.

Mar y Rama se van en auto, Tefi sonríe victoriosa.

"Melchu, gordi. ¿No soy lo más? ¡No sabés lo que hice!" Le decía la Flaqui por teléfono a su amiga.

Mientras tanto, en el auto...

M - Ramita, la casa del percho es por allá.

Ella le señala el camino.

R - Me arrepentí, no vamos a ir a lo de Thiago.

M - ¿Y a donde vamos entonces?

R - Al infinito, y más allá.

Mar ríe, mas por el intento de voz grave y profunda de su acompañante, que por la frase en sí.

M - Ah, ¿sos cómico ahora?

R - Obvio, si mi vida sin vos es un chiste debo aprovechar la gracia.

M - ¿Qué te fumaste hoy?

Increíblemente Mar no se enojó por el cambio de planes, con simpleza se dejó llevar. Un camino nuevo no hace mal mientras sienta que es el correcto y no dañe a nadie.

A parte, no podía seguir haciéndose la bólida: se daba cuenta de la conexión que estaba teniendo con su fiel Ramita.

Conexión, o amor. O las dos.

Ya no lo podía ignorar, y se notaba que él tampoco: Tacho no le había pedido nada a Rama, esto ya estaba armado. Y no le molestaba, le encantaba.

Le encantaba saber que quizá lo que empezaba a sentir podía llegar a ser correspondido. Le encantaba que la "rapte" (con su permiso, claro está) fuera del ambiente donde vive.

Le encantaba Rama, de cierta manera indescriptible aún.

Y a él siempre le encantó ella. Siempre la quiso. Vale, e incluso Kika, fueron espejismos en su vida: siempre fue ella, siempre fue Mar.

¿Esa promesa amistosa de casarse si estaban solos era simplemente eso? ¿O era una promesa que reflejaba la esperanza futura de consumar su amor? ¿Los dos tuvieron las mismas intenciones, en el fondo de su cabeza?