seimein♡kookmin ( en edición )

18. reserva la fecha

La casa es enorme, su estética se siente clásica y a la vez agradablemente modernista, con la decoración del lugar yendo siempre de la mano de la elegancia. La gente sube y baja de las escaleras suspendidas con peldaños de vidrio, charlando y riendo.

Es un día más dentro de la vida de los hijos de la elite surcoreana.

Sentado en una sofá, junto a al anfitrión de aquella fiesta (Yoongi), los ojos de Jungkook pasan por cada rincón de la casa, buscando con afán a cierto pelinegro de hermosos labios. De momentos cree verlo a lo lejos, bailando junto a otros chicos cerca de la mesa de billar. Pero no se trata de él, sino de cualquier otro pelinegro. Cualquier otro pelinegro que para él no tiene ni tendría algo de especial.

Esperó verlo jugando hockey de mesa, sirviéndose un trago en la cocina o incluso coqueteando con algún chico.
Pero Jimin no se encuentra por ninguna parte.
Las paredes de cristal de la construcción dejan ver al exterior, donde hay personas moviéndose al ritmo de la música o entrando a la piscina, pero no está Jimin.

Entre toda esa gente, no está él.

Jungkook se siente estúpido.
De repente quiere volver a casa y quedarse bajo las sabanas si no lo verá esa noche. Había estado deseando, en lo más profundo de su mente , volverlo a ver.
sin embargo, sigue engañándose con que no está obsesionado con él.
Quizá Jimin no asistiría a la fiesta, pero eso no era algo que se pudiera predecir. Sería demasiado extraño que Jimin no hiciese aparición en una fiesta , sobre todo siendo la bienvenida para su hermano mayor.

Jungkook recordó las palabras de Hoseok.

Jimin para mí es grandioso, pero tristemente no soy su persona favorita. Cosas de hermanos.

Podría ser que Park Hoseok y Park Jimin no se llevaran tan bien, siendo algo más bien típico en algunas relaciones entre hermanos
¿pero qué tan grave era la situación entre ambos? ¿tan mal se llevaban? que Jimin ni siquiera se esforzara en asistir a la fiesta de Hoseok, aún después de no verlo por años,
decía demasiado del tipo de hermanos que podrían ser.

Jungkook realmente había esperado ilusionado la gran entrada de Jimin, resaltando entre todas las demás personas de la fiesta y regalando sonrisas a todos los ojos que estarían sobre él, pero se empieza a resignar y a hacerse la idea de que esa noche no lo verá. Suspira. Sacude la cabeza. Se intenta concentrar en alguna otra cosa, pero no sale de su ensoñación hasta que su mejor amigo se levanta del sofá, ya cansado de hablarle sin que le responda, dirigiéndose hacia algún destino desconocido para él. Jungkook lo sigue. Después de todo, no conoce a nadie más en la fiesta.

—¿Crees que Jimin venga? — pregunta , en un susurro muy bajo. casi no quiere ser escuchado.

Yoongi se tiene que aguantar las ganas de reír por el comportamiento obvio de su amigo, encogiéndose de hombros e intentando disimular, diciendo:—No lo sé, tal vez si o tal vez no—le da unos suaves golpes en la espalda , en señal de apoyo. Siempre suele hacerlo—. Él no es alguien muy predecible que digamos, amigo.

—Eso lo sé muy bien, créeme.

—Sí—Yoongi detiene su paso, viendo cómo el celebrado del día, Hoseok, se acerca hacia ellos. Toma el brazo de Jungkook, impidiéndole seguir caminando—. Mejor no lo menciones frente a Hoseok, porque creo que me agradas mucho más estando vivo.

—Lo tomaré en cuenta, pero quizá quiera fastidiarlo un poco—sonrió, maliciosamente.

Yoongi se reía con burla para sí mismo, pensando que suejor amigo sólo quería aprovechar todas las oportunidades posibles para hablar de Jimin.

—No podrás hacerlo sin morir en el intento, porque Hoseok quizá esté armado por órdenes de su padre y es muy celoso con su hermanito menor.

—¿Hoseok manejando un arma de fuego? No, no estamos hablando del mismo Hoseok.