Capítulo treinta

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No existe universo en el que Thiago Bedoya Agüero se quede con los brazos cruzados, nunca.

Siempre que se siente amenazado ataca cual escorpión. Ya lo vimos.

¿Recuerdan cuando creyó que Simón lo había reemplazado en la banda y el corazón de Mar? Les hizo la vida imposible al resto de los Teens.

No iba a ser tomado como un tonto.

Bedoya Agüero se dirigió con rapidez a aquella escena.

T - Yo lo sabía.

Ramiro y Marianella quedaron sorprendidos ante la aparición de la Llave Elegida.

M - Thiago, esto no es lo que parece...

T - A mi no me vengas con pensamiento lateral, petisa arrastrada.

Rama estaba conteniendo la fuerza casi astronómica que estaba haciendo su puño para saltar a la cara del ex nene bien con mucha dificultad.

Y así ocurrió, Sensibilidad pasó a ser Valentía y golpeó a Thiago en la cara. El Elegido no se quedó atrás, claro.

Entre piñas, gritos de Mar y el fallido intento de los transeúntes de separar a los jóvenes, Ramiro vio una marca de nacimiento.

Todo se iluminó, y luego nada.

Un día después...

Ramiro se despertó sobresaltado en una blanca cama.

M - ¡Rama!

R - Ey, ¿qué paso?

M - Estabas peleando con Thiago y te desmayaste...

R - No entiendo cómo...

Y como flashes, los recuerdos de Ramiro volvieron uno a uno. Esos seis meses no permanecerían en la oscuridad.

Él había viajado para investigar el secuestro de Santino. Se topó con Charly y un tal Laureano, los siguió y dio con un galpón en el que ellos dos  tenían al niño.

También estaba... Thiago. Pero no parecía él, no hablaba como normalmente lo hace.

Le dijo a Laureano que le diga tío. ¿Qué?

Ramiro estaba totalmente confundido, definitivamente necesitaba investigar, pero por el momento no quería preocupar a Mar.

Era necesario hablar con Cielo, pero ella no estaba, ya que Nico nos avisó que se había ido de viaje.

"Rarísimo, ¿no?" Pensaba Rama.

Mientras tanto, en Eudamon...

C - Tic Tac, no puede ser esto.

TT - Si, Cielo. Hay una fuerza maligna en tu familia que está intentando perjudicar a los demás. Es cómo Juan Cruz, un parásito. Un parásito mucho peor.

C - ¿Sabés algo más que no me quieras decir?

TT - Su nombre es desconocido aún, pero es un espíritu errante que utiliza cuerpos humanos, se adueña de ellos hasta despojarlos de su alma, quedándose él como dominante. En simples palabras: extingue tu alma, la deshace hasta que no exista más y se queda con los aspectos de ella que le sirven para su objetivo.

C - Pero, ¿cuál es su objetivo?

TT - No puedo decirte más, pero te doy un consejo: usa la intuición y la sensibilidad.

Continuará...

ᴘʀᴏᴍᴇsᴀ [ᴄᴀsɪ áɴɢᴇʟᴇs]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora