Capítulo trece

950 52 2
                                    

R - Te mentí, Mar. Tacho no me pidió nada, yo me mandé y te vine a buscar antes, con la ayuda de tu hermana. Te mentí, pero solamente porque necesitaba decirte algo.

M - ¿Qué?

R - Mar, yo...

Rama dudaba, ese rapto de valentía que tuvo se estaba esfumando, dando lugar a la inseguridad.

M - Rama, decime...

"Decime lo que sentís, decime que te pasa lo mismo que a mi" pensaba ella.

R - Yo... Te quiero, y mucho, pero no como tu amigo. Pensé que lo que sentía por vos se lo había llevado el tiempo y que habia podido avanzar con Valeria y Kika, pero este último tiempo me di cuenta de que ellas solo fueron una excusa para no acercarme más a vos.

Mar estaba sorprendida, aunque muy en el fondo esperaba y quería que Rama dijese esas palabras.

Entre tanto pensar, se generó el silencio.

R - Por favor, decí algo. Decime que no querés estar conmigo si es necesario, pero no te quedes callada.

M - Es que yo sí quiero estar con vos...

Los ojos de nuestra Llave Sensible se iluminan, y sonríe. Mientras, el sol empezó a ponerse de a poco, dejando un bello atardecer como fondo de esta escena.

M - ... pero ya me quemé, no quiero volver a hacerlo.

Thiago había dejado a Mar muy herida, si ella se iba a tirar a la pileta tenía que estar segura.

R - Entonces vayamos lento, dejame demostrarte que no soy como Thiago.

M - Eso ya lo sé, nunca pensaría que sos como él si siempre me demostraste lo contrario... Pero sí, vayamos lento.

Marianella posó su mano en la cara de Ramiro, tal como lo hizo siempre, y le sonrió.

Mientras tanto, en la casa de Thiago...

Th - ¿Y Mar? ¿Rama?

Ta - Rama estaba muy ocupado con unos exámenes de esa escuela cheta en la que enseña y Mar... ¿dónde estaba, Gitana?

La rubia miró mal a su marido, sabía que el no tenía ninguna excusa para darle a Thiago y por eso derivó en ella el problema.

J - Mar justo tenía turno con el médico, hacía como un mes que había sacado turno y hoy le avisaron que no se lo podían cambiar.

Th - Ah, está bien.

No estaba nada bien, Thiago sabía bien que nada de lo que dijeron sus amigos era cierto. Él sabía exactamente lo que pasaba, y no se iba a quedar quieto.

Volviendo a Mar y Rama...

Rama le devolvió la sonrisa a Mar, y en lo que pareció una eternidad, se miraron fijamente a los ojos.

Sin querer queriendo, empezaron a acercarse lentamente.

Continuará...

ᴘʀᴏᴍᴇsᴀ [ᴄᴀsɪ áɴɢᴇʟᴇs]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora