Love Me Harder • Jungkook

Seis.

.15...20.

— Hola bebé. Se ve muy bonita como siempre, lo siento por no venir en vacaciones a visitarla es que estaba con mis abuelos. — Confesó Taehyung acostado en mi cama mirándome de pies a cabeza con sus ojos penetrándome la sien, tenía una alta coquetería. 

— Te recuerdo que tu vienes a visitar es a Jungkook no a mi, así que te puedes ir por donde entraste... bebé

— Obviamente vine a brindarle mi hermosa compañía. — Uno de sus ojos se guiño en mi dirección, haciéndome fruncir el ceño, aveces no sé ni que pasa por la mente de este niño. — Así está más linda..

— ¿Qué?. — Mi cerebro dio una vuelta dentro de mi cabeza sin saber a que se refería con aquellas palabras ¿Más linda cómo?

— Así sin ponerse modo gruñona y echarme de su habitación a cada palabra que sale de mi hermosa boca. — Hizo un puchero en mi dirección tratando de manipularme con su ternura. Pero no lo permitiría, ya suficiente tenía con Jeon.

Desde que Jungkook lo trajo por primera vez a casa sus ojos no se despegaron de mi y no es que me crea mucho y todo eso, pero es que literalmente me quería comer hasta a mi me asustaba, pareciera que cuando más lo alejo él más se acerca, queriendo estar a mi lado todo el tiempo. Sus mejillas se coloraban cuando lo miraba fijamente pero seguía sin titubear al dirigirme la palabra, su capacidad de comunicarse era impresionante, algo que le aplaudía.

— Noona... — Me llamó el azabache detrás de la puerta. El intruso en mi cama abrió los ojos por completo, se erecto como un rayo y miró con pánico su alrededor, susurrandome que no lo dejara en descubierto. Mi boca quedo en silencio y solo escuche sus pasos hacia  el armario. — ¿Puedo entrar?...Voy a entrar. — Rodeé los ojos cuando vi su cuerpo asomarse entre la puerta.

— Para que me preguntas si vas a entrar igual. — Alzó los hombros y me sonrió.

— ¿Ha visto a Taehyung hyung? Lo estoy buscando desde hace rato y no aparece por ningún lado y como siempre viene aquí  pensé que estaría acá... contigo. — Examino mi habitación lentamente para luego conectar sus ojos cafés con los míos.

— ¿Y yo que me gano diciéndote donde está?. — Lamí mis labios  y me crucé de brazos caminando en su dirección.

Sus pies dieron dos pasos atrás cuando estaba muy cerca de él, sonreí por ese acto y el agacho sus cabeza, carraspeó volviendo su vista hacia mi persona y me miró con convencimiento. — Mi amor para toda la vida. — Me carcajee de sus palabras, hizo una mueca sabiendo que aquello no funcionaria y cambió de táctica. — Hago lo que usted quiera por una semana.

— Acepto, esta en el jardín espiando a la vecina. — Su cabeza se ladeó un poco como un cachorrito, sin comprender lo que le había dicho.— Sí, ya sabes, como ella hace ejercicio a esta hora pues fue a espiarla, creo que hasta llevaba unos binoculares.

— ¿Espiando a la vecina? ¿En serio?—Al principio al parecer desconfió un poco pero luego salió corriendo en busca de aquel chico que supuestamente espiaba a la vecina.

Sonreí asintiendo con la cabeza.—  Por cierto....¿Por qué no quieres que sepa que estás acá?.

Me hizo una seña de que me acercara. Esperé a que me dijera algo pero lo único que hizo fue darme un beso en la mejilla. En eso entro Jungkook, sus ojos se abrieron sorprendido, los tonos de su rostro cambiaron hasta ponerse completamente rojo, sus puños estaban cerrados fuertemente al igual que su boca.

— ¿¡Qué significa esto!?.— Su tono de volumen llego rápidamente a mis tímpanos, hice una mueca ante el grito.

— Puedo explicártelo. — Un asustado Taehyung se hizo presente negando con sus manos. Yo solo quería reír por la situación.

— ¡Mi mejor amigo y mi Noona besándose!. ¡Eso fue lo que vi!. ¿¡Cómo me explicarás eso!?.— Nos dedico una mirada de desprecio a los dos algo que me hizo sentir algo ofendida, no estaba matando a una persona para que me mirara de esa forma.

Suspiré cansada y lo llamé casi en un susurro.— Jungkook.

— No quiero que me digas nada. — Habló entrecortadamente no sé si era por la furia o porque iba a llorar, sus ojos se cristalizaron en mi dirección y por alguna razón mi pecho se estrujo, yo bien sabía que él podía ser alguien sensible pero no que fuera para tanto.

— No vayas a llorar.

— No voy a llorar.— Su tono de voz fue bajo ¿Por qué se ponía así? Taehyung y yo no hacíamos nada para que se ponga así tan sentimental, Estaba celoso ya lo sabía, pero tampoco era para que creyera que me iba a quedar con su amigo.Tae suspiró  con su mirada perdida al suelo.

— No quiero que me vuelvan a hablar.— Volteó hacia la puerta para después irse.

— Ya se le pasará. — Mi cuerpo cayó en la cama dandole un vistazo a mi teléfono, su cuerpo seguía inmóvil  frente que mi, siendo consumido por sus pensamientos.

—¿Y sino?.

— No te preocupes, lo hará.

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🐰🐇🐰
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Él mocoso me había estado ignorando desde hace una semana, creí que se le pasaría rápido pero no ha sido así y también por lo que veía tampoco le hablaba a Taehyung, que era su mejor amigo. Algo que ya me había cansado de esto.

Pedí a Tae que viniera mientras que Jeon había salido a comprar unas cosas. Examiné al menor en mi cama, y para cuando escuché la puerta de la entrada cerrarse, salí de mi habitación sin mirarlo. Bajé las escaleras para luego llegar a donde provenía el sonido que había acabado de escuchar, mis ojos se encontraron con los del azabache para luego ir hacia él, tomar su mano, hasta llevarlo a mi habitación y empujarlo dentro de la habitación cerrando la puerta.

— Saqueme de aquí. — Su voz retumbó fuertemente he hice oídos sordos ante su mandato.

— No lo haré hasta que solucionen todo. — Todo quedó en silencio. Puse llave a la puerta para luego ir a ver las compras del menor. Luego de unas dos horas volví, me pare frente a la habitación e introduje la llave suavemente para no hacer mucho ruido y tal vez interrumpir algo, la escena que vi cuando entre me conmovió un poco, ya que estaban durmiendo juntando sus espaldas mientras su respiración seguía tranquila.

Después de unas horas en la madrugada, sentí algo moverse entre las sábanas, si era un demonio que me poseyera y ya, no quería abrir los ojos. Hasta que un brazo pasó por mi cintura apretándo mi cuerpo fuertemente entre otro, no creo que los fantasmas abrazaran. Pero ya que.

— ¿Quién es?. — Cuestioné con mi voz ronca a causa del sueño, ya no podía ni abrir mis ojos los sentía bastante pesados.

— Yo. Ser. Un. Fantasma. 

— No creo que los fantasmas hablen y menos como cavernícolas.

— Yo. Ser. Uno. Evolucionado. — Sonreí entre risitas bajas de parte de él, su cuerpo se acercó más hasta que pude sentir su respiración rozando mi nuca.

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