ᴘʀᴏᴍᴇsᴀ [ᴄᴀsɪ áɴɢᴇʟᴇs]

Capítulo seis

Una semana después, Brunito ya pudo regresar a su hogar... con un yeso, pero regresó. ¿Hogar dije? ¡Que tonta! ¿Cómo va a regresar a una casa con una habitación casi completamente demolida? Mar y los nenes tuvieron que mudarse provisoriamente a la Mansión Inchausti.

Mora y Santino, sus hermanitos, lo recibieron muy felices. Su hermana prácticamente se tiró encima suyo: la había afectado mucho el accidente de su hermano. Digamos que también está enojada con su padre por lo que hizo, es una nena muy inteligente.

Bruno no, él no guarda ni un poco de rencor. Lo único que quiere es a su familia de vuelta.

Con respecto a Thiago, él está bien. Cielo y Nico lo cuidaron, como era de esperarse. El no tenía más que unos golpes en la cabeza, de los cuales salió completamente ileso. La peor parte de la había llevado su hijo, a quien le cayeron escombros sobre su rodilla.

Mar está a full: entre cuidar a un lisiado Bruno, atender a sus otros dos hijos, y las constantes visitas al abogado (para arreglar el divorcio), está completamente desbordada. Por suerte tiene la compañía de su fiel amigo Ramita.

En este momento, por ejemplo, Mar está revisando unos papeles mientras Rama duerme a Santino. Ay, si pudieran verlos... Parecen una familia, una verdadera familia.

R - ¿En que pensás?

M - En como va a seguir mi vida. Estoy sola Rama, sabés de que soledad hablo.

R - No, no estás sola. O no lo estarás... Acordate, ¿qué acordamos hace 14 años? ¿Qué te recordé hace 13? ¿Qué me recordaste hace 12 años, en el 2030?

Mar sonríe, tímida.

M - "Si no damos pie con bola, nos casamos". Es verdad, dijimos que si a los 30 estabamos solari...

R - Entonces, señorita... Me haría el honor de ser mi esposa, en dos años, si es que no la han desposado antes? Miré que se tiene que divorciar del fratacho anterior eh...

Se arrodilla simulando abrir una imaginaria cajita, provocando la risa de Mar.

M - Obvio que si Ramita. Del fratacho anterior no te preocupes, está a una firma de ser completamente parte de mi pasado.

Rama sonríe, los ojos se le iluminan. De repente se vió a si mismo contento por su "compromiso".

"Rama, no te ilusiones. No van a llegar a casarse. Mirá lo hermosa que es, mirá cómo sonríe... Nadie va a ser tan tonto de dejarla pasar. Va, vos si lo fuiste, pero sos un caso aparte. No te ilusiones, en serio", se dijo a si mismo.

Tarde Rama, tarde. Aunque no quieras reconocerlo, acabás de encontrar una razón para vivir.