Love Me Harder • Jungkook

Veintinueve.

Cuatro meses pasaron y era casi imposible encontrar de vista a Yoonhye si no era trabajando, era saliendo a citas con Hyun Woo o estando en la casa con él, para mí también era incómodo, aveces me invitaban a ver películas con ellos pero prefería evitar la situación de verlos a ellos disfrutando juntos y decir que iba con los chicos o con Suni cosa que era mentira.

Poco a poco sentía que la iba alejando de mí.

— No entiendo Jungkook, no me hablas en meses y ahora me dices que salgamos a una cita doble ¿qué es lo que pasa?

— Sí, lo siento, es que ya no se como controlar la situación, se me ha ido de las manos, solo...— Tal vez por fuera no luciera tan desesperado con lo que sentía, me sentía desalentado y mi pecho se sentía amargo dentro de mí.

— Te gusta Yoonhye. — No pude sorprenderme de que lo supiera porque a estas alturas ya todo el mundo debía saberlo a verme actuando como un loco desesperado por ella. Evite ver su rostro, no quería ver el mensaje de sus ojos dirigido para mí, ya suficiente mal me sentía, como para acordarme que use a una gran amiga solo para salirme de mi problema. — Es la última vez que te ayudaré con esto.

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— Hyun woon me dijo que ya estaban allí esperándonos. — Los pendientes en sus orejas me dejaron viendo estrellas por los brillantes que eran, solo me quedé callado a verla mientras ponía el rojo carmesí sobre sus labios.

— Te ves muy bien. — Al escuchar mi confesión convertida en susurro ya que me daba un poco de vergüenza, volteó a mirarme con su expresión casi tierna.

— Gracias, tú también te ves muy bien.— Puso la palma de su mano sobre mi muslo y lo apretó dándome una sonrisa, me sorprendió su acto pues, las cosas se habían hecho un poco raras entre nosotros, las cosas no eran como antes, no hablábamos tanto, ya no me colaba en su cuarto a dormir.

Tomamos un taxi camino al restaurante al que queríamos llegar, la observé mirando por la ventana, y al ver un mechón tapando su hermoso rostro quise apartarlo, el arrepentimiento llegó a mí y no pude hacerlo, no lo creía correcto.

Baje del auto para abrirle la puerta y dejarla pasar delante de mí, le pagué al taxista y fui en pocos pasos hacia ella, agarró fuertemente mi brazo al sentir un desnivel en el suelo y sujete su mano apegada hacia mí.

— Gracias.

Aquellos dos se encontraban parados en la entrada, la dama a mi lado le dio la mano a su acompañante y Suni se acercó a mi con una sonrisa reconfortante.

— Oye ¿Todo bien?

— Claro que lo está ¿vamos? — Le ofrecí mi brazo y paso un mechón detrás de su oreja observando mis ojos. Todo estaría mejor si mis sentimientos fueran le pertenecieran a Suni, pero es algo que el destino no tenía planeado para ninguno de los dos.

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Como todo un adulto había decidido que hacer con mi vida por ahora, decidi lo mejor para mí, y la estabilidad de mis sentimientos, aquello era solo alejarme, tomarme un tiempo para respirar, para alejar el huracán de emociones mezcladas que tenía ahora mismo, y claro que me dolía, lo hacía como nunca lo había hecho, pero ya no podía soportar más el malestar en mi corazón.

Al observarlos en la cena me daba cuenta de muchas cosas y podía jurar que odiaba la vida, que era tan cruel, tan despreciable conmigo. Mis sueños seguirán hasta el fin si no les pongo fin y puede que me esté siendo cobarde, pero ya me he cansado de sufrir, aunque lo evite a toda costa no desaparece de mí y estoy seguro que no lo hará nunca, solo necesito vivir.

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— ¿Hola..?

— Hola Youngsoo.

— ¡Jungkook! Es un milagro que llames ¿Cómo han estado?

— Hemos estado bien, solo llamaba para despedirme.

— ¿Despedirte a dónde vas?

— No lo sé todavía...

— ¿Te irás por Yoonhye?

— No, no lo hago por ella, lo hago por mí. Ummm.. — Aclaré un poco mi garganta al sentir que me faltaba el habla. — La verdad yo quería agradecerle por todo lo que hizo por mí, fuiste casi una madre para mí  y agradezco haberla encontrado, tal vez el destino fue el que quiso las cosas así.

— Lo hubiera hecho una y mil veces Jungkookie, siempre quise mucho a tus padres y estoy segura de que ellos nunca hubieran querido irse de tu lado, eras lo que más amaban en el mundo.

— Gracias por todo, espero no lo tomes como una despedida porque volveré, aún no se cuando, pero lo haré

— Espero que te vaya muy bien y encuentres la paz que quieres y que puedas respirar con seguridad. Solo te pediré una cosa... Habla con ella...

— Lo haré...

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