seimein♡kookmin ( en edición )

16. muerto para mí

Al padre de Jungkook siempre le gustó el dinero fácil.

Jungkook siempre supo que estaba metido en cosas en las que no debería meterse, su padre había terminado trabajando dentro de una mafia gracias a su amor por el dinero.
Era de esos matones que se encargan del trabajo sucio. Vendía droga, cobraba dinero y mataba a quien tuviera que matar.

Jungkook no podía odiarlo. Ni siquiera al ver toda la ciudad empapelada con su rostro y la de otros de sus compañeros.

Su padre decía que estaba haciendo todo lo necesario para darles una buena vida, que él no era un monstruo como todos decían porque siempre era la mejor versión de sí mismo para su familia.

Sólo que él jamás pensó en ellos.

En realidad, sólo estaba pensando en sí mismo.

Y un día fue tan ambicioso que se autodestruyó, también destruyendo a toda su familia.

Robó una gran cantidad de dinero en su trabajo, cegado por el deseo de algún día tenerlo todo y no tener que trabajar nunca más.

Cuando lo descubrieron le dieron una paliza. Si no murió fue sólo por suerte.

Cada vez que Jungkook piensa en ello llega a la conclusión de que hubiese sido mejor que su padre muriera a manos de esos hombres.

Pero ellos le perdonaron la vida, lo dejaron ir. Claro que antes le hicieron jurar que pagaría todo lo que debía.

Su padre no tenía cómo pagar, ni siquiera podía devolver el dinero porque ya lo había gastado todo. Entonces, tuvo que pedirle a su familia que recogieran todas sus cosas. Que se prepararan para huir de Busan.

Pero una noche antes, sin ni siquiera darles oportunidad de intentar huir, aquellos hombres entraron por la noche a su casa y secuestraron a la hermana menor de Jungkook.

Cuando finalmente su padre recibió una llamada de los secuestradores (y quienes antes habían sido sus colegas,) estos dijeron que si él entregaba todo el dinero ella quedaría libre. Y si lo no hacía,
la matarían.

Cuando el señor Jeon les dijo que no tenía para pagarles, su hermana sufrió las consecuencias. Su hermana murió. Esa hermana menor tan molesta, gritona y alegre, se fue. Se fue para siempre.

Añadiendo otra cosa más a la lista de razones para odiar a Park Jimin, aquella mafia para la que su padre trabajó, es liderada por lo que es actualmente el hombre más poderoso de Corea del sur: El papá de Jimin.

Así que en las venas del chico que lo está mirando a los ojos en ese momento, corre la sangre de quien dio la orden de asesinar a su hermana tan sólo para seguir demostrando lo poderoso que era. Tan sólo para decirles de esa manera que a él nadie se las hacía sin pagárselas. Que no toleraría ni siquiera algo tan pequeño como un robo (no importaba que perder ese dinero no le afectara en nada a sus negocios), porque le haría siempre honor a la reputación que tenía. La de un ser malvado y de sangre fría.

Jimin es el hijo del hombre que Jungkook más odia en el mundo aparte de su padre.

—Idiota, te estoy hablando—Jimin está gruñendo, cruzado de brazos como un abuelo amargado.

Jungkook lleva sus ojos hacia él, desganado.

Han pasado dos horas desde que llegó a casa de Mark, Jimin ha estado todo el tiempo molestándolo. Haciéndole insinuaciones y coqueteando descaradamente. Eso lo tiene sufriendo mucho, porque no puede ir y besar a Jimin como quiere hacerlo.

Jimin lo abrazó varias veces y besó sus mejillas para intencionalmente llenarlo de baba. Hoy estaba actuando particularmente infantil, parecía de buen humor. A Jungkook no le molestaba.