Capítulo Siete

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Capítulo 7

Charlotte Sparks

—Te dije que no puedo hacer nada porque mi mamá está esperándome en casa con todas las cosas que me trajo de Europa.— le dije a Maddison mientras caminábamos a la salida de la escuela.

Ginger me iba a acompañar hasta la casa de mamá que quedaba a pocas cuadras de su casa, siempre hacíamos esto cuando yo no iba a la casa de mi padre.

—Nos vemos mañana, los amo.— saludé a todos mis amigos y nos fuimos caminando con Ginger.

Del unico tema que necesitaba hablar con ella y que me preocupaba era Foster. Él estaba perdídamente enamorado y yo ya no sabía más qué decirle para que de una vez por todas ella acepte salir con él.

—Tú sabes lo que me pasa, necesito saber si yo soy lo suficientemente buena para estar con él y él está lo suficientemente enamorado de mí.— se prendió un cigarrillo y luego prendí el mío.

—¿Enserio crees que no merecen estar juntos?- le pregunté mirándola fijo.— Gin, ustedes dos están destinados a estar juntos. Foster se tiraría hasta abajo de un puente para estar contigo y tu lo sabes perfectamente.

—Ya lo sé, solo que no sé si yo haría lo mismo por él.— me dijo cabizbaja. Hasta a mí me había dolido eso.

Lamento muchisimo que Ginger Y foster no tengan los mismos sentimientos porque de verdad son el uno para el otro, pero nadie se puede forzar a sentir algo que no siente.

—Debes pensarlo,— dije cuando llegamos a mi casa.— tienes que dejarte querer.

Abracé a mi amiga y entré a mi casa luego de dos meses. No podía creer lo relucientes que estaban los pisos, todo brillaba.

—¿Mamá?— pregunté subiendo las escaleras. Ella estaba tirada en el suelo de su habitación con toda la ropa que estaba acomodando al rededor.

—!Charlotte!—se levantó a abrazarme y yo le devolví el abrazo.—Te extrañé tanto hijita.

—Yo tambien.— traté de separarme porque ya no podía ni respirar.— Me estás aplastando, ma.

—Lo lamento.— me dió un beso en la frente.— ¿Cómo has estado estos días que tuviste que convivir con el idiota de tu padre?

Odio que mamá crea que con mi padre no la paso bien. Odio que lo odie tanto.

—Bien cuéntame tú qué hiciste.

—Ya sabes, trabajo y bueno, estuve con Derek.— él es su novio desde hace un par de meses y la acompaña a todos lados.

Extraño cuando éramos sólo yo, mamá, mis amigas y las amigas de ella juntas en cualquier lado. Debo admitir que desde que mamá empezó a salir con Derek dejamos de hacer tan unidas y empezaron a haber problemas porque a él le molesta que mis amigos vivan en casa, por esta razón empecé a pasar tiempo en la casa de mi papá y casi ni veo a mamá, es mas, casi ni me importaba no haberla visto por dos meses.

—Que suerte.— le dije viendo la ropa que estaba en el piso.

Mamá es diseñadora de ropa y cuando quedó embarazada fue la epoca de sus mejores diseños entonces no decidió parar nunca, a pesar de ser madre. Yo fui su modelo desde el día uno y gracias a ella a veces modelo para marcas conocidas en Los Angeles, pero no más que eso.

—En tu habitación están tus regalos.— me dijo sonriéndome y yo la abracé.

—No hacia falta, gracias.— seguido de esto salí corriendo hacia mi habitación para encontrarme con pilas y pilas de ropa, una cámara y varias fundas para mi teléfono.

Desde siempre me ha gustado sacar fotos y mis mejores amigos son los modelos perfectos. A mamá no le gusta que yo esté detrás de una cámara sino que adelante, pero con este regalo se pasó. La amo.

—!Mamá, me encanta!— le grité esde la habitación.

—Sabía que te gustaría.


Entré a la escuela y mis amigos estaban en las gradas de la cancha de fútbol, como siempre.

—Llegó mi novia.— dijo Jack y yo rodeé los ojos.

—Ya quisieras estar conmigo, J.

—No por ti, por tu mamá.— Esta es la desventaja de tener una mamá jóven y hermosa.

—Eres muy gracioso.— me senté con ellos y él me dió un beso en la mejilla.

—Perdón, no te enojes.

—No me enojo por eso, es que tenemos prueba de química y no se absolutamente nada.

—Tranquila, yo te lo paso.— me dijo Austin.

Él y Madison han estado muy distantes así que supongo que ella no le dijo lo que sentía y él no siente lo mismo que ella. Me da lástima por Maddie, pero es mejor si todo nuestro grupo deja de enamorarse porque vamos a terminar divididos.

Entramos al aula y vimos a una chica sentada en el banco que yo siempre me sentaba con Faith, el fondo a la derecha.

—¿Y esta?— me pregutó F y yo puse cara de desentendida, en verdad no la conocía.

Caminé decidida a moverla de ahí.

Me aclaré la garganta para que se saque los auriculares y note mi presencia.

—Disculpa, este es mi banco.— la morocha me miró con cara de zombie.

—No veo que diga tu nombre.

—No necesito que diga mi nombre para que todos sepan que este es mi lugar.

Ginger se acercó al escuchar la discusión.

—Muévete.— dijo golpeándole el banco.— A la cuenta de uno, dos...— la chica se levantó y nos empujó moviéndose hacia un banco de adelante.

—Gracias.— le dije tiránole un beso.

La morocha volvió a ponerse los auriculares y mirar hacia abajo.

Faith y yo nos sentamos. Me encargué de ponerle nombre a los bancos para que sepan que todo nuestro grupo se sentaba en el fondo, lejos de la Profesora.

—Bueno, alumnos ella es la nueva alumna que se mudó ahora desde Santa Mónica.— dijo la Profesora.— Scarlett Smith. Cuéntanos sobre ti, Scarlett.

La chica con la cual acabo de terminar de discutir se levantó muy segura para hablar frente a toa la clase.

—No conozco a ni uno de ustedes, pero sé que van a caerme muy mal porque son todos unos nenes malcriados de mami y papi.— Me señaló.— Empezando por ella.

—Puedes llamarme Char.— sonreí a medias y todos se rieron.— Podemos llegar a ser grandes amigas si me conoces.


El timbre del almuerzo sonó y yo estaba decidida a que íbamos a hablarle a esa chica para que sea parte de nuestro grupo.

Me senté con todo mi grupo en la mesa donde ella estaba sola sentada comiendo unas papas. Jack le robó unas y se sentó a su lado.

—Scarlett, eres bienvenida a nuestro grupo.— le dije sonriendo.

Amor y Otras Drogas [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora